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El cultivo del pepino (Parte I)

Guía práctica para la producción profesional e intensiva del pepino, hortaliza de la familia de las cucurbitáceas.

Pepino

icono foto el cultivo del pepino

1. Taxonomía y Origen
2. Importancia económica y distribución geográfica
3. Morfología
4. Requerimientos edafoclimáticos
5. Material vegetal
6. Técnicas de cultivo
6.1. Preparación del terreno
6.2. Marcos de plantación
6.3. Siembra
6.4. Entutorado
6.5. Destallado
6.6. Deshojado
6.7. Riego
6.8. Abonado
6.9. Aclareo de frutos
7. Plagas y Enfermedades
8. Fisiopatías
9. Recolección
10. Valor nutricional

1. TAXONOMÍA Y ORIGEN

El pepino pertenece a la familia Cucurbitaceae, cuyo nombre botánico es Cucumis sativus.

Familia Cucurbitaceae
Género Cucumis
Especie C. sativus
Nombre científico Cucumis sativus
Nombre común Pepino

El pepino es originario de las regiones tropicales del sur de Asia, siendo cultivado en la India desde hace más de 3.000 años.

De la India se extiende a Grecia y de ahí a Roma y posteriormente se introdujo en China. El cultivo de pepino fue introducido por los romanos en otras partes de Europa; aparecen registros de este cultivo en Francia en el siglo IX, en Inglaterra en el siglo XIV y en Norteamérica a mediados del siglo XVI, ya que Cristóbal Colón llevó semillas a América.

El primer híbrido apareció en 1872.

2. IMPORTANCIA ECONÓMICA Y DISTRIBUCIÓN GEOGRÁFICA

El cultivo del pepino es muy importante, ya que tiene un elevado índice de consumo, pues sirve de alimento tanto en fresco como industrializado. El cultivo de esta hortaliza es estable en cuanto a superficie cultivada (entre los 7000-8000 ha), pero la producción y exportación aumentan.

Producción 2011 (t) % Producción Mundial
1. China 47310000 73.16
2. Irán 1819000 2.81
3. Turquía 1749174 2.70
4. Federación Rusa 1202360 1.86
5. Ucrania 966000 1.49
6. Estados Unidos de América 772720 1.19
7. España 720198 1.11
8. Egipto 665070 1.03
9. Japón 584600 0.90
10. Indonesia 521535 0.81
11. Polonia 510892 0.79
12. Irak 495616 0.77
13. Holanda 430000 0.66
14. Uzbekistán 430000 0.66
15. México 425433 0.66
16. Arabia Saudí 400073 0.62
17. Kazakhstan 334000 0.52
18. República de Corea 303805 0.47
19. Tailandia 261400 0.40


Los cultivos de pepino tienen importancia en varias regiones españolas, siendo una especie cuyo valor agronómico reside en su producción estacional, para lo cual necesita desarrollarse en cultivo protegido (la provincia de Almería abarca cerca del 55% de la superficie total cultivada).


España es el tercer país productor de la Unión Europea, con un volumen aproximado de 720.000 toneladas. El primer lugar lo ocupa la Federación Rusa con 1,200.000 toneladas aproximadamente y el segundo lugar Ucrania con 960.000 toneladas. Todos los datos están referidos al año 2011.

3. MORFOLOGÍA

- Planta:
Herbácea anual trepadora.

- Raíces: Sistema radicular muy potente. Consta de raíz principal, que se ramifica rápidamente para dar raíces secundarias superficiales muy finas, alargadas y de color blanco. El pepino posee la facultad de emitir raíces adventicias por encima del cuello.

- Tallo: Los tallos son angulosos y espinosos, de porte rastrero y trepador, llegando a alcanzar hasta 3,5 metros de longitud. De cada nudo parte una hoja y un zarcillo. En la axila de cada hoja se emite un brote lateral y una o varias flores.

- Hoja: Simple de largo pecíolo y gran limbo acorazonado, con tres lóbulos más o menos pronunciados (el central más acentuado y generalmente acabado en punta), de color verde oscuro y recubierto de un vello muy fino. Las hojas son alternas y opuestas a los zarcillos.

- Flor: Flores de corto pedúnculo y pétalos amarillos. Las flores aparecen en las axilas de las hojas y pueden ser hermafroditas o unisexuales.

