1. Introducción
2. Factores que influyen en el rendimiento
3. Aspectos a mejorar
1. Introducción
El cultivo del higo es conocido en todo el mundo, con especial importancia en las zonas mediterráneas y de Asia. En América, existen regiones de México que cuenta con importantes extensiones de este árbol. El papel del higo en la agricultura en general no es demasiado significativo, aunque sí es cierto que tiene un gran margen para mejorar. Por tanto, si se ajustan los principales factores que afectan a este cultivo, su rentabilidad podría aumentar, siendo posible el incremento de participación del mismo, así como un papel más destacado en el sector agrario.
2. Factores que influyen en el rendimiento
Las posibilidades de exportación al mercado internacional, así como una mayor demanda nacional hace pensar en un posible crecimiento de este cultivo. Sin embargo, a la hora de producir, es necesario analizar aquellos factores que pueden influir de manera determinante en el rendimiento, actuando sobre ellos para que su gestión resulte eficaz.
En este sentido, vamos a enumerar algunos de estos factores que, sin duda, pueden mejorar las cosechas de nuestros campos de higos. Son los siguientes:
- Variedad
Existe un gran número de ellas; Black Mission, Brown Turkey, Calimyrna, Kadota, Sierra y Tiger, entre otras.
Antes de iniciar la plantación, es importante decidirse por variedades que ofrezcan, además de un buen rendimiento, una buena aceptación en el mercado por parte de los consumidores. Black Mission, es la variedad más extendida en el mercado internacional.
- Zona de producción
No todas las regiones son aptas para producir de forma óptima. Las zonas donde se pueden obtener mejores resultados estarán amparadas por unas condiciones climáticas favorables, es decir, aquellas que presenten baja precipitación y humedad relativa, alta luminosidad, baja nubosidad, libres de heladas y fuertes vientos, etc. Sin embargo, también es posible producir en zonas altas con presencia de heladas y condiciones más adversas, pero se requiere de la implementación de estructuras protectoras como cubiertas plásticas, así como un cierto apoyo del nivel tecnológico.
- Coste de la planta
Se compone de varios factores como la variedad, la edad de la planta, el certificado sanitario, el método de propagación, el estado fitosanitario, etc. Todos estos aspectos repercuten finalmente en un mayor o menor gasto para el agricultor, por lo que éste debe estar atento para obtener una planta lista para el trasplante en estado óptimo, con todos sus requisitos y lo más económica posible, sin gastos imprevistos que disminuyan la rentabilidad. El precio de cada planta se estima entre los 5 y 10 euros.
- Densidad de plantación
Los marcos de plantación, de manera tradicional, han sido muy amplios, con grandes árboles, lo cual dificultaba las labores de manejo y la cosecha, principalmente. En la actualidad, se está optando por densidades más elevadas o, dicho de otra forma, marcos de plantación más reducidos, que facilitan estas acciones y proporcionan una mayor precocidad.
En este sentido, se pueden diferenciar tres niveles diferentes, dependiendo de los sistemas de producción:
- Sistema de producción
Ya hemos visto los tres sistemas principales para producir, los cuales no están en función, únicamente de las densidades de plantación, sino también de su nivel tecnológico y gestión agronómica, fundamentalmente. La mayor parte de la producción de higo se lleva a cabo en campo abierto, bajo sistemas extensivos. La necesidad de producir más como consecuencia de la demanda del mercado hará precisa la aplicación de mejoras (empleadas en otros cultivos) como puede ser el uso de estructuras de protección (macro-túneles, malla sombra), sistemas de fertirrigación, incremento de densidades, labores de poda, mayor control de plagas y enfermedades, etc.
A este respecto, se ha propuesto por parte de algunos investigadores un sistema intensivo en invernadero para el cultivo de higo, cuyas densidades superan las 12,000 plantas por hectárea, dispone de sistema de riego localizado, en macetas con sustrato de tezontle y uso de solución nutritiva, así como un sistema de conducción mediante rafia que implica una poda intensiva y continua de la planta. Con este sistema propuesto, se estima un rendimiento potencial que puede superar las 100 toneladas por hectárea.
