IMAGEN PERCIBIDA DE LOS ALIMENTOS TRANSGÉNICOS. UN ESTUDIO EXPLORATORIO (1ª parte) Resumen |
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RESUMEN
Los avances en el campo de la biotecnología han supuesto la aparición de los denominados alimentos transgénicos. Simultáneamente, se ha generado un gran debate social en torno a los beneficios y los riesgos que pueden suponer para la sociedad. La gran cantidad de información que llega a los consumidores, en muchos casos poco contrastada y falta de rigor, ha provocado una gran confusión que ha llevado a la intervención de la Administración. Aunque la legislación es muy restrictiva en lo que respecta a la producción, elaboración y comercialización de estos productos. En general, es raro encontrar productos transgénicos en el mercado o por lo menos productos que así lo indiquen en su etiqueta, si bien es verdad que las empresas pueden mostrarse reacias a etiquetar sus productos con esta indicación, porque piensan que el consumidor podría rechazarlos.
En este trabajo se ha realizado un estudio exploratorio, basado en una encuesta a 183 consumidores, utilizando un muestreo por conveniencia. El principal objetivo de la investigación ha sido determinar la imagen que sobre los alimentos transgénicos tienen los consumidores para lo que se ha procedido a una segmentación en función de si estarían o no dispuestos a consumirlos, utilizando la técnica denominada “análisis cluster”. Posteriormente se ha procedido a caracterizar a dichos consumidores en función de características descriptivas (sexo, edad, renta, tipo de hábitat y nivel de conocimiento sobre dichos productos) y funcionales (motivos de consumo y no consumo, atributos del producto, estilos de vida y actitudes generales de compra).
Este estudio exploratorio será ampliado posteriormente con otros trabajos encaminados a la obtención de modelos de riesgo y beneficio percibido por los consumidores sobre los productos transgénicos, lo que permitirá determinar la intención de compra de los consumidores hacia estos productos, así como las principales variables influyentes en la misma.
1. INTRODUCCIÓN
La biotecnología, mediante las técnicas de Ingeniería Genética, ha permitido la obtención de organismos modificados genéticamente (OMG). Estas técnicas aplicadas al sector agroalimentario han dado lugar a los alimentos modificados genéticamente, también denominados “alimentos transgénicos”, que pueden aportar mejoras con respecto a los alimentos convencionales en diversas características organolépticas, nutricionales o económicas. Estos productos aparecen hace más de un cuarto de siglo, pero no es hasta el año 1994, momento en el que se inicia su comercialización, cuando realmente surge el interés y la preocupación de los consumidores.
Según el informe del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA, 2003), la superficie total de cultivos transgénicos en el mundo ha sufrido un importante crecimiento, llegando a multiplicarse por 39 en los últimos años (ISAAA, 2003). Desde 1996 hasta el 2003 la superficie ha pasado de 1,7 millones de hectáreas a superar los 67 millones de hectáreas (gráfico 1). Sin embargo, la velocidad de crecimiento en el citado período no ha sido uniforme, ya que a partir del año 1999 se ha ralentizado posiblemente debido a los problemas legales y de introducción en el mercado que están sufriendo este tipo de productos, sobre todo en la UE. A pesar de ello la siembra de cultivos transgénicos ha aumentado un 10% en el año 2003.
Gráfico 1. Superficie mundial de cultivos transgénicos en el período 1996-2003 (en millones de hectáreas).
Fuente: ISAAA, 2003
La totalidad de la superficie cultivada con variedades transgénicas (gráfico 2) se reduce a cuatro productos que son: soja (41,4 millones de hectáreas), maíz (15,5 millones de ha), algodón (7,2 millones de ha) y colza (3,6 millones de ha).
Gráfico 2. Principales cultivos transgénicos en el mundo. Año 2003.
Fuente: ISAAA, 2003.