Los primeros cultivares conocidos eran monoicos y presentaban flores masculinas y femeninas. Al inicio de la floración, muestran solamente flores masculinas. Posteriormente, hacia la parte media de la planta, están en igual proporción las flores masculinas y las femeninas y por último, en la parte superior, predominan las flores femeninas. El porcentaje de flores masculinas y femeninas varía según las condiciones climáticas.

. Inducción de flores femeninas: Días cortos, temperaturas bajas y suficiente agua.
. Inducción de flores masculinas: Días largos, temperaturas altas e insuficiente agua.

En la actualidad, todas las variedades comerciales que se cultivan son plantas ginoicas, es decir, sólo poseen flores femeninas que se distinguen claramente de las masculinas porque son portadoras de un ovario ínfero.

- Fruto: Pepónide áspero o liso, dependiendo de la variedad, que vira desde un color verde claro, pasando por un verde oscuro hasta alcanzar un color amarillento cuando está totalmente maduro, aunque su recolección se realiza antes de su madurez fisiológica.

La pulpa es acuosa, de color blanquecino, con semillas en su interior repartidas a lo largo del fruto. Dichas semillas se presentan en cantidad variable y son ovales, algo aplastadas y de color blanco-amarillento.

4. REQUERIMIENTOS EDAFOCLIMÁTICOS

El manejo racional de los factores climáticos de forma conjunta es fundamental para el funcionamiento adecuado del cultivo, ya que todos se encuentran estrechamente relacionados y la actuación de uno de estos incide sobre el resto.

- Temperatura: Es menos exigente en calor que el melón, pero más que el calabacín.

Las temperaturas que durante el día oscilen entre 20ºC y 30ºC apenas tienen incidencia sobre la producción, aunque a mayor temperatura durante el día, hasta 25ºC, mayor es la producción precoz. Por encima de los 30ºC se observan desequilibrios en las plantas que afectan directamente a los procesos de fotosíntesis y respiración y temperaturas nocturnas iguales o inferiores a 17ºC ocasionan malformaciones en hojas y frutos. El umbral mínimo crítico nocturno es de 12ºC y a 1ºC ya que se produce la helada de la planta (marchitamiento general difícil de recuperar). El empleo de dobles cubiertas en invernaderos tipo parral supone un sistema útil para aumentar la temperatura y la producción del pepino. Temperaturas por encima de los 40ºC provocan el detenimiento del crecimiento.

- Humedad: Es una planta con elevados requerimientos de humedad, debido a su gran superficie foliar, siendo la humedad relativa óptima durante el día del 60-70% y durante la noche del 70-90%. Sin embargo, los excesos de humedad durante el día pueden reducir la producción, al disminuir la transpiración y en consecuencia la fotosíntesis, aunque esta situación no es frecuente.

Para humedades superiores al 90% y con atmósfera saturada de vapor de agua, las condensaciones sobre el cultivo o el goteo procedente de la cubierta, pueden originar enfermedades fúngicas. Además un cultivo mojado por la mañana empieza a trabajar más tarde, ya que la primera energía disponible deberá cederla a las hojas para poder evaporar el agua de su superficie.

Humedades relativas bajas provocan el asurado de los frutos, un rápido desarrollo de la araña roja e incluso de los trips.

- Luminosidad: El pepino es una planta que crece, florece y fructifica con normalidad incluso en días cortos (con menos de 12 horas de luz), aunque también soporta elevadas intensidades luminosas. A mayor cantidad de radiación solar, mayor es la producción.

- Viento: La presencia de viento acelera la pérdida de agua de la planta ya que provoca una disminución de la humedad relativa, por lo que los requerimientos hídricos aumentan. En consecuencia disminuye la fecundación por una indecuada humedad de los estilos florales, detiene el crecimiento de la planta, reduce la producción y acelera la senescencia de la planta.

- Suelo: El pepino puede cultivarse en cualquier tipo de suelo de estructura suelta, bien drenado y con suficiente materia orgánica. Es una planta medianamente tolerante a la salinidad (algo menos que el melón), de forma que si la concentración de sales en el suelo es demasiado elevada las plantas absorben con dificultad el agua de riego, el crecimiento es más lento, el tallo se debilita, las hojas son más pequeñas y de color oscuro y los frutos obtenidos estarán torcidos. Si la concentración de sales es demasiado baja el resultado se invertirá, dando plantas más frondosas, que presentan mayor sensibilidad a diversas enfermedades. El pH óptimo oscila entre 5,5 y 7.

