ESPAÑA 15/09/2006
Un 70% del trabajo infantil en todo el mundo tiene lugar en la agricultura, y muchos niños trabajan en actividades peligrosas. Muchas veces se ven obligados a trabajar horarios prolongados, utilizan instrumentos afilados fabricados para adultos, cargan un peso excesivo para su cuerpo -que no ha terminado de desarrollarse- y operan maquinaria peligrosa. Los menores que realizan labores agrícolas también están expuestos a plaguicidas tóxicos, enfermedades y condiciones de trabajo insalubres.
La reducción del trabajo infantil en la agricultura centró la agenda de una reunión celebrada recientemente en Roma, a la que asistieron representantes de la FAO y de otras organizaciones internacionales que se ocupan de la agricultura, así como de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), con el objetivo de debatir la forma de coordinar sus actividades para resolver este problema.
Trabajo peligroso
La agricultura es uno de los tres sectores laborales más peligrosos, junto con la minería y la construcción, desde el punto de vista de las muertes y lesiones relacionadas con el trabajo. Esta siniestralidad afecta en especial a los menores, más vulnerables debido a su falta de experiencia o capacitación y porque su cuerpo todavía está desarrollándose.
''Algunas actividades agrícolas −como la preparación y aplicación de plaguicidas o el uso de algunos tipos de maquinaria− son tan peligrosas que se debería prohibir totalmente que las realicen los menores'' explica Parviz Koohafkan, Director de la División de Desarrollo Rural de la FAO.
Sin embargo, asegura que no todas las actividades de trabajo que realizan los niños son nocivas para su desarrollo y su bienestar: ''en la agricultura de subsistencia y doméstica, la participación de los niños en las actividades agrícolas de la familia les ayuda a obtener conocimientos valiosos, a adquirir autoestima y contribuir a la producción de ingresos para la familia, lo que repercute positivamente en sus propios medios de subsistencia. Se trata de un tema muy complejo que es necesario tomar caso por caso a fin de evitar generalizaciones''.
¿Qué es la mano de obra infantil?
No todas las formas de trabajo que realizan los niños se consideran trabajo infantil de acuerdo a las normas de la OIT. A partir de los 12 años de edad se permite el trabajo ligero que no interfiere con la escolarización, así como el trabajo de menores desde los 15 años, que no esté clasificado como peligroso.
El trabajo infantil, de acuerdo a los convenios de la OIT, es aquel que es nocivo para el bienestar de los niños y representa un obstáculo para su educación, desarrollo y medios de subsistencia futuros. Cuando los niños están forzados a trabajar largas horas en el campo, se limita su capacidad de asistir a la escuela o de recibir formación profesional y, en consecuencia, se limitan también sus posibilidades de movilidad económica y social, y de progreso posterior en la vida.
Función de la FAO
El trabajo agrícola infantil tiene su origen en la forma en que se obtienen los medios de subsistencia rurales y en la vulnerabilidad económica de las familias. Generar otras fuentes de ingresos para las familias puede reducir la necesidad de que trabajen los niños y permitir que vayan a la escuela.
La FAO, a través de sus programas de desarrollo rural orientados a mejorar los medios de subsistencia, crear actividades que generan ingresos y atender la salud y la seguridad en la agricultura, puede contribuir en forma decisiva a reducir el uso de trabajo infantil y el nivel de peligros asociados al mismo, indica Koohafkan. Los esfuerzos de la FAO para mejorar la gestión de los plaguicidas, por ejemplo, ayudan a proteger a los niños trabajadores de uno de los principales peligros que corren.
La instrucción es una condición esencial para reducir la pobreza, mejorar la agricultura y las condiciones de vida de la población rural, así como para crear un mundo en el que haya seguridad alimentaria. Pero los niños rurales por lo general no tienen acceso a una instrucción de calidad, por falta de escuelas, falta de maestros o maestros con escasa formación, y programas de estudios que no se adaptan a su realidad, o bien porque sus familias no pueden permitirse el pago de las tasas escolares.
Como principal organismo de las Naciones Unidas en la alianza de Educación para la Población Rural, la FAO colabora con la UNESCO y con otras instituciones para superar la brecha entre el medio rural y el medio urbano y elevar la calidad de la educación básica rural y el acceso a la misma.
África es el mayor reto
El desafío de eliminar el trabajo infantil peligroso es especialmente difícil en África, donde la agricultura es la actividad económica predominante y factores como la pobreza e inseguridad alimentaria persistentes, instrucción deficiente y el VIH/SIDA se suman al problema.
Los niños huérfanos a causa del VIH/SIDA sufren por muchos motivos. No sólo pierden a sus padres, sino también las aptitudes esenciales para la vida y los conocimientos agrícolas que tradicionalmente se pasan de una generación a la siguiente. Al no tener acceso a activos y a menudo quedar con la responsabilidad de sus hogares y hermanos menores, muchos se ven obligados a trabajar y están especialmente expuestos a la explotación y el hostigamiento.
Las Escuelas de vida y de campo para agricultores jóvenes que la FAO tiene en diversos países africanos están dando a los huérfanos del VIH/SIDA y a otros niños vulnerables conocimientos agrícolas y preparación para la vida, y les ayudan a fortalecer la cohesión social en las comunidades más afectadas por esta enfermedad.
Se requiere mayor conciencia
Los participantes en la reunión de la FAO estuvieron de acuerdo en la necesidad de una compaña más amplia de información y promoción para atraer la atención al problema del trabajo infantil en la agricultura. Todos los años se celebra el 12 de junio el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, que en 2007 se dedicará a la agricultura, a fin de crear conciencia en todo el mundo sobre este tema.
''La mayoría de los niños que trabajan en el mundo están en fincas y plantaciones y no en las fábricas, maquiladoras o zonas urbanas'', asegura Jennie Dey DePryck, Jefa del Servicio de Instituciones y Extensión Rurales de la FAO. ''Para eliminar las peores formas de trabajo infantil es necesario una mayor esfuerzo contra el trabajo de menores en la agricultura''.