La fuerte sequía que sufren las comarcas de interior de la provincia de Valencia, unido a las tormentas de pedrisco caídas sobre estas zonas a finales de julio y principios de agosto mermarán la producción de uva de las Denominaciones de Origen valencianas, aunque no su calidad, según afirma la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA). Sin embargo, esta merma no será homogénea en toda la zona vitivinícola de la provincia, al depender de la intensidad de los daños producidos.
La comarca de Alto Turia, perteneciente a la D.O. Valencia, será la más perjudicada como consecuencia del efecto de la sequía y el granizo, con una merma de producción que podría alcanzar el 70% de la cosecha. Por el contrario, la cosecha de la Vall d’Albaida será similar a la de la campaña pasada, mientras que en Buñol apenas se prevé una merma del 10% de la producción, por el efecto de la sequía.
Por lo que respecta a la D.O. Utiel-Requena, la vendimia se presenta con una disminución de la producción entre un 40-50% de media, porcentaje que podría ser superior en algunos municipios de la zona debido a la sequía y el pedrisco que también dañó una superficie amplia de la comarca.
“La sequía está provocando que nuestras viñas agonicen a pesar del esfuerzo del agricultor en adaptar sus técnicas de cultivo a la escasez hídrica, a través de la reducción de masa foliar y el aumento de labranza del terreno, cuando se le podía dar una solución viable, aprobando riegos de apoyo del Júcar, que permitieran a la planta un desarrollo normal y óptimo que garantice una cosecha estable y de calidad campaña tras campaña, como sucede en las explotaciones que cuentan con riego a goteo”, matizó el presidente de AVA, Cristóbal Aguado.