Para el desarrollo óptimo del cultivo, la temperatura del suelo debe estar entre los 18-20ºC. La temperatura mínima debe estar comprendida entre los 12-14ºC.

5. MATERIAL VEGETAL

Los principañes criterios de elección del material vegetal son los siguientes:

- Características de la variedad comercial: vigor de la planta, características del fruto, resistencias a enfermedades, etc.
- Mercado de destino.
- Estructura de invernadero.
- Suelo.
- Clima.
- Calidad del agua de riego.

Los aspectos fundamentales a tener en cuenta para elegir una variedad que se adapte a las condiciones de cultivo y al gusto del consumidor son:

- Producción comercial, que debe ser lo más alta posible.
- Vigor de la planta, de forma que un buen vigor permite un ciclo largo y una buena tolerancia a las bajas temperaturas y al acortamiento de los días.
- Buena resistencia a enfermedades (ej: Mildiu, oidio, etc.).
- Longitud de fruto, que debe ser estándar (mínima de 30 cm y máxima de 38 cm) y estable frente a las diferentes condiciones de cultivo.
- Firmeza y conservación del fruto, que debe ser adecuada para resistir el transporte y mantenerse el tiempo suficiente en el mercado en óptimas condiciones.
- Otros aspectos que pueden considerarse para la elección son la precocidad y las características del fruto (longitud, color, estrías, etc.).

La mayor parte de las variedades cultivadas de pepino son híbridas, habiéndose demostrado su mayor productividad frente a las no híbridas. Se caracterizan por:
- Mejor calidad (Mayor peso, buen color, forma uniforme, mayor resitencia mecánica,...)
- Mayores rendimientos
- Mayor tolerancia a plagas y enfermedades

Se pueden englobar en los siguientes tipos:

- Pepino corto y pepinillo (“tipo español”). Son variedades de fruto pequeño (longitud máxima de 15 cm), de piel verde y rayada de amarillo o blanco. Se utilizan para consumo en fresco o para encurtido, en este caso recolectándolos más pequeños. Las variedades pueden ser monoicas, ginoicas con polinizador y ginoicas partenocárpicas.

Pepino medio largo (“tipo francés”). Variedades de longitud media (20-25 cm), monoicas y ginoicas. Dentro de estas últimas se diferencian las variedades cuyos frutos tiene espinas y las de piel lisa o minipepinos (similares al “tipo Almería”, pero más cortos), de floración totalmente partenocárpica.

Pepino largo (“tipo holandés”). Variedades cuyos frutos superan los 25 cm de longitud, ginoicas, de frutos totalmente partenocárpicos y de piel lisa, más o menos asurcada. El tamaño de las hojas es mucho más grande.

6. TÉCNICAS DE CULTIVO

6.1. Preparación del terreno

El terreno se prepara pasando el arado y la rastra para dejarlo con una textura fina y favorecer la producción de raíces del cultivo.

6.2. Marcos de plantación

Para cultivos tempranos con intención de quitarlos pronto para realizar posteriormente un cultivo de primavera, los marcos suelen ser más pequeños (1,5 m x 0,4 m ó 1,2 m x 0,5 m). La densidad de plantación en las condiciones del sureste español puede oscilar entre 11.000 y 13.000 pl/ha. Si el cultivo es más tardío o se pretende alargar la producción cubriendo los meses de invierno, habrá que ampliar los marcos para reducir la densidad de plantación, con el fin de evitar la competencia por la luz y proporcionar aireación.

6.3. Siembra

El pepino se siembra en lomillos o montículos o directamente en el suelo.

La siembra se realiza en hoyos de 2-3cm de profundidad en los que se colocan de 3-4 semillas/golpe. Se ralea después y se deja sólo 1-2pl/golpe.

6.4. Entutorado

Es una práctica imprescindible para mantener la planta erguida, mejorando la aireación general de esta y favoreciendo el aprovechamiento de la radiación y la realización de las labores culturales (destallados, recolección, etc.). Todo ello repercutirá en la producción final, calidad del fruto y control de las enfermedades.

La sujeción suele realizarse con hilo de polipropileno (rafia) sujeto de una extremo a la zona basal de la planta (liado, anudado o sujeto mediante anillas) y de otro a un alambre situado a determinada altura por encima de la planta. Conforme la planta va creciendo se va liando o sujetando al hilo tutor mediante anillas, hasta que la planta alcance el alambre. A partir de ese momento se dirige la planta hasta otro alambre situado aproximadamente a 0,5m, dejando colgar la guía y uno o varios brotes secundarios.

