El déficit de lluvia registrado ha sido del 44% con relación a la media del año anterior.
Ambos hechos han provocado una disminución de la superficie cultivada. Los cereales de otoño son los primeros cultivos que han sufrido este problema.
El gobierno aún no ha previsto ninguna medida especifica para hacer frente a esta situación ya que según el experto marroquí Mohand Laenser «la evolución de la campaña agrícola sigue dependiendo de las condiciones climáticas existentes de enero a primavera».