- Tiempo estimado hasta la cosecha
El periodo comprendido hasta la primera cosecha es un factor importante a considerar, ya que supone el primer ingreso económico en la explotación, el cual es especialmente determinante de cara a compensar los gastos de la inversión inicial. Este tiempo viene definido por el sistema productivo, determinado a su vez por el manejo del cultivo y su nivel tecnológico. De este modo, la primera cosecha puede obtenerse en plantaciones de baja densidad (sistemas extensivos), normalmente, después de un año. En cambio, en los sistemas que utilizan densidades medias y altas, este periodo puede reducirse hasta los 9 meses, posibilitando así 1.5 cosechas al año. Por tanto, estos sistemas, además de ser más precoces, serían también más productivos.
- Superficie rentable para iniciar una plantación
Ésta dependerá igualmente del sistema productivo que se vaya a implantar, resultando una superficie mínima que sea rentable a la hora de iniciar la plantación, tal como:
- Inversión necesaria para una hectárea
Dependerá del sistema de manejo y del nivel tecnológico que se pretenda implantar. De forma general, la inversión en el primer año de cultivo, incluye principalmente: coste de la planta, sistema de riego, tutoreo, cubierta plástica, mano de obra para mantenimiento y cosecha, fertilizantes, productos fitosanitarios, control de malezas, certificaciones, asesoría técnica y gastos administrativos. Con todo esto, la inversión estimada podría ser la siguiente:
- Rentabilidad del cultivo
Los beneficios que puede obtener el agricultor también van a depender del sistema de producción. Los ingresos comenzarán con la primera cosecha, la cual hemos visto que puede producirse a los 9 meses. Dependiendo de la inversión inicial y la gestión de los gastos de mantenimiento, se estima que este cultivo ofrece una rentabilidad significativa a partir del segundo año de la plantación. Por tanto, el margen de beneficios estará en función de la relación existente entre los gastos y los ingresos.
Realizando un control correcto de todos estos parámetros resultará más sencillo que las plantaciones de higo sean más productivas y rentables.
3. Aspectos a mejorar
En el sector del higo se están abriendo algunas posibilidades muy buenas para que éste pueda crecer, con las cuales se puede ser optimista. Sin embargo, en la actualidad también existen una serie de problemas o situaciones que deben ser mejoradas si se quiere conseguir un aumento productivo y comercial. Algunos de estos problemas son:
- Problemas fitosanitarios desde el inicio
Existen casos de productores con relativa poca experiencia en el cultivo (o no) que, cuando adquieren las plantas en los viveros, no se dan cuenta o no les dan la suficiente importancia a los problemas sanitarios que dichas plantas traen consigo, como pueden ser el barrenador de ramas, nematodos o fusarium, entre otros. Estos patógenos pueden tener remedio en algunos casos, pero en otros pueden hacerse periódicos en el terreno de cultivo. En cualquier caso, no debería iniciarse ninguna plantación con problemas fitosanitarios, especialmente si puede evitarse. Comenzar un cultivo con plantas sanas es empezar con buen pie y con más posibilidades de alcanzar los objetivos propuestos.
- Orientación en la producción y en la comercialización
En lo referente a la producción del cultivo existe, a veces, cierta desorientación o duda sobre el producto que se desea trabajar (brevas, higos o ambos). Por tanto, es recomendable tener estos conceptos claros para poder ejecutar una óptima planificación al respecto.
En cuanto al destino de la cosecha, también es aconsejable dirigir los frutos a un tipo concreto de producto. Algunos ejemplos son: consumo en fresco, consumo animal, secado o deshidratado, producto industrial, características de los frutos (tamaño, color, sabor, etc.). Del mismo modo, si se destinará a comercio local o a exportación.
- Manejo agronómico poco tecnificado
Este cultivo debe seguir creciendo y desarrollando las técnicas de cultivo. Actualmente, no puede considerarse un cultivo tecnificado, aunque se están implementando algunas de ellas, procedentes de otros cultivos como las berries. Con el tiempo, el ajuste en la aplicación de estas técnicas, provocará una mejora considerable en el rendimiento.
- Control de los costes
Si no se gestionan los gastos de manera precisa, una plantación de higos que, en un principio parecía rentable, podría dar una sorpresa desagradable, resultando éstos finalmente demasiado elevados, y afectando con ello a los beneficios del agricultor. Por tanto, es preciso afinar y estar informado de los detalles concernientes a los costes, sea cual sea su naturaleza (agronómica, administrativa, comercial, normativa, etc.).
Redacción: Dpto. Agronomía Infoagro
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