ESPAÑA 28/09/2000
El turismo rural absorbe más del 70 por ciento de las inversiones protagonizadas por las mujeres de las zonas deprimidas, sector al que siguen el pequeño comercio, la elaboración y venta de artesanía, cerámica y textiles y la industria alimentaria tradicional, especialmente las conservas vegetales.
Esta es la principal conclusión del estudio ''Nuevos yacimientos de empleo: orientaciones para su activación por mujeres en el ámbito rural'', realizado por la firma Saborá para el Instituto de la Mujer, que ha sido presentado por una de sus autoras, Alicia Langreo, en el marco de la XLVI Feria Agraria de San Miguel de Lérida.
El informe ha sido realizado en 10 comarcas de las Comunidades Autónomas Objetivo 1, que reúnen las características más comunes del medio rural, para generalizar los resultados, e incluye los proyectos LEADER, PRODER y NOW y los orientados a autoempleo y pymes.
La investigación fue realizada sobre 46 mujeres empresarias de las zonas Sierra Morena, oriente asturiano, Isla de La Palma, Béjar-Sierra de Francia, área del Záncara, Asón-Aguera, Valle del Jerte, Costa da Morte, Vega Baja del Segura y Utiel-Requena y Valle de Ayora.
Según este panel, las mujeres emprendedoras rurales parten de una situación de desempleo o inactividad, anteriormente asalariadas o que han colaborado en explotaciones familiares, con una media de edad de entre 30 y 45 años, formación básica y renta media.
Las mujeres que habitan en municipios de menos de 20.000 habitantes en las zonas Objetivo 1 suponen el 50,3 por ciento de la población, sufre un fenómeno de progresivo envejecimiento y está empleada mayoritariamente en el sector servicios (más del 55 por ciento), agricultura (27 por ciento) e industria (17 por ciento).
Las zonas con más mujeres empleadas en servicios son Canarias y Extremadura, con el 80 y 70 por ciento, respectivamente, mientras que Galicia figura a la cola, con el 40 por ciento.
La agricultura ocupa más del 40 por ciento de este colectivo en Asturias, porcentaje que baja al diez por ciento en Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana.
La media de mujeres rurales empleadas por la industria está en el 17 por ciento del total, si bien la proporción es muy superior en Castilla-La Mancha (35,6 por ciento), Comunidad Valenciana (26,8) y Murcia (25,2 por ciento), e inferior en Asturias (por debajo del seis por ciento).