1. Introducción al biocontrol
2. Agricultura Ecológica
3. ¿Qué es el Biocontrol o Control Biológico?
4. Ventajas e inconvenientes del Biocontrol
5. Tipos de estrategias de Biocontrol
6. Tipos de agentes de Biocontrol
7. Bibliografía
Debido a los problemas que causa la Agricultura Convencional basada en el uso de productos de síntesis, como la contaminación de acuíferos, perdida de diversidad, daños a la salud animal y humana, y a la creciente demanda de los consumidores hacia productos más respetuosos con el medio ambiente, surge la necesidad de desarrollar otro tipo de agricultura que cumpla todas estas exigencias, como es la Agricultura Ecológica.
Dentro de la Agricultura ecológica, una de las estrategias que más atención ha tenido en las últimas décadas es el Biocontrol o Control Biológico de plagas y enfermedades, que constituye una alternativa real a los productos químicos que están perjudicando tanto los ecosistemas, así como, a la salud de las personas.
2. Agricultura Ecológica
Una de las definiciones de agricultura ecológica más aceptada en todo el mundo es la expuesta por la IFOAM (Federación Internacional de Movimientos de la Agricultura Ecológica) que dice así: “La agricultura orgánica o ecológica es un sistema de producción que mantiene y mejora la salud de los suelos, ecosistemas y las personas. Es una agricultura que combina tradición, innovación y ciencia para favorecer el medio ambiente que compartimos y promueve relaciones justas y una buena calidad de vida para todos los que participan en ella”. En esta definición queda expuesto los cuatro principios básicos de la Agricultura Ecológica, el principio de salud, de ecología, de equidad y el de precaución (IFOAM, 1998).
En sus inicios, la Agricultura Ecológica no tenía reconocimiento institucional, ni regulación, así como carecía de certificación que diferenciara los productos ecológicos de los productos procedentes de la agricultura convencional. Pero a partir de los años 80, el sector empezó a expandirse y se hizo necesario una normativa común para llevar a cabo este tipo de agricultura. Así, en 1991, en Europa, se redactó el primer Reglamento Comunitario para su regulación (Lampkin et al., 1999). Y, en España, en 1993 se creó la CRAE (Comisión Reguladora de Agricultura Ecológica). Pero no fue hasta el 2014 que en España se institucionalizo las funciones de dicha Comisión para regular el Registro General de Operadores Ecológicos (REGOE). Con posteriores reglamentos, el último el (UE) 2017/625, se llego a una armonización legal en los productos ecológicos procedentes de los países europeos de la Unión Europea.
En la actualidad, existen numerosos productos y estrategias para llevar a cabo una agricultura ecológica competitiva y de calidad. Entre los productos que existen para tal fin destacan el papel de los biofertilizantes, bioestimulantes y fitofortificantes para la sustitución parcial o completa de los productos de síntesis, así como las estrategias de control de plagas y enfermedades con el llamado Control Integrado, dentro del cual se encuentra el Biocontrol o Control Biológico.
- Biofertilizantes
Los Biofertilizantes se definen como productos que contienen microorganismos (hongos y bacterias) vivos o latentes que al aplicarlos a semillas, plantas o suelo colonizan la rizosfera o el interior de las plantas y promueven su crecimiento al aumentar la disponibilidad de los nutrientes para la planta (Vessey et al., 2003). Los microorganismos que forman parte de los biofertilizantes se pueden clasificar en dos grupos:
Entre los principales biofertilizantes comerciales se encuentran los fijadores de nitrógeno de vida libre o simbióticos (Azotobacter, Azospirillum, Rhizobium), solubilizadores de fosfatos (Bacillus megaterium, B. circulans, Pseudomonas fluorescens), movilizadores de zinc y potasio (Pseudomonas spp., Bacillus spp.) y las micorrizas (Glomus sp., Entrophospora sp., Acaulospora sp., Escutellaspara sp.) (Pathak y Kumar, 2016).
- Bioestimulantes orgánicos
Los Bioestimulantes orgánicos se definen como productos orgánicos compuestos de péptidos, aminoácidos, polisacáridos, ácidos húmicos y fitohormonas, etc., de absorción y disponibilidad inmediata para la planta. Estos productos no aportan nutrición, sino que favorecen y estimulan el metabolismo de la planta y disminuyen el estrés vegetal (Parrado et al., 2008).
En la actualidad se usan como categorías de bioestimulantes a los siguientes:
- Fitofortificantes
Los fitofortificantes se definen como productos que en su mayoría son de origen natural y que pueden favorecer que los cultivos desarrollen vigor o tolerancia frente a patógenos o condiciones ambientales adversas (BOE nº128 del 29/05/2007). Por su origen, su aplicación no representa un riesgo para la salud humana, animal o para el medioambiente. Se sitúan entre los productos Fitosanitarios y los productos Nutricionales.
Dentro de los fitofortificantes podemos encontrarnos:
3. ¿Qué es el Biocontrol o Control Biológico?
En la actualidad se admite la definición de control biológico enunciada por Baker y Cook en 1974, la cual dice que “El Biocontrol es la reducción de la intensidad o actividad de un patógeno o parásito, en su estado activo de resistencia o reposo, logrando de manera natural o a través de la manipulación del ambiente, del hospedero o de antagonistas del patógeno o plaga que se quiere controlar”. Es una definición muy amplia que incluye todo tipo de control fuera del químico y que hace referencia a la utilización de organismos o microorganismos que interfieren en la supervivencia o desarrollo de las plagas o patógenos para su control. Esto implica un manejo racional y dirigido de los organismos y microorganismos apropiados, que son componentes comunes de los agroecosistemas, para mejorar las actividades de estas especies benéficas y conseguir la reducción de las actividades dañinas de ciertas plagas o patógenos, para la protección de los cultivos.
Para lograr el control biológico de plagas y enfermedades se pueden seguir tres vías:
El objetivo principal del control integrado es optimizar el control de plagas y enfermedades de una manera económicamente y ecológicamente viable. La integración de medidas preventivas culturales y físicas, como la retirada de restos vegetales, la utilización de barreras físicas (dobles puertas en invernaderos o mallas anti insectos), biológicas (semillas y plantas sanas, parasitoides, depredadores, antagonistas microbianos, insecticidas biológicos, atrayentes alimenticios, fungicidas biológicos) o químicas son esenciales para mantener las poblaciones de plagas y patógenos bajo un umbral económico de daño. Con esto no se consigue una erradicación total de las plagas y las enfermedades, pero si se mantienen en niveles que no suponen grandes pérdidas para los productores.
El control Biológico es el mejor método para optimizar las actividades de los organismos beneficiosos para conseguir reducir las actividades dañinas de ciertas plagas y enfermedades, pero controlando las posibles alteraciones que la liberación de estos organismos puedan suponer para el equilibrio de un ecosistema.
El control Biológico mediante el uso de microorganismos antagonistas es una de las alternativas que más atención ha recibido en los últimos años. De manera que este tipo de control surge como repuesta a la búsqueda de formas de control de patógenos, en donde prima la calidad de las cosechas y el respeto a los recursos naturales y humanos.
4. Ventajas e inconvenientes del Biocontrol
Las ventajas que presenta el control biológico de plagas y enfermedades son:
En cuanto a los inconvenientes que presenta el control biológico de plagas y enfermedades son:
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