ESPAÑA 03/08/2006
La organización agraria trabajará para que el futuro Reglamento de desarrollo tenga en cuenta estas cuestiones, de vital importancia para los agricultores almerienses
La nueva Ley 30/2006 de semillas y plantas de vivero y de recursos fitogenéticos, publicada el pasado día 27 de julio en las páginas del Boletín Oficial de Estado (BOE), ha defraudado a COAG Almería, al seguir favoreciendo descaradamente los intereses de las grandes multinacionales frente a los productores hortofrutícolas. La organización agraria había presentado una serie de propuestas durante el periodo de consulta y alegaciones para la reforma de esta normativa (que databa de 1973) que no han sido tenidas en cuenta en su mayor parte. COAG esperaba una mayor sensibilidad del Gobierno con los fraudes que sufren cada campaña los agricultores y la importancia de contar con un material genético de primer orden que garantice la máxima calidad de las cosechas.
En este sentido, la nueva Ley, largamente demandada por COAG, ha dejado desamparado al agricultor frente al suministro de material vegetal defectuoso. Las sanciones que recoge la nueva normativa son ridículas en proporción con el daño económico (pérdida parcial o total de la producción y de lo invertido en el semillero) que pueden causar unas semillas deficientes, y no se contemplan ningún tipo de indemnizaciones. Tal y como defiende COAG, las empresas deben asumir estas pérdidas cuando se demuestre que su producto es el causante de las mismas, algo que la organización agraria espera que sí sea incluido en el Reglamento de desarrollo de la Ley que deberá ser publicado en los próximos meses.
La anterior normativa en materia de semillas había demostrado ser insuficiente para establecer barreras que impidiesen la entrada en España de nuevas virosis y plagas, como las que han ocasionado graves daños en Almería durante muchas campañas en cultivos de cucurbitáceas (melón, sandía, pepino y calabacín). Asimismo, no se obliga a las casas fabricantes a garantizar el valor agronómico (una producción y una calidad determinada) de unas semillas que no son especialmente baratas en Almería, ni tampoco a certificar una germinación mínima del 90%, tal y como reclamaba COAG Almería. De esta forma, se mantienen las APC (Autorizaciones Provisionales de Comercialización) para semillas que no han pasado todos los controles y exámenes técnicos exigidos para inscribirse en el registro de variedades comerciales, lo que permite que en menos de un año puedan salir al mercado sin garantías cualquier tipo de semilla. Este hecho resulta especialmente grave porque las APC suponen la mayoría de las semillas que se comercializan.
Por otra parte, la nueva Ley sigue siendo muy permisiva en materia de OGM (Organismos Genéticamente Modificados) y deja abierta la puerta a la contaminación con transgénicos en los procesos de producción y comercialización, tanto de semillas como de plantas de vivero. Tampoco han incluido la petición de COAG de ausencia expresa de contaminación por transgénicos en este tipo de material genético. Desde COAG Almería se apuesta, además, porque la Junta de Andalucía, Administración que ejerce las competencias en materia de sanidad vegetal, ponga en marcha un centro de control y análisis en la provincia, una de las zonas de mayor uso de semillas hortícolas, donde se analicen y se prueben exhaustivamente las nuevas variedades comerciales que salgan al mercado.