ESPAÑA 31/01/2003
Busquin manifestó que ''sería una irresponsabilidad no evaluar el potencial que ofrece la biotecnología'' para las producciones de esos países, durante una Conferencia sobre Agricultura Sostenible en Países en Desarrollo, organizada por la Comisión Europea.
Abogó porque la política biotecnológica comunitaria se adapte a las necesidades de los países pobres, pues ''en muchas partes del mundo hay un problema evidente de falta de alimentos''.
La Comisión Europea considera que en los próximos años la demanda alimentaria aumentará significativamente y que la posibilidad de extender la superficie de zonas cultivables está limitada por la preservación de entornos naturales.
Además, esta ampliación de cultivo sólo contribuiría a cubrir un 20 por ciento de aumento total en la producción global de cereales que hace falta para alimentar a la población del planeta, según datos de la Comisión Europea.
Ante ello, es ''imprescindible aumentar la productividad de los cultivos'', aseguró Busquin.
Bruselas financia varios proyectos de investigación en agricultura en países en desarrollo, entre los que se incluyen técnicas de modificación genética de plantas.
Entre ellos, hay trabajos para prevenir y erradicar la peste bovina y otras enfermedades en Africa; la producción de alimentos en condiciones marginales, como la mejora del control sobre malas hierbas o el cultivo de maíz en suelos ácidos (en zonas tropicales).
También existen estudios que se realizan en cooperación con centros de China para facilitar el desarrollo de variedades de colza.
El representante del Grupo Europeo de Ciencias de la Vida (EGLS), Patrick Cunningham, expuso que en Europa la discusión sobre biotecnología ''está centrada sólo en la seguridad alimentaria'' y no se tiene en cuenta ''el abastecimiento de alimentos''.
Busquin y Cunningham admitieron que cuando hay un ''progreso científico'' recibe críticas y que la sociedad, las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) y algunos Gobiernos deben tener la libertad de rechazar o aceptar productos como lo OGM.
Sin embargo, Busquin insistió en ''separar'' las discusiones políticas sobre los OGM de los debates sobre los avances científicos en la biotecnología y rechazó ''una visión maniquea de la ciencia''.
La Conferencia sobre Agricultura sostenible en países en vías de desarrollo se celebra en Bruselas, a la que asisten más de 400 personas, con el fin de analizar las alternativas de la biotecnología para los países en vías de desarrollo.
En las jornadas participan representantes científicos, de la industrias, ONG y de Gobiernos de países de Europa, Africa y Asia; además de Busquin, asistirá y el comisario europeo de Desarrollo, Poul Nielson.
El congreso analizará, entre otros asuntos, el cultivo de alimentos en condiciones marginales, la mejora de la salud, la reducción de la pobreza, la disminución de los fitosanitarios en la agricultura y el papel de los países en vías de desarrollo en los nuevos descubrimientos.