ESPAÑA 02/12/2004
Todos los componentes del recién creado Grupo Europeo del Tomate se adhirieron a la denuncia de los productores españoles por el presunto fraude a las aduanas europeas en la importación de tomate marroquí, y reclamaron a la Comisión Europea el cumplimiento efectivo de la normativa de importaciones.
Los profesionales franceses, holandeses, belgas, polacos y británicos, que con los españoles integran el Grupo Europeo del Tomate, apoyaron en París la denuncia ante el servicio europeo antifraude (OLAF) presentada por estos últimos el pasado 16 de febrero por la presunta entrada de 29.169 toneladas de tomate marroquí en enero sin pagar los derechos de aduana.
Es ''un fraude de al menos cuatro millones de euros'' a las aduanas europeas, destacó en una conferencia de prensa el presidente del comité de tomate de la Federación Española de Asociaciones de Productores y Exportadores de Frutas y Hortalizas (FEPEX), José Hernández.
''Pedimos que se cumpla la ley'', subrayó Hernández, que insistió en que el acuerdo establecido con Marruecos debe respetarse estrictamente, porque en la situación actual perjudica a un sector con mucha competencia que tiene que hacer frente a un consumo de tomate que no ha aumentado en Europa en la última década.
Para esta campaña, Marruecos tenía fijada una cuota de importación de 175.000 toneladas, repartidas entre octubre y mayo, exentas de tasas aduaneras, pero a condición de que respetaran un precio de entrada.
Para ilustrar las irregularidades en la entrada de la mercancía desde Marruecos, el representante español señaló que, para la temporada 2003-2004, las autoridades marroquíes dijeron que su país exportó a la Unión Europea 157.774 toneladas, cuando Eurostat registró 149.307 toneladas y las aduanas 176.501.
Con respecto a la marcha de la querella ante la OLAF, señaló que en la investigación que se lleva a cabo se han encontrado irregularidades en las tres compañías importadoras francesas que se han investigado.
El presidente de la sección de tomate de la Federación Nacional de Productores de Hortalizas (FNPL) de Francia, Pierre Diot, exigió también a las autoridades comunitarias que se apliquen los tratados sobre importación porque ''hay graves disfunciones, sobre todo en materia de tasas''.
Diot recordó que 2004 ha sido ''un año catastrófico'' para los productores europeos por el bajo nivel de precios y que una de las principales razones ha sido la llegada de mercancía de Marruecos al margen del marco establecido, como lo prueba que en 18 de las 28 semanas de referencia, el precio de las importaciones fue inferior al del precio de entrada que se había fijado para esa producción.
Manifestó también su preocupación por la irrupción del tomate turco, el principal productor mundial, y aludió al fraude de entre 30 y 40 camiones que en septiembre llegaron al mercado mayorista de Rungis, en las afueras de París, y no pagaron tasas aduaneras.
Preguntado sobre si piden un cambio en el sistema de control de las importaciones, Diot respondió que ''hay que optar por un sistema, pero sobre todo no cambiarlo''.
También advirtió que de repetirse una campaña como la actual, con un precio medio de 0,8 euros por kilo de tomate en racimo en Francia cuando los costes de producción son de 1 euro, desaparecerán la mitad de las explotaciones del país (unas 1.200).
El Grupo Europeo del Tomate, que se constituyó en Madrid a comienzos de noviembre, se reunirá de nuevo el próximo 16 de febrero en un lugar todavía por determinar, y además del seguimiento del mercado tratará de la armonización europea en el terreno fitosanitario y de trazabilidad (seguimiento de origen a destino).
Se ha invitado para esa reunión a las asociaciones de productores de Italia (que finalmente no acudieron al encuentro), primer productor europeo, que consume íntegramente su producción, y también a los alemanes y portugueses.
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