La Comisión Europea propuso aplicar en toda la UE una prohibición temporal de las harinas de origen animal destinadas a la alimentación del ganado, anunció el comisario de protección de los consumidores, David Byrne.
El Ejecutivo de la UE propuso también excluir de la cadena alimentaria todas las reses de vacuno mayores de 30 meses, salvo los que hayan sido sometidas a un análisis de detección del mal de las vacas locas.
Sobre las restricciones aplicadas por España, Austria e Italia a las importaciones de vacuno francés e irlandés, Byrne dijo que estaban inspiradas ''en el hecho de que esos países no confían en sus propios controles''.
La Comisión Europea adoptó también una tercera propuesta en la que añade a la lista de materiales de riesgo que deben ser eliminados y destruidos ''la totalidad del intestino de bovinos de cualquier edad''.
El comisario de Agricultura, Franz Fischler, aseguró que la prohibición temporal de las harinas cárnicas ''va a resultar costosa'' y evaluó en 3000 millones de euros anuales el coste que supondrá.
También añadió que la industria tendrá 1.500 millones de perdidas de ingresos.
Otro efecto añadido de esa decisión será la necesidad de contar con alimentos proteínicos de sustitución a las harinas de origen animal.
La Unión Europea está dispuesta a hacer frente a los costes asociados a la prohibición temporal de las harinas, ya que considera, en palabras de Fischler, que es una inversión en la confianza de los consumidores.
Ambos comisarios coincidieron en que es ''absolutamente inapropiado'' que los Estados miembros traten de responder a la situación de forma unilateral.
Las medidas propuestas hoy por la Comisión Europea serán presentadas el próximo lunes a los ministros de Agricultura de los Quince que celebrarán ese día un consejo extraordinario en Bruselas.