El 99% de la superficie mundial cultivada con variedades transgénicas se distribuye entre Estados Unidos, Argentina, Canadá, China, Brasil y Sudáfrica (gráfico 3). La lista total de 18 países productores de transgénicos se completa con Australia, India, Rumania y Uruguay con más de 50.000 hectáreas sembradas y otros ocho países con cantidades menores.
Gráfico 3. Distribución porcentual de países productores de cultivos transgénicos.
En Europa el mayor productor de cultivos transgénicos es Rumania que en este último año ha alcanzado las 70.000 hectáreas cultivadas. Otros países europeos productores de transgénicos son España, Bulgaria y Alemania.
En España la superficie dedicada a cultivos transgénicos sigue creciendo y muestra de ello es el incremento del 28% en este último año, pasando de 25.000 hectáreas cultivadas de maíz Bt en el año 2002 a un total de 32.000 hectáreas en el 2003.
El informe realizado por el Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA) confirma que los agricultores se han decidido a adoptar los cultivos transgénicos por sus importantes ventajas agronómicas, económicas y medioambientales, y a pesar del debate actual en la Unión Europea existen razones para pensar que la superficie dedicada a este tipo de cultivos cada vez sea mayor (James, 2003).
Frente a los agricultores, optimistas ante los avances que les ofrece la biotecnología, los consumidores sienten un cierto rechazo hacia los productos transgénicos, sobre todo en el caso de los destinados a la alimentación (Moraleda, 2003). Este rechazo puede deberse al peligro potencial que los consumidores detectan en estos productos, peligros que, en consecuencia, deben ser tenidos en consideración.
Por otro lado, en materia de riesgo alimentario para el consumidor, los controles referentes a la seguridad en la elaboración y comercialización de los alimentos transgénicos son muy exigentes (Arribas, 1999; Lamo de Espinosa, 2003). A este tipo de alimentos se les están aplicando criterios de prevención que no cumplirían la mayoría de los alimentos convencionales. A esto se suma la obligación aprobada en 1998 por la UE de etiquetar los alimentos procedentes de variedades genéticamente modificadas. Esto permite al consumidor conocer si los alimentos están manipulados genéticamente, y por lo tanto, quedaría a su criterio la elección de estos productos (Barahona, 1999).
Recientemente han entrado en vigor el Reglamento 1829/03 sobre alimentos y piensos modificados genéticamente y el Reglamento 1830/03 relativo a la trazabilidad y al etiquetado de organismos modificados genéticamente, y a la trazabilidad de los alimentos y piensos producidos a partir de éstos. En estos reglamentos se introducen nuevas obligaciones:
1. Obligación de informar al cliente cuando se comercializa un OMG o un derivado de OMG.
2. Obligación de trazabilidad para todos los eslabones de la cadena.
3. Obligación de etiquetado. En este punto cabe destacar que los alimentos modificados genéticamente deben etiquetarse, incluso si no contienen ya trazas de ADN ni de proteína derivada de la modificación genética. De igual manera, los piensos modificados genéticamente deben etiquetarse incluso si no contienen ya trazas de ADN ni de proteína derivada de la modificación genética.
4. El umbral de presencia adventicia o accidental para el etiquetado pasa del 1% anterior al 0,9% y se establece un nuevo umbral (transitorio) de 0,5% para los OMG con una evaluación de riesgo favorable, pero que todavía no han recibido la autorización administrativa correspondiente en la UE.
Esta medida de etiquetado es de obligado cumplimiento para todos los productores de la Unión Europea. y afecta a todo alimento que sea OMG, a sus ingredientes, o a todos aquellos alimentos producidos a partir de OMG, siempre que vayan dirigidos al consumidor final. Los productos transgénicos fabricados antes del 18 de abril de 2004 (fecha de entrada en vigor de estos Reglamentos) están exentos de este nuevo etiquetado. Existen ciertos alimentos que están excluidos de las reglas de etiquetado por no producirse a partir de un OMG como son los productos de origen animal (leche, carne y huevos) procedentes de animales alimentados con alimentos modificados genéticamente, así como los alimentos que no contengan microorganismos modificados genéticamente en el producto final.
