ESPAÑA 29/06/2004
Los países de la Organización Mundial del Comercio terminaron una nueva tanda de reuniones en la que afloraron críticas a cierta falta de transparencia en el proceso negociador y dudas de si se logrará para finales de julio un acuerdo satisfactorio sobre agricultura, clave para el éxito de la ronda.
Numerosos países, desde Ecuador o El Salvador, en América Latina, hasta Indonesia, Suiza o Japón, o el grupo africano reclamaron en Ginebra mayor transparencia a raíz de la reunión a puerta cerrada celebrada esta semana por cinco grandes actores del comercio internacional: EEUU, la Unión Europea, Brasil, la India y Australia.
Suiza se quejó de que en esa reunión no estuviesen representadas ''todas las sensibilidades'' ya que no hubo nadie, por ejemplo, del llamado G-10 de países proteccionistas en agricultura que son al mismo tiempo importadores netos de alimentos como la propia Suiza, Japón, Noruega o Corea.
''No vamos a aceptar ningún trágala'', afirmó ante sus colegas el representante helvético, que ya el día anterior había expresado en conferencia de prensa su irritación por ese tipo de reuniones restringidas.
El presidente del comité de negociaciones, Tim Groser, de Nueva Zelanda, que asistió en calidad de observador a la reunión de esos cinco países, asumió personalmente la responsabilidad de que un texto allí presentado por Estados Unidos no circulara entre el resto de las delegaciones, algunas de las cuales tuvieron que enterarse por filtraciones de la prensa.
Groser explicó que el documento de trabajo de EEUU no era de hecho ninguna propuesta formal y que él mismo había pedido a sus autores que no lo hicieran circular, a la vez que defendió que los países se reunieran entre ellos para hacer avanzar el proceso, intentando acortar diferencias.
El embajador de Chile, Alejandro Jara, dijo que se avanza ''paso a paso'' gracias a las reuniones entre los distintos grupos de países, y no se mostró tan pesimista como otros colegas europeos, pero también latinoamericanos, que expresaron su frustración por la lentitud del proceso.
Los miembros de la OMC están de hecho bajo fuertes presiones para llegar en julio a un acuerdo marco en agricultura y el resto de los capítulos de negociación, como el acceso a mercados para los productos industriales o los cuatro temas de Singapur, de los que sólo se salva el relativo a la agilización de trámites aduaneros.
Un diplomático europeo que pidió el anonimato expresó serias dudas de que pueda alcanzarse un acuerdo en el poco tiempo que falta para el último Consejo General de la OMC antes del paréntesis veraniego, los días 27 y 28 de julio.
Más optimista, el principal negociador de temas agrícolas de EEUU, Allen Johnson, afirmó que se ha avanzado ya mucho, pues por primera vez se han aceptado viejas reivindicaciones como la total eliminación de las subvenciones agrícolas o la aplicación de fuertes recortes a las ayudas internas al sector.
Según Johnson, también parece imponerse la convicción entre los miembros de la OMC de que los aranceles más altos tienen que sufrir mayores recortes aun cuando se hagan excepciones para los productos más sensibles de determinados países, entre ellos los europeos.
Preguntado si teme una lluvia de disputas por las subvenciones agrícolas, tras el fallo de la OMC favorable al Brasil en su disputa con EEUU por las ayudas que concede este país a sus productores de algodón, Johnson dijo que ''los litigios duran siempre mucho y no son finalmente satisfactorios, por lo que lo mejor es siempre negociar''.
Todos se preguntan, sin embargo, si será finalmente posible consensuar para finales de julio el esperado acuerdo marco en vista de las diferencias en agricultura, de cuya solución dependen los otros temas.
El representante de Argentina dijo que tal vez fuese mejor centrarse en la substancia en lugar de empeñarse en respetar una fecha concreta, a lo que la presidencia del comité de Agricultura respondió que incumplir la fecha tope de finales de julio podría echar a perder todo el proceso.
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