ESPAÑA 01/02/2005
El Presidente del Comité Consultivo de Desarrollo Rural de la UE, Miguel Afán de Ribera, rechazó en Bruselas la propuesta de Reglamento de Desarrollo Rural elaborado por la Comisión Europea por considerar que “discrimina gravemente al sector agrario, al impedir la necesaria adaptación de las estructuras de las explotaciones, y por dificultar el relevo generacional, imprescindible para poder garantizar la continuidad de la Agricultura Europea en el actual entorno globalizado”.
Afán de Ribera, intervino el pasado viernes en el primer seminario organizado por el Comité de Organizaciones Profesionales Agrarias Europeas (COPA) para debatir sobre el futuro de la política de Desarrollo Rural y sobre la propuesta de Reglamento presentada por la Comisión Europea en julio de 2004. Un reglamento que previsiblemente aprobará la Comisión en junio del presente año.
La política de Desarrollo Rural se ha constituido de hecho en el segundo pilar de la Política Agraria Común y para los próximos ocho años cuenta con un presupuesto global de más de 90.000 millones de euros para toda la UE.
Sin embargo, el reglamento elaborado por la Comisión Europea no permite que se cumplan los ambiciosos objetivos propuestos por la Comisión. Así, segun indicó Afán de Ribera, “este reglamento no va a facilitar el despegue de las Medidas Agroambientales, tampoco fomenta una auténtica diversificación, ni mejora de la calidad de vida de las zonas rurales más deprimidas de la UE, castigadas por el éxodo rural, el desempleo y la marginación y que supone cerca del 50% del territorio europeo”.
En consecuencia, Afán de Ribera puso de manifiesto ante el director general adjunto para el Desarrollo Rural, Dirk Ahner, la vigente necesidad de hacer una propuesta equilibrada de los fondos del nuevo FEADER (provenientes fundamentalmente de la agricultura) entre Agricultura, Medio Ambiente y Mejora de la Calidad de vida de las zonas rurales que a su juicio exigiría:
· Incrementar la dotación al eje destinado a mejorar las estructuras agrarias y fomentar el relevo generacional.
· Excluir la Red Natura 2000 del eje de medidas ambientales. La razón es que esta Red es de tal importancia que supone cerca de 7.000 millones de euros, por lo que dejará sin fondo a las medidas agroambientales, que son fundamentales para incorporar el medio ambiente a la agricultura. La Red debería tener una dotación propia ajena al FEADER dada su tremenda relevancia (casi el 50% del territorio europeo).
· Mantener los fondos destinados a la mejora de la calidad de vida de las zonas rurales, en el nivel del marco anterior 2000-2006, ya que además de haberle incorporado el LEADER, tiene fuentes alternativas de financiación del FEDER, FSE, Fondo de Cohesión y los Presupuestos Nacionales. La electrificación, la construcción de carreteras, las telecomunicaciones, los hospitales, las escuelas, etc. son infraestructuras que no parece lógico que se financien con fondos agrarios teniendo en cuenta el déficit de estos.
· Destinar los fondos provenientes de la modulación a fomentar la incorporación de los jóvenes agricultores e incrementar el tamaño de las explotaciones.
Refiriéndose al caso español Afán de Ribera explicó que aún no se conoce el posicionamiento del gobierno español, ya que la ninistra de Agricultura, Elena Espinosa, se ha negado a recibir a las organizaciones agrarias para debatir esta cuestión fundamental, por lo que se está perdiendo una ocasión de oro para demostrar la capacidad de influencia del Gobierno español en un asunto crucial para nuestro país, donde existen grandes zonas del mundo rural abandonadas y otras donde la reforma de la PAC puede ocasionar un terremoto socioeconómico por la desaparición de cultivos como el Algodón (Andalucía) y el Tabaco (Extremadura).