Existen varios tipos de entutorado en espaldera:
- Espaldera en plano inclinado:
Distancia entre tutores: 4m
Distancia entre hileras: 0,40m

- Espaldera tipo A (Siembra a ambos lados de la espaldera):
Tutores unidos en un extremo
Distancia entre tutores: 1-1,30m

- Espaldera vertical

6.5. Destallado

En pepino “tipo holandés” se suprimirán todos los brotes laterales para dejar la planta a un solo tallo. Para los restantes tipos de pepino la poda es muy similar, aunque no se eliminan los brotes laterales, sino que se despuntan por encima de la segunda hoja.

6.6. Deshojado

Se suprimirán las hojas viejas, amarillas o enfermas. Cuando la humedad sea demasiado alta será necesario tratar con pasta fungicida tras los cortes.

6.7. Riego

Inicialmente se debe realizar un riego presiembra profundo para conseguir la humedad adecuada en el momento de la siembra.


Posteriormente, para forzar un buen enraizado, se puede provocar un cierto estrés hídrico. De este modo, el sistema radicular es capaz de hacerse más extenso y explorar más superficie de suelo.

6.8. Abonado

En los cultivos protegidos de pepino en el sureste español el aporte de agua y gran parte de los nutrientes se realiza de forma generalizada mediante riego por goteo y se realiza en función del estado fenólogico de la planta así como del ambiente en que ésta se desarrolla (tipo de suelo, condiciones climáticas, calidad del agua de riego, etc.).

En cultivo en suelo y en enarenado, el establecimiento del momento y volumen de riego vendrá determinado básicamente por los siguientes parámetros:
- Tensión del agua en el suelo (tensión matricial), que se determina mediante el manejo adecuado de tensiómetros.
- Tipo de suelo (capacidad de campo, porcentaje de saturación).
- Evapotranspiración del cultivo.
- Eficacia de riego (uniformidad de caudal de los goteros).
- Calidad del agua de riego (a peor calidad, mayores son los volúmenes de agua, ya que es necesario desplazar el frente de sales del bulbo de humedad).

Consumos medios (l/m2·día) del cultivo de pepino “tipo holandés” en invernadero.
Fuente: Documentos Técnicos Agrícolas. Estación Experimental “Las Palmerillas”. Caja Rural de Almería.
MESES AGOSTO SEPT. OCT. NOV. DIC. ENERO FEB.
Quincenas
A 1,63 2,95 3,68 3,80 4,21 3,39 2,40 2,04 1,78 1,41 1,19 1,31 1,53 1,69
B 1,48 2,75 3,04 3,51 3,39 2,40 2,04 1,94 1,41 1,19 1,31 1,53 1,69
C 1,38 2,28 2,81 2,83 2,40 2,04 1,94 1,41 1,46 1,31 1,53 1,69
D 1,14 2,11 2,26 2,00 2,04 1,94 1,41 1,46 1,31 1,53 1,69
E 1,05 1,70 1,60 1,70 1,94 1,55 1,46 1,61 1,53 1,69

A: siembra o trasplante 1ª quincena de agosto.
B: siembra o trasplante 2ª quincena de agosto.
C: siembra o trasplante 1ª quincena de septiembre.
D: siembra o trasplante 2ª quincena de septiembre.
E: siembra o trasplante 1ª quincena de octubre.

Existe otra técnica empleada de menor difusión que consiste en extraer la fase líquida del suelo mediante succión a través de una cerámica porosa y posterior determinación de la conductividad eléctrica.

En el pepino “tipo holandés” es muy importante mantener un nivel de humedad constante y elevado en el suelo, para un desarrollo óptimo del sistema radicular y, posteriormente, durante la época de formación y engorde del fruto. En los terrenos enarenados la raíz evoluciona preferentemente en la capa de materia orgánica situada entre la arena y la tierra, por lo que habrá que mantener una humedad estable en esta zona, que normalmente se consigue regando con una frecuencia de 2 días.

Cuando el cultivo es adulto, con una altura superior a la del tutor, aquel sombrea al suelo, coincidiendo con una amortiguación de las temperaturas a la entrada del otoño, por lo que puede disminuirse la frecuencia, regando cada 3 o 4 días con los mismos volúmenes. Cuando las aguas son de mala calidad los riegos se realizarán a diario, para evitar problemas de salinidad, manteniendo la lectura del tensiómetro en 10-15 cb para no producir asfixia radicular.