Sin embargo, y a pesar de toda la legislación existente que rodea a estos productos, en el proceso de decisión de compra, la imagen subjetiva que sobre el producto tiene el consumidor es muy importante, y en el caso de los alimentos transgénicos aparecen ciertas actitudes de rechazo (Muñoz, 2004) debido a las numerosas campañas en contra que se han llevado a cabo desde los sectores reacios a la utilización de estas tecnologías.
Por todo ello, y a pesar del crecimiento que reflejan los datos anteriores, en la sociedad en general existe actualmente un debate sobre la bondad de este tipo de productos, sobre todo en lo que concierne a las consecuencias que se pueden derivar de la aplicación de estas prácticas a la agricultura, y el efecto que puedan tener los alimentos así obtenidos sobre los consumidores. De este debate se extrae la necesidad de realizar un estudio sobre la percepción de este tipo de productos, valorando la imagen favorable o desfavorable de ellos, analizando tanto las posibles ventajas como los riesgos potenciales que conllevan y teniendo en cuenta los aspectos económicos, sociales y ambientales en los que pueden influir.
El objetivo de esta investigación ha sido determinar la imagen que sobre los alimentos transgénicos tienen los consumidores. Para ello se ha realizado una encuesta a 146 consumidores a los que se ha preguntado por el nivel de información que tiene sobre los alimentos que consume y el conocimiento que tienen sobre los alimentos transgénicos. También se ha preguntado si estarían dispuestos o no a consumirlos y sus motivos de consumo o no consumo. Por último se ha procedido a caracterizar a dichos consumidores en función de características descriptivas.
Este estudio exploratorio será ampliado posteriormente con otros trabajos encaminados a la obtención de modelos de riesgo y beneficio percibido por los consumidores sobre los productos transgénicos, lo que permitirá determinar la intención de compra de los consumidores hacia estos productos, así como las principales variables influyentes en la misma.
2. METODOLOGÍA
En este estudio se ha realizado un análisis exploratorio para determinar la situación actual de los consumidores frente a los alimentos transgénicos. Para ello se ha realizado una encuesta en la que la selección de la muestra se realizó mediante un muestreo no probabilístico por conveniencia a 146 estudiantes de últimos cursos de carreras técnicas y personas cercanas a ellos de la provincia de Alicante, durante el mes de mayo de 2003 (tabla 1). El tipo de muestreo utilizado supone que las conclusiones del trabajo deben ser tratadas con precaución (Kinnear y Taylor, 1998).
Tabla 1. Ficha técnica de la encuesta
Universo | Consumidores |
Ámbito geográfico | Provincia de Alicante |
Tamaño muestral | Cuestionarios válidos:146 |
Muestreo | No probabilístico |
Fecha de realización de la encuesta | Mayo 2003 |
Para tener un conocimiento de la muestra estudiada, se ha realizado un análisis descriptivo de su perfil (tabla 2).
Tabla 2. Perfil sociodemográfico de la muestra de consumidores analizada.
VARIABLE | NIVELES |
Sexo | Hombres: 50.7% Mujeres: 49.3% |
Edad | 16-25 años: 49.7% 26-34 años: 30.8% 35-49 años: 8.2% 50-64 años: 11.6% >64 años: 1.4% |
Tipo de hábitat | Rural: 32.2% Urbano: 67.8% |
Renta familiar | Baja: 2.9% Media-baja: 10.7% Media: 60.0% Media-alta: 23.6% Alta: 2.9% |
Sector de dedicación | Agricultura: 8.9% Administración/servicios: 27.4% Industria: 9.6% Pasivo (sus labores, estudiante, parado, etc): 54.1% |
Nivel de estudios | Elementales: 15.8% Medios: 32.2% Superiores: 52.1% |
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