Desafíos en la producción orgánica de hortalizas en México

1. Introducción
2. Situación de los cultivos orgánicos
3. Características principales
4. Retos de la producción orgánica

1. Introducción

La demanda de alimentos orgánicos ha crecido en los últimos años, tanto nacional como internacionalmente, debido a la tendencia general de la población de adoptar una alimentación que considera más sana. Esta tendencia responde a la percepción por parte de los consumidores de que los alimentos orgánicos son más saludables que los convencionales. De este modo, el aumento de los cultivos orgánicos, entre ellos las hortalizas, es un hecho. Su desarrollo, así como su promoción van creciendo a nivel nacional. Sin embargo, la agricultura orgánica debe enfrentarse a una serie de retos, los cuales deben ser superados para alcanzar los niveles de calidad exigidos por los mercados.

2. Situación de los cultivos orgánicos

Es evidente que los productos orgánicos conquistan cada vez más rápido las estructuras del mercado de alimentos a escala mundial. Este mercado, tan dinámico y atractivo, está estimulando considerablemente la conversión de la agricultura convencional a la orgánica. De este modo, en el mundo se registran más de 24 millones de hectáreas cultivadas orgánicamente.

Entre los países con mayor superficie cultivada se encuentran Australia, Argentina, Estados Unidos, Brasil, Uruguay, Gran Bretaña, Alemania, España y Francia.

México ocupa el lugar 18º a nivel mundial como productor de alimentos orgánicos. Según datos del SIAP, en 2017 se reportaron un total de 83 alimentos producidos como orgánicos, los cuales generaron un valor de mercado de 6,240.7 millones de pesos. Esta cifra superó en un 42.6% al valor obtenido en 2016.

Los principales productos orgánicos del país son aguacate, plátano, frambuesa, café, zarzamora, fresa y mango. Hay que destacar el caso del aguacate, que supuso casi el 50% del valor total de la producción orgánica del 2017, con 3,103.3 millones de pesos. Este producto tuvo un incremento del 41.4% con respecto al año anterior.

Estas tasas crecientes se han alcanzado como consecuencia del considerable aumento de la superficie destinada a la siembra de este tipo de cultivos en los últimos años. Así, entre el 2008 y 2017, dicha superficie aumentó a una media anual superior al 14%. SAGARPA certificó un crecimiento del 20.1% en 2017 con respecto a 2016.

Así pues, cada año se incrementa el número de cultivos orgánicos, cuyo objetivo principal es producir alimentos libres de residuos de plaguicidas, ofreciendo alimentos sanos y de calidad. En este sentido, el mercado global de alimentos y bebidas orgánicas ha crecido cerca de cuatro veces durante el periodo de 2000 – 2015, al pasar de 17,700 a 83,900 millones de dólares. Se estima un crecimiento anual en 2018 para los alimentos envasados en México cercano al 8%, que es ligeramente superior al estimado en los países de América Latina.

En lo que respecta a la producción orgánica de hortalizas, se estima una superficie de cultivo que ronda las 4,000 ha, distribuidas principalmente en los estados de Sinaloa, Sonora, Baja California, Chiapas, Colima, Baja California Sur, Estado de México, Veracruz y Nuevo León. Los principales cultivos hortícolas son tomate rojo, chile, calabaza, pepino, cebolla y lechuga. Así pues, esta producción está en proceso de expansión a nivel nacional, aumentando la superficie cultivada de manera progresiva en los últimos 10 años.

En este periodo, el gobierno y el sector agrario han unido sus esfuerzos para promocionar la producción orgánica, dando como resultado la apertura de una serie de mercados para este tipo de productos en diferentes estados del país como Oaxaca, Veracruz y Chiapas, donde se concentran más de 500 pequeños productores que intentan vender sus productos orgánicos. Por supuesto, hay que añadir a esto el esfuerzo por la promoción comercial a un nivel superior, tanto nacional como internacional, especialmente ésta última, ya que se estima que alrededor del 85% de la producción orgánica del país se destina a la exportación.

Imagen de fruto con protección

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3. Características principales

La importancia que tienen los alimentos orgánicos en general y, las hortalizas en particular, no reside sólo en la rentabilidad que puedan generar, sino en producir alimentos sanos, libres de cualquier plaguicida. Además, este tipo de agricultura se está mostrando en los últimos años como una de las opciones más prometedoras para el campo mexicano, ya que es sostenible y genera más ingresos para los productores, pero también conlleva mayores beneficios tanto a la salud humana como al medio ambiente. Los aspectos básicos en los que se basa la agricultura orgánica, así como los beneficios que genera, son los siguientes:

• Rescata el conocimiento de los antiguos agricultores, así como las prácticas tradicionales. Esto supone una reflexión sobre el modo de cultivar los alimentos.

• Sustituye el uso de agroquímicos como fungicidas e insecticidas por productos naturales, con base biológica que no contienen sustancias contaminantes. Por tanto, el respeto por el medio ambiente es mayor, contaminando mucho menos el entorno.

• Sustituye el uso de herbicidas por la eliminación manual de malezas. Del mismo modo, se reduce la contaminación del entorno.

