Calidad comercial en melón y sandía en México

1.Introducción
2.Tipos de productos
3.Características comerciales

1. Introducción

Hemos visto diferentes acciones en el manejo de los cultivos de melón y sandía. El efecto de éstas tiene sus consecuencias, tanto positivas como negativas, en la calidad final de los productos. La aplicación de las labores culturales, manejo de condiciones climáticas y demás, debe ir encaminado a obtener el mayor rendimiento posible. Sin embargo, poco sirve obtener una alta producción si ésta no posee una buena calidad. El comprador busca en estos productos agrícolas unas determinadas características que son exigidas a su vez por los consumidores. Por eso, es tan importante que el agricultor logre esa calidad final deseada por los clientes. Estaremos de acuerdo, seamos profesionales de la agricultura o no, que cuando comemos, una fruta en este caso, todos queremos disfrutar de sus principales características como frescura, dulzor, consistencia, etc.

2. Tipos de productos

Existe una gran variedad de melones cultivados que son comercializados en distintas partes del mundo. Los principales tipos con sus características se describen a continuación:

- Melones amarillos. Se divide en amarillo canario y amarillo oro, siendo el primero más ovalado y alargado. La piel del fruto es lisa, de color amarillo en la madurez, sin escriturado. Con la pulpa blanca, crujiente y dulce.

- Melones verdes. Existen tres grupos:

• Piel de sapo. Presenta frutos alargados, con pulpa blanco – amarillenta, compacta, crujiente, muy dulce y poco olorosa. La corteza es fina, de color verde, con manchas oscuras que dan lugar a su nombre. Su conservación es aceptable con una buena resistencia al transporte.
• Rochet. Se caracteriza por sus frutos alargados de color verde de piel lisa, ligeramente acostillada y con cierto escriturado, sobre todo en las extremidades. La pulpa es blanca – amarillenta, compacta, poco aromática, muy azucarada y de consistencia media. Buena resistencia al transporte pero corta conservación.
• Tendral. Los frutos son pesados, redondeados y de color verde oscuro. Su corteza es rugosa, asurcada sin escriturado y con elevado grosor. La pulpa es muy sabrosa, blanca, firme, dulce y nada olorosa. Posee gran resistencia al transporte además de una excelente conservación.

- Melones Cantaloupe. Este tipo tiene frutos esféricos, ligeramente aplastados, con costillas poco marcadas, piel fina y pulpa de color naranja, dulce, con un aroma característico. Cuando alcanza la plena madurez el color de la piel cambia a amarillo. Se pueden dividir en:

• Charentais o Cantaloupe: variedades de piel lisa (europeos).
• Supermarket italiano: variedades de piel escriturada (americanos).

- Melones Honeydew. Tiene una cáscara verde amarilla granulosa con la pulpa naranja. Está adaptado a climas secos y cálidos, con la piel lisa o estriada, de madurez tardía. Posee una buena capacidad de conservación.

- Melones Galia. Presenta frutos esféricos, de color verde que cambia a amarillo intenso en la madurez, con un denso escriturado. Pulpa blanca, ligeramente verdosa, poco consistente, con un contenido elevado en sólidos solubles.

- Melones de larga conservación. Presentan ventajas como un alto contenido en azúcar, un mayor tiempo de conservación y excelente calidad de pulpa. Se adaptan bien al transporte, ya que su piel es menos susceptible a daños. Se puede hablar de “marcas” de melón larga vida de calidad reconocida que es demandada por los mercados.

El escriturado consiste en unas marcas o cicatrices que aparecen en la piel de los melones, originados generalmente por condiciones de humedad y asociadas a características de calidad, que son demandados por algunos clientes.

En cuanto a la sandía, su clasificación resulta más sencilla, ya que ofrece menos diversidad que el melón y sus características son más generales. Por ejemplo, en cuanto a la pulpa casi todos los tipos de sandía la tienen de color rojo, aunque existen diferencias en aspectos como dulzura, consistencia, etc.

Los tipos de sandía se pueden dividir, a grandes rasgos, en sandías con pepitas (polinizadoras) y sin pepitas (polinizadas), que a su vez presentan distintas formas, colores de piel y tamaños.

- Sandías con pepitas. Son sandías diploides, cuyo polen de sus flores masculinas es fértil y el encargado de polinizar a las flores femeninas no fértiles de las sandías triploides (las que no tienen pepitas). Se pueden clasificar según:

• Forma del fruto: Pueden ser redondeadas, ligeramente achatadas o bastante alargadas.
• Color de la piel: Principalmente, verde oscuro o rayada con distintos jaspeados.
• Tamaño del fruto: Oscila entre sandías de 2 kg (tipo mini con microsemillas) hasta calibres grandes con frutos de unos 15 kg.

Además, existen otros aspectos a considerar como la firmeza de la piel, la consistencia de la pulpa, la dulzura (medida en o Brix) o el grosor de la cáscara, entre otros.

- Sandías sin pepitas. Cada vez tienen más demanda en el mercado. La comodidad que supone al consumidor la ausencia o escasez de pepitas las hacen más apetecibles y solicitadas.

