El parlamentario europeo del Partido Andalucista (PA), Carlos Bautista, afirma que el cierre de Cetarsa responde a una vendetta o a un ajuste de cuentas entre el Gobierno central y la Junta de Andalucía.
El representante andalucista, que ha participado de forma activa en la huelga general convocada por la Mesa del Tabaco de Granada, recuerda que la Junta de Andalucía ha demandado a las tabacaleras por daños a la salud pública y que entre estas tabacaleras se encuentra Altadis, una sociedad con participación en Cetarsa, que además pertenece a la Sociedad Española de Participaciones Industriales (SEPI) controlada por el Ejecutivo de Aznar. De ahí que Bautista piense que el Gobierno central está castigando a Andalucía, argumentando criterios industriales para cerrar esta fábrica.
Es curioso, añade el diputado europeo del PA, que se cierre esta fábrica, que sólo da beneficios, en una provincia como Granada, que se encuentra a la cola del Producto Interior Bruto (PIB) español. Si se trata de una reestructuración, como manifiesta la SEPI, Bautista no entiende por qué se suprime la fábrica granadina, al ser la única empresa pública de tabaco en Andalucía que genera beneficios y al estar ubicada en una zona con graves carencias económicas.
Tras el éxito de la huelga general celebrada en protesta por el cierre, el representante andalucista cree que tanto el Gobierno del PP como su ministro de Agricultura deben tomar nota de la actuación de los agricultores, ya que su decisión de cerrar la fábrica sólo sirve para perjudicar a los agricultores de 21 municipios de la Vega granadina. Esta decisión, finaliza Bautista, evidencia la defensa de intereses políticos, una vez más alejados de los intereses de Andalucía, que se esconden tras el anuncio de una reestructuración y que no son más que meros ajustes de cuentas.
