ESPAÑA 27/04/2004
En declaraciones, Nicolás Chica, director gerente de Agroláchar, de donde ha partido esta iniciativa, explicó que ''se trata de un experimento que llevamos desarrollando dos temporadas ya con el tomate cherry'' en dos invernaderos de agricultores asociados a esta cooperativa agrícola de Láchar, municipio de la Vega granadina.
Señaló que ''uno de los principales males que aquejan al tomate cherry es el estrés, que provoca rajas en su piel, lo que lo convierte en no apto para el consumo y termina por destruir entre un 20 y un 30 por ciento de la cosecha'' cada año.
Sin embargo, con este método, Chica aseguró que ''el estrés se combate mucho mejor, reduciendo considerablemente el porcentaje de tomates defectuosos y, además, el fruto resultante es mucho más rojo y coloreado de una forma más homogénea'', con la consiguiente mejora de sus beneficios comerciales.
Precisó que el método consiste en la instalación de un equipo de alta fidelidad en el invernadero bajo malla y la colocación de altavoces en la zona sobre la que se quiere experimentar.
A continuación ''elegimos música clásica que no sea estridente, que mantenemos desde primera hora de la mañana hasta última de la tarde, cuando el agricultor va a apagar el equipo''.
Para contrastar aún más los efectos de este método, la cooperativa efectuó otro experimento similar, en el que aisló una zona de cultivo con música clásica y otra sin música en un mismo invernadero, con el resultado de que ''en la zona a donde no llegaba la música el tomate se rompía, se abría, frente a la otra plantación, que no tenía tanto tomate rajado''.
Chica reveló que, además del tomate cherry, el método también se ha aplicado durante la pasada campaña agrícola en el cultivo del espárrago verde y en el del pepino holandés, que ''también agradecen la música celestial''.
Sobre las partituras elegidas, señaló ''Las Cuatro Estaciones'' de Vivaldi, diversas composiciones de Mozart o ''La Quinta Sinfonía'' de Beethoven, entre otras, por tratarse de música ''tranquila, que ponemos con un volumen suave, porque lo que no queremos tampoco es alterar la paz que reina en el campo''.
La iniciativa partió del Departamento Técnico de la cooperativa, tomando como referente un experimento similar llevado a cabo sobre animales de granja, concretamente gallinas, que demostró que éstas, al ser expuestas durante largos periodos a música clásica, producían huevos de mayor calidad.
''Este año volveremos a probarlo de nuevo con tomates, espárragos y pepino holandés, pero lo extenderemos a cuatro o cinco invernaderos en total, para llevar a cabo un estudio más generalizado, y veremos si fue una casualidad, o si realmente esta técnica supone un beneficio'', anunció el director gerente de Agroláchar.