LA PYRICULARIA ORYZAE DEL ARROZ 1. Introducción |
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1. INTRODUCCIÓN.
La Pyricularia ha sido considerada como la principal enfermedad del arroz debido a su amplia distribución y su poder destructivo bajo condiciones favorables. En la última década, las infecciones de Pyricularia se han producido en regiones o áreas aisladas.
La Pyricularia está considerada como una enfermedad criptogámica compleja debido a la variabilidad patogénica y la rapidez con la que este hongo vence la resistencia de la planta de arroz. El micelio del hongo produce una sustancia tóxica conocida como pericularina, que inhibe el crecimiento de los tejidos y los desorganiza.
2. CICLO DE LA PYRICULARIA.
La Pyricularia oryzae se desarrolla cuando las temperaturas oscilan entre 22º - 29º y se alcanzan elevadas humedades relativas en torno al 90%. Si las concentraciones en Nitrógeno del agua de riego son elevadas se favorece el desarrollo del hongo; esta es una de las posibles causas de la última infección en la Albufera de Valencia, ya que parte del agua con la que se riega procede de una depuradora cercana.
El hongo de la Pyricularia produce gran cantidad de esporas (de 3.000 a 6.000). Para evitar que se produzca esta esporulación hay que adoptar estrategias que la impidan. Esto se lleva a cabo mediante el análisis de la regulación genética de la esporulación. La técnica se basa en localizar el gen responsable de la esporulación, de modo que se destruya o inactive mediante control químico o biológico. Ya que la fuente más importante de inóculo para el inicio de esta enfermedad son las esporas que llegan desde los restos de cosecha de la campaña anterior o las procedentes de malas hierbas, pues alojan al hongo durante el invierno.
La propagación de esta enfermedad se atribuye a una serie de causas:
-Aparición de nuevas variedades, ya que en los últimos 30 años se han utilizado variedades con elevados rendimientos y escasa variabilidad genética, por lo que los ataques de Pyricularia han sido muy importantes.
-Cambios de los sistemas de cultivo, al no realizarse rotación de cultivos, el siguiente año hay una elevada presencia de esporas de Pyricularia.
-Cambios en las prácticas culturales, las nuevas variedades requieren de una elevada cantidad de nitrógeno, que favorece el desarrollo de este hongo.
3. SINTOMATOLOGÍA.
El hongo produce manchas o lesiones en las hojas de forma alargada, de color marrón uniforme y más tarde con centros grisáceos y bordes de color marrón. También produce daños en los nudos y en las diferentes partes de la panícula y los granos.
El tamaño y la forma de la mancha varía dependiendo de los siguientes factores: condiciones ambientales, edad de la mancha, grado de susceptibilidad del cultivar y del abastecimiento de nitrógeno, llegando las hojas a morir en las plantas gravemente afectadas. En el nudo superior o en su proximidad se producen decoloraciones con áreas necróticas de color marrón.
En la panícula se producen lesiones oscuras, terminando tronchada, a veces son atacadas las zonas cercanas a la base de la panícula y en ocasiones cae. Los granos terminan vacíos o deficientemente llenos y grises.
Las variedades de arroz del tipo índico o japónico son mucho más propensas a desarrollar este hongo que las variedades tradicionales.
4. CONTROL.
Es muy importante tener en cuenta que cualquier método de control de esta enfermedad ha de acoplarse a las condiciones particulares del cultivo en cada zona arrocera (época de siembra, aportes de abonos, densidad de siembra, climatología, variedades, etc.).
-Para prevenir la enfermedad se recomienda desinfectar la semilla, no abonar en exceso y de forma tardía con nitrógeno, emplear un abonado equilibrado con fósforo y potasio y retrasar la retirada del agua en la maduración en cultivos vigorosos.
-La fase inicial de recolección se origina por las semillas, por el suelo infectado o por el rastrojo del año anterior, por tanto tras la recolección, quemar la paja para destruir totalmente las esporas del hongo, pero esta técnica no es muy recomendable, por el gran impacto que causa.
-Si se cultivan variedades de tipo índico o japónico deben hacerse tratamientos preventivos.
-Hay que tener en cuenta que el agua fría facilita la infección .
-La mejor estrategia de manejo y control están basadas en el empleo de variedades resistentes.
Cuando nos encontramos en plena campaña habrá que utilizar un fungicida adecuado, teniendo en cuenta que el grano está ya presente y guardando los plazos de seguridad adecuados para la recolección. En algunas ocasiones los organismos oficiales realizan tratamientos aéreos para combatir a este hongo. En la siguiente tabla se muestra las materias activas recomendadas, las dosis y la presentación del producto:
MATERIA ACTIVA | DOSIS | PRESENTACIÓN DEL PRODUCTO |
Procloraz 45% | 0.50-1 l/ha | Emulsión de aceite en agua |
Procloraz 46% | 0.50-1 l/ha | Polvo mojable |
Tebuconazol 25% | 0.04-0.10% | Emulsión de aceite en agua |
Triciclazol 75% | 0.30 kg/ha | Polvo mojable |
Triflumizol 30% | 0.15 kg/ha | Polvo mojable |
5. OBTENCIÓN DE PLANTAS RESISTENTES A PYRICULARIA ORYZAE.
Se están llevando a cabo investigaciones para el desarrollo de resistencia incompleta o parcial que tolera algún grado de infección. Esto es debido a que la resistencia monogénica frecuentemente se hace vulnerable a la enfermedad por adaptación del patógeno y en 2 ó 3 años se vuelve a producir la infección. Si se permite algún grado de infección se disminuye la presión de selección de nuevos patotipos más virulentos que el primero.
El objetivo de la resistencia parcial es reducir tanto el número como el tamaño de las lesiones, así como la esporulación del hongo en la planta. Esta resistencia podría obtenerse de dos formas distintas: a partir de genes mayores, que ofrecen resistencia completa a ciertos tipos de hongo o con genes menores, que confieren una resistencia parcial. Así estos genes serían integrados dentro del ADN de la planta para que expresara su resistencia.
En el desarrollo de cultivares con resistencia permanente, estos cultivares están siendo analizados utilizando un mapeo cuantitativo de los loci en otros cultivos. Moroberekan es un cultivar autóctono africano, que es conocido por tener una resistencia permanente a Pyricularia.
Este cultivar, que es de tipo japónica, se cruzó con el cultivar CO39 de tipo índica produciéndose 281 F7. Los resultados obtenidos sugieren que el cultivo Moroberekan contiene más genes mayores.
Ensayos desarrollados en Filipinas, sobre el cultivar autóctono KB2, mostraron interacciones constantes con unas plantas huéspedes y no con otras; siendo algunas resistentes a un linaje específico y otras muy sensibles. A partir de los patotipos, se seleccionaron genes resistentes a todos los linajes del patógeno mediante un programa de mejora genética piramidal.