Muchos agricultores en la Unión Europea necesitarán un segundo ingreso económico para sobrevivir en la próxima década, según asegura la comisaria de Agricultura, Mariann Fischer Boel, durante el transcurso de una entrevista concedida al Financial Times que reproducimos a continuación.
La mujer encargada de reformar el régimen de ayudas del sector agrario y ganadero de la UE insiste en esta necesidad casi a lo largo de toda la conversación y asegura que el sector agrario tendrá que cambiar radicalmente para hacer frente la los sustanciales recortes que se avecinan en las ayudas anuales después de 2013, incluyendo el recorte de casi todas las medidas que distorsionan el mercado.
Refiriéndose a los grandes cambios de las muy criticadas políticas agrarias europea, comentó al Financial Times que “pienso que todos conocen que habrá menos dinero disponible. Por eso, hay que discutir con los Estados miembros y con los agricultores para encontrar la forma de adaptarse”.
“Entiendo que habrá un aumento en el numero de agricultores a tiempo parcial que vivirán en los pueblos y necesitarán de otros ingresos fuera del sector agrario.”
Fischer Boel quiere que los agricultores tengan un espacio de tiempo para prepararse a estos cambios y está resistiéndose a la presión del Reino Unido y otros Estados para reiniciar la negociación de los presupuestos de la actual Política Agraria Comunitaria (PAC), la cual durará hasta 2013.
Mientras tanto, impulsará nuevas reformas en la política agraria en 2008; habrá, entonces una completa revisión del gasto la futura Política Agraria como parte de la revisión de los presupuestos de la UE para 2008/9.
Anticipándose al apoyo de los defensores de la PAC, como Francia, dijo: “todos tienen que darse cuenta de que el mundo está cambiando, incluso aunque no nos guste”.
La comisaria de Agricultura ya ha empezado a proponer la abolición de la intervención del maíz y el año que viene abordará las reformas de las OCM de las frutas y hortalizas y la del sector del vino, a la vez que quiere poner fin a toda la compra por intervención.
En otro movimiento para acercar al mercado a los agricultores europeos, Fisher Boel dijo que quería poner fin a todas las cuotas, incluyendo las de la leche que se abolirían cuando termine el 2015.
Los agricultores y ganaderos tendrían que reunir elevadas medidas sanitarias en la ganadería y exigentes requerimientos medioambientales para acceder a las ayudas públicas, reduciendo pesticidas y el uso del agua.
También quiere darle la vuelta a la reforma de 2003 que reducía el tamaño de las explotaciones con derechos a las ayudas a 0,3 hectáreas, lo cual introdujo en la PAC a 200.000 nuevos ganaderos con sólo un puñado de animales.
La comisaria danesa reavivará la idea de limitar los derechos de las ayudas del pago único. Fischer Boel considera que las grandes propiedades de los terratenientes podrían quizás sobrevivir a las reformas.
Asimismo advierte al sector agrario y ganadero para que se prepare ante estos bruscos cambios que se avecinan.
Los precios de la tierra en Europa están altos por los derechos a ayudas futuras, y estos podrían derrumbarse precipitadamente si se abolieran repentinamente como sucedió en Nueva Zelanda en 1980.