ESPAÑA 02/09/2008
La preocupación por la seguridad alimentaria y la conservación del medio ambiente gana adeptos en los países desarrollados, y con ella se abren nuevas expectativas de mercado para los productos con el sello biológico. Los expertos sostienen que la agricultura ecológica puede ser una alternativa para el campo gallego, pero el sector deberá afrontar previamente una importante puesta al día. Las carencias en materia de formación y de uso de las nuevas tecnologías son algunos de los puntos débiles a los que se alude en un reciente estudio editado por Unións Agrarias en colaboración con la Consellería de Traballo, el Fondo Social Europeo y el Instituto de Formación y Estudios Sociales.
Según este informe, presentado recientemente en el marco de unas jornadas sobre comercialización en Monforte, un 42,8% de los productores acogidos al consello regulador de Agricultura Ecolóxica de Galicia venden a mayoristas o distribuidores, un 24% lo hace en la propia explotación y un 22,6% abastece a empresas cooperativas. Curiosamente, pese a las posibilidades que abre Internet para la comercialización, el porcentaje de elaboradores que vende actualmente a través de la Red es del 0,5%.
La agricultura ecológica en Galicia se caracteriza, por otro lado, por el reducido tamaño de las empresas, que en un 91,8% de los casos, es decir, en su inmensa mayoría, son de carácter individual. Se trata, por lo demás, de un sector que sufre el problema endémico del campo en esta comunidad: la falta de relevo generacional. De hecho, el tramo de edad entre los 18 y los 30 años aglutina a un 3,8% de los productores. Según el estudio, estamos ante «unha porcentaxe extremadamente baixa que reflicte unha das características da agricultura galega, como é o despoboamento do rural cara as urbes e o avellentamento da poboación».
Por lo que respecta al perfil formativo de los agricultores, los datos recogidos en el estudio reflejan que solo el 1,9% poseen formación agroganadera. «Os produtores ecolóxicos beben de fontes de sabedoría alternativas como a propia experiencia, que convén non descoidar nin infravalorar, e constitúen un potencial a aproveitar no desenvolvemento do sector», señalan los autores de la investigación en referenci aa este dato.
Entre las causas de la escasa formación académica se citan desde el desinterés de los productores de mayor edad a la escasez de cursos, la escasa divulgación de su celebración y la inadecuación de los contenidos a la realidad profesional.
