ESPAÑA 14/01/2010
UPA-Jaén advierte de que muchos olivareros tienen serios problemas para acceder a sus explotaciones por los daños causados en las infraestructuras, sobre todo socavones y pérdida de firme
La Secretaria de Organización y Finanzas de la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Jaén, Ana Dolores Rubia, pide a la Junta de Andalucía la urgente reparación de los caminos rurales afectados por el temporal del último mes. En este sentido, explica que los daños han sido trascendentales en numeras vías, lo que hace imposible el tránsito de vehículos, principalmente porque, debido al volumen de las precipitaciones, las cunetas han sido incapaces de evacuar la enorme cantidad de agua, por lo que se han producido socavones, baches, pérdida de firme y corte de algunos caminos.
Ana Dolores Rubia apunta que, a esta circunstancia, se suma el hecho de que la inmensa mayoría de los arroyos se encuentran sucios como consecuencia de la falta de limpieza. De este modo, el agua se sale de su canalización y provoca innumerables desperfectos a su paso e inunda las parcelas agrícolas colindantes.
Debido a la vital importancia que tienen los caminos rurales para la actividad agraria, y ante las demandas de numerosos olivareros a nuestra Organización, principalmente porque tienen serios problemas para acceder a sus explotaciones, UPA-Jaén solicita a la Administración autonómica que ponga en marcha, con urgencia, un plan andaluz de recuperación de los desperfectos de los caminos rurales, que nuestra Organización valora en 60 millones de euros, con el objetivo de que no se paralice la actividad agraria en los pueblos y permita que numerosos olivareros de toda la provincia puedan acceder a sus explotaciones para retomar la campaña de recolección, una vez nos dejen las precipitaciones.
Por ese motivo, la Secretaria de Organización y Finanzas de UPA-Jaén confía en que la Junta de Andalucía, cuyo primer balance estima daños en el 80 por ciento de los 10.000 kilómetros de caminos rurales que existen en la provincia, actúe lo más rápido posible una vez que las precipitaciones se lo permitan, para arreglar todos los desperfectos causados por el temporal al objeto de que los olivareros no pierdan más días y puedan continuar o, en algunos casos, iniciar la actividad agraria en sus fincas y no se pierda aún más producción.