EEUU 01/09/2000
El Ministerio de Agricultura y el sector productor de arroz reafirmaron ayer su rechazo a la propuesta de reforma de la Organización Común de Mercado (OCM) del arroz, presentada por la Comisión Europea, en la que se baraja, entre otras medidas, la supresión de la intervención pública de los excedentes.
Así lo indicaron ayer tarde responsables de las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA y de la Confederación de Cooperativas Agrarias de España (CCAE) tras la reunión que mantuvieron con el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, para analizar la estrategia a seguir por España para defender este sector.
El técnico de servicios de cereales y oleaginosas de CCAE, Antonio Catón, aseguró que los principales obstáculos de la propuesta de reforma son la supresión del precio de intervención del arroz y la intención de la Comisión Europea de equiparar este producto al régimen de los cultivos herbáceos.
Catón apuntó que el sector productor de arroz, y no sólo las cooperativas, ''están, de momento, bastante ilusionados con la postura que está tomando el ministro, ya que ha comprendido perfectamente el problema'', aunque reconocemos que la Comisión Europea ''no va a cambiar de la noche a la mañana''.
Matizó que, no obstante, responsables de la Dirección General de Agricultura de la Comisión Europea aseguraron a la CCAE que si las negociaciones con los países terceros ''no llegan a buen fin'' el documento se retiraría, ''lo que supone una pequeña garantía al ser la primera vez asume la posibilidad de retirar una propuesta''.
Por parte de la Asociación Agraria Jóvenes Agricultores (ASAJA), el presidente de la Federación de Arroceros de Sevilla, Manuel Cano, afirmó que ''querer compensar las grandes importaciones de arroz de terceros países con la supresión de la intervención, es una vía insostenible, que el sector productor no está dispuesto a tolerar''.
Advirtió de que si la Comisión Europea ''sigue permitiendo que entre a la Unión Europea la barbaridad de 540.000 toneladas de arroz, todos los años van a sobrar alrededor de 300.000 toneladas, que serán mayoritariamente españolas, ya que debido a nuestros inputs de producción son algo más altas de precio''.
Subrayó que el verdadero problema estriba en ''las negociaciones tan tremendas que se han hecho con terceros países'', por lo que ASAJA reiteró al ministro la necesidad de que exija en Bruselas ''la renegociación de estos tratados, que benefician a los grandes exportadores''.
El responsable de arroz de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG), Joan Cercós, agradeció al ministro este encuentro antes de la reunión informal del Consejo de Ministros de Agricultura, que se celebrará la próxima semana en Biarrtiz, de cara a coordinar la estrategia para intentar anular dicha propuesta durante el mandato francés.
Cercós se congratuló de que Arias ''esté plenamente convencido'' de que los planteamientos de la Comisión Europea son ''inviables'', y podrían suponer no sólo la desaparición del cultivo del arroz en España, sino la de parques naturales importantes, en los que este producto juega un papel fundamental.
Explicó que COAG ha propuesto que las organizaciones agrarias mantengan una reunión en Biarritz con los cinco ministros del ramo de los países productores para conseguir una unidad de criterios y no descartó nuevas movilizaciones en la próxima reunión del Consejo de Ministros de la UE si la Comisión mantiene su documento.
Desde la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA), el presidente de la sectorial de arroz, Miguel Leal, señaló que en la reunión trasladaron al ministro las opiniones recabadas de los encuentros mantenidos con el director general de Agricultura de la Comisión Europea y con parlamentarios europeos.
Dijo que UPA también pidió a Arias que en las próximas conversaciones haga llegar a sus homólogos de los países productores que el sector productor comunitario está en contra de esta propuesta, como es el caso de Italia, para conseguir, así, el apoyo necesario para que España ''no esté sola''.
Leal apuntó que, de cualquier forma, la reforma se ha paralizado ''un poco'', ya que parece que a la propia Comisión Europea ''no le gusta'', por lo que ''vemos más cerca la posibilidad de que no salga adelante una propuesta que pondría en peligro la viabilidad del sector y dejaría a los productores en manos de las multinacionales''.