Igual que ocurre con las sandías con pepitas, existe diversidad de variedades en función de diferentes aspectos tales como:

• Forma del fruto: Pueden presentar  perfiles de redondeado a ligeramente alargado.
• Color de la piel: Verde oscuro, piel jaspeada con distintos tonos de verde.
• Tamaño del fruto: Desde sandías tipo mini hasta calibres con pesos elevados.
• Color de la pulpa: Generalmente de color rojo, aunque hay variedades de color amarillo.

3. Características comerciales

- Características comunes

Las características que suelen exigir los compradores, comunes a todos los productos hortofrutícolas, son:

• Productos enteros, sanos y de aspecto fresco.
• Excluidos los que presenten podredumbre u otras alteraciones que los hagan inadecuados para su consumo.
• Limpios, prácticamente exentos de materias extrañas visibles.
• Sin apenas daños causados por plagas.
• Libres de un nivel anormal de humedad exterior.
• Exentos de olores y sabores extraños.
• Que presenten unas condiciones para resistir el transporte y la manipulación que les permita llegar de forma satisfactoria al lugar de destino.

- Características específicas

Además de las anteriores, a los frutos de melón se les exige:

• Un grado suficiente de madurez:
• 10 o Brix para los melones de tipo Cantaloupe / Charentais.
• 8 o Brix para el resto de los melones.
• Que tengan firmeza.

Las categorías comerciales se pueden clasificar en:

- Clase I: Los melones deben ser de buena calidad y reunir las características propias de su variedad o tipo comercial. Siempre que no afecten a la apariencia, la calidad, la conservación ni la presentación del producto, pueden presentar los defectos siguientes:

• Una ligera irregularidad en la forma.
• Un leve defecto de coloración (distinto de la marca de contacto con el suelo).
• Ligeros defectos de la piel como consecuencia del rozamiento y la manipulación.
• Lesiones superficiales cicatrizadas alrededor del pedúnculo, que no deben superar los 2 cm de longitud ni alcanzar la pulpa.
• Deben presentar pedúnculo con una longitud inferior a 2 cm.

- Clase II: Son los melones que no reúnen las condiciones necesarias para ser clasificados en la clase I, pero sí los requisitos mínimos de calidad. Podrán presentar los defectos siguientes:

• Sin pedúnculo.
• Irregularidades en la forma.
• Defectos de coloración (distinto de la marca de contacto con el suelo).
• Ligeras magulladuras.
• Pequeñas grietas o cortes que no alcancen la pulpa del fruto y estén cicatrizados.
• Defectos de la piel ocasionados por el rozamiento y la manipulación.

En cuanto a las tolerancias de calidad, tanto en clase I como II, se permite en cada envase un 10 % (en número o en peso) que no cumpla con los requisitos de calidad de su clase.

Las características de calibrado se muestran en la tabla 1:

El calibrado de los melones es obligatorio en la clase I. En ambas clases se permite en cada envase que un 10 % (en número o en peso) del tamaño sea levemente inferior o superior al estimado.

En cuanto a la sandía, las cualidades exigidas son:

• Fruto firme.
• Suficientemente desarrollado.
• El color y el sabor de la pulpa deben corresponder a un estado de madurez.
• No reventada.
• Madurez suficiente: 8 o Brix (grados de azúcar).

Las categorías comerciales son muy similares a las del melón:

- Clase I: Las sandías clasificadas en esta clase deben ser de buena calidad y deben tener las características de su variedad. Siempre y cuando no se vean afectados el aspecto general del producto, su calidad, su conservación y su presentación, pueden tener los siguientes defectos leves:

• Una pequeña malformación.
• Un pequeño defecto de coloración de la corteza (distinto de la marca de contacto con el suelo).
• Pequeñas grietas superficiales cicatrizadas
• Pequeños defectos de la piel ocasionados por el roce o la manipulación. La superficie total de la parte afectada no puede sobrepasar 1/16 del fruto.
• El pedúnculo de la sandía debe tener una longitud máxima de 5 cm.

- Clase II: En esta clase se incluyen las sandías que no pueden clasificarse en la clase I pero que tienen las características mínimas indicadas. Pueden tener los defectos siguientes:

• Malformaciones.
• Grietas superficiales cicatrizadas.
• Defectos de coloración de la corteza (distinto de la marca de contacto con el suelo).
• Pequeñas magulladuras.
• Defectos de la piel ocasionados por el roce, la manipulación o ataques de parásitos y/o enfermedades que afecte como máximo a 1/8 del fruto.

Las tolerancias permitidas son las mismas que en el caso del melón, un 10 % (en número o en peso) de sandía que no cumpla con los requisitos de calidad de su clase.

Las características de calibrado para sandía se resumen en la tabla 2:

Se permite en cada envase un 10% de sandias que no alcancen el peso mínimo. La tolerancia no puede aplicarse en ningún caso a frutos de menos de 800 gramos.

De este modo, las características de los frutos cosechados son muy importantes a la hora de su comercialización, ya que dependerá de las preferencias de los consumidores.