UE-cereales: Los Quince autorizan a la CE a negociar los cambios en importaciones de cereal
Los Quince autorizaron a la Comisión Europea (CE) a que negocie ante la Organización Mundial de Comercio (OMC) una modificación en los impuestos para las importaciones de cereales procedentes de países terceros.
El Consejo de Ministros de la UE aprobó, por procedimiento escrito, el mandato para que el Ejecutivo comience dichas negociaciones, informaron fuentes comunitarias.
Esta decisión fue ratificada después de que el Comité Especial de Agricultura -formado por técnicos de los Quince- llegara el pasado martes a un acuerdo sobre un cambio en dichas importaciones, con el voto en contra de España y Suecia.
El objetivo es mejorar las tarifas que se aplican para los cereales que importan los países comunitarios, según el mandato aprobado por los Quince.
La Comisión Europea propuso modificar el actual régimen de aranceles y sustituirlo por la introducción de cuotas tarifarias y derechos de aduana fijos.
Bruselas negociará estos cambios con sus socios de la OMC en el marco del Acuerdo General de Aranceles y Comercio (GATT)
El Consejo señala que es necesario cambiar el régimen para la entrada de esos productos agrícolas debido a la situación del mercado mundial de cereales.
Los Estados miembros afrontan el incremento de exportaciones de países del mar Negro, sobre todo Ucrania y Rusia, que este año han tenido una cosecha elevada.
La UE considera que los índices que se utilizan como representativos para fijar los precios de referencia mundiales ''no tienen en cuenta las bajas cotizaciones del cereal de esos dos países del Este de Europa''.
Actualmente, las tasas con que se gravan los cereales importados se calculan según la diferencia entre el 155 por ciento del precio de intervención comunitario (101,31 euros por toneladas) y las cotizaciones en el Mercado de Materias Primas de Chicago, incluidos los costes de transporte.
Los precios del mercado chicagüense se han considerado hasta ahora representativos para fijar los precios mundiales de cereal, a pesar de que son mayores que las cotizaciones de los países del área del Mar Negro, conocidas como ''cotizaciones Odessa''.
La UE estima que los índices de Chicago no reflejan los precios del mercado para los flujos de trigo entre Ucrania, Rusia y los países comunitarios.
España, que tradicionalmente se ha beneficiado de la importación de maíz y sorgo, votó el pasado martes contra la propuesta porque ''considera que sólo se debe modificar el régimen para gravar la entrada de trigo y no del resto de cereales'', según fuentes diplomáticas.