En cultivo hidropónico el riego está automatizado y existen distintos sistemas para determinar las necesidades de riego del cultivo, siendo el más extendido el empleo de bandejas de riego a la demanda. El tiempo y el volumen de riego dependerán de las características físicas del sustrato.

En cuanto a la nutrición, cabe destacar la importancia de la relación N/K a lo largo de todo el ciclo de cultivo, que suele ser de 1/0,7 desde el trasplante hasta la cuarta-quinta semana, cambiando hacia 1/1 hasta el comienzo del engorde del fruto y posteriormente hasta 1/3.

El fósforo juega un papel relevante en las etapas de enraizamiento y floración, ya que es determinante sobre la formación de raíces y sobre el tamaño de las flores.

El calcio es un elemento determinante en la calidad y favorece una mejor defensa de las plantas frente a enfermedades.

Los microelementos van a incidir notoriamente en el color de la fruta, su calidad y la resistencia de la planta, principalmente el hierro y manganeso.

A la hora de abonar, existe un margen muy amplio de abonado en el que no se aprecian diferencias sustanciales en el cultivo, pudiendo encontrar “recetas” muy variadas y contradictorias dentro de una misma zona, con el mismo tipo de suelo y la misma variedad. No obstante, para no cometer grandes errores, no se deben sobrepasar dosis de abono total superiores a 2g/l, siendo común aportar 1g/l para aguas de conductividad próxima a 1mS/cm.

Actualmente se emplean básicamente dos métodos para establecer las necesidades de abonado: en función de las extracciones del cultivo, sobre las que existe una amplia y variada bibliografía, y en base a una solución nutritiva “ideal” a la que se ajustarán los aportes previo análisis de agua. Este último método es el que se emplea en cultivos hidropónicos, y para poder llevarlo a cabo en suelo o en enarenado, requiere la colocación de sondas de succión para poder determinar la composición de la solución del suelo mediante análisis de macro y micronutrientes, CE y pH.

Los fertilizantes de uso más extendido son los abonos simples en forma de sólidos solubles (nitrato cálcico, nitrato potásico, nitrato amónico, fosfato monopotásico, fosfato monoamónico, sulfato potásico y sulfato magnésico) y en forma líquida (ácido fosfórico y ácido nítrico), debido a su bajo coste y a que permiten un fácil ajuste de la solución nutritiva, aunque existen en el mercado abonos complejos sólidos cristalinos y líquidos que se ajustan adecuadamente, solos o en combinación con los abonos simples, a los equilibrios requeridos en las distintas fases de desarrollo del cultivo.

El aporte de microelementos, que años atrás se había descuidado en gran medida, resulta vital para una nutrición adecuada, pudiendo encontrar en el mercado una amplia gama de sólidos y líquidos en forma mineral y en forma de quelatos, cuando es necesario favorecer su estabilidad en el medio de cultivo y su absorción por la planta.

También se dispone de numerosos correctores de carencias tanto de macro como de micronutrientes que pueden aplicarse vía foliar o riego por goteo, aminoácidos de uso preventivo y curativo, que ayudan a la planta en momentos críticos de su desarrollo o bajo condiciones ambientales desfavorables, así como otros productos (ácidos húmicos y fúlvicos, correctores salinos, etc.), que mejoran las condiciones del medio y facilitan la asimilación de nutrientes por la planta.

6.9. Aclareo de frutos

Deben limpiarse de frutos las primeras 7-8 hojas (60-75 cm), de forma que la planta pueda desarrollar un sistema radicular fuerte antes de entrar en producción. Estos frutos bajos suelen ser de baja calidad, pues tocan el suelo, además de impedir el desarrollo normal de parte aérea y limita la producción de la parte superior de la planta.

Los frutos curvados, malformados y abortados deben ser eliminados cuanto antes, al igual que aquellos que aparecen agrupados en las axilas de las hojas de algunas variedades, dejando un solo fruto por axila, ya que esto facilita el llenado de los restantes, además de dar también mayor precocidad.

Fuente:
Redacción Infoagro


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Cap. 1
   El cultivo del pepino (Parte I)
Cap. 2
   El cultivo del pepino (Parte II)


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