• Cambia la utilización de fertilizantes minerales sintéticos, especialmente los nitrogenados, por abonos orgánicos. Con esta medida se reduce el riesgo de salinización de los suelos, así como su deterioro y agotamiento. La prohibición del uso de nitratos también reduce la contaminación de las capas de agua subterráneas.

• Integra la acción continua de los enemigos naturales durante el ciclo de cultivo. Esto supone un ambiente de cultivo más natural, en el que existe un equilibrio entre insectos de control biológico e insectos plaga.

• Crea la base del manejo nutricional de las plantas en torno a la enmienda orgánica del suelo. De este modo, la fertilidad de éste aumenta y se regenera la microfauna del mismo.

• Genera una fuente de empleo para la población rural, mejorando con ello las condiciones de la comunidad, favoreciendo así a los jornaleros y campesinos sin tierra.

Con esta metodología de cultivo se obtienen alimentos sin residuos de pesticidas, y por tanto sanos e inocuos. Es por esto que la tendencia actual de los consumidores de hortalizas frescas en el mundo, especialmente en los países desarrollados, se enfoca hacia el consumo de este tipo de productos, cultivados con técnicas no convencionales para preservar su salud, por lo que están dispuestos a pagar un valor añadido sobre el precio de las hortalizas convencionales. Esto supone una oportunidad de negocio en la producción y la comercialización de los alimentos orgánicos.

En este sentido, México puede aprovechar las ventanas de comercialización de las llamadas hortalizas de invierno hacia los mercados de Estados Unidos, con un enfoque de productos sanos obtenidos orgánicamente, sobre todo si tenemos en cuenta la creciente demanda de estos alimentos por parte de los consumidores estadounidenses. Así lo expone la Fundación Mexicana para la Investigación Agropecuaria y Forestal (FUMIAF) en su plan de negocio enfocado a los cultivos orgánicos de jitomate, pimiento y pepino como alternativa de producción.

4. Retos de la producción orgánica

Los beneficios que aporta la producción orgánica son evidentes, aunque no sólo el sector de las hortalizas, sino todos los ámbitos de la agricultura, deben enfrentarse a una serie de retos o desafíos en la producción y comercialización de los cultivos orgánicos. Los objetivos principales que deben perseguirse son:

• Producir alimentos sanos y de calidad.

• Reducir al máximo la presencia de sustancias tóxicas en las zonas de cultivo.

• Obtener hortalizas inocuas, sin presencia de residuos de plaguicidas.

• Favorecer y mejorar el cuidado del medio ambiente.

• Mejorar la calidad y la fertilidad de los suelos agrícolas.

• Promover y mejorar la microfauna del suelo.

• Aumentar el control natural de plagas y enfermedades.

• Reducir los costes de producción.

• Incrementar el beneficio del productor.

Todos estos objetivos son también, en cierto modo, requisitos exigidos por los organismos certificadores de agricultura orgánica, los cuales deben asegurarse de que los alimentos recolectados sean inocuos, obtenidos a su vez, mediante prácticas de cultivo adecuadas y respetuosas, acorde con la normativa vigente. Hay que destacar que, desde el año pasado, se está llevando a cabo un proceso de homologación de certificaciones orgánicas entre Estados Unidos y México. Con el fin de conseguir una equivalencia de las prácticas a realizar, ambos países han formado un Comité de Cumplimento de Normas Orgánicas compuesto por representantes del USDA, SAGARPA y SENASICA. Esto repercutirá en una manera más eficiente de comercializar los productos orgánicos mexicanos. Algunas de las agencias certificadoras de producción orgánica en México son CERTIMEX, OCIA, BAC y Naturland, entre otras. Considerando la importancia que tiene la importación de alimentos orgánicos de nuestro país en Estados Unidos, citamos algunas agencias norteamericanas, como son OMRI, OTCO, QAI, FVO, CCOF, GOCA, ACO, OFI y más.

Finalmente, para mejorar las condiciones del sector de hortalizas orgánicas en el país y cumplir estos objetivos, es preciso llevar a cabo una serie de medidas estratégicas que se exponen a continuación:

• Realizar una inversión significativa tanto en la investigación como en el desarrollo de los métodos de cultivo, así como con todo lo relacionado con éstos en lo referente a la producción orgánica.

• Mejorar la tecnología en el riego, la nutrición vegetal, el manejo de plagas y enfermedades, etc.

• Controlar de manera eficiente el empleo de productos fitosanitarios, utilizando solamente productos autorizados para agricultura orgánica.

• Mejorar el proceso de postcosecha para lograr competir en el ámbito internacional con productos de calidad y a un precio inferior que nuestros competidores.

• Desarrollar convenios tanto tecnológicos como comerciales con los centros de investigación nacionales y de países destacados mundialmente en la producción de hortalizas orgánicas.

• Desarrollar políticas de gobierno para la promoción, ejecución y comercialización de proyectos con tecnologías alternativas en este tema.

Después de todo lo visto, debemos pensar que la producción de hortalizas orgánicas representa una oportunidad de desarrollo tecnológico y comercial, originado por la situación de las preferencias de consumo hacia alimentos más sanos, así como por las ventajas económicas y ambientales mencionadas anteriormente.