El empleo de microorganismos para combatir la presencia de fusariosis en maíz representa una opción amigable con la naturaleza que no altera ni los suelos ni el entorno de los cultivos
Comparación de una planta sana de maíz con una que presenta fusariosis.
El empleo de microorganismos para combatir la presencia de fusariosis en maíz representa una opción amigable con la naturaleza que no altera ni los suelos ni el entorno de los cultivos
El proyecto Obtención y evaluación de un banco de germoplasma de microorganismos nativos de Sinaloa asociados a maíz para desarrollar bioprotectores para el control de Fusarium prevé iniciar en 2011-2012 la aplicación en maíz en campo de un producto biológico creado con especimenes recolectados de suelos establecidos con este cultivo en nuestro estado, con el objeto de combatir la fusariosis.
El proyecto, que es apoyado por Fundación Produce Sinaloa, A. C., a través de su Consejo Consultivo zona norte, está a cargo del Dr. Ignacio Maldonado, investigador del Centro Interdisciplinario de Investigación para el Desarrollo Integral Regional (CIIDIR)-Sinaloa.
Una solución al empleo desmedido de agroquímicos
Ante el uso excesivo de agroquímicos que ha reducido la biodiversidad de agroecosistemas, causando su inestabilidad y aumentando la contaminación, el aprovechamiento de la diversidad de microorganismos como fuente para combatir enfermedades y plagas es una opción amigable con la naturaleza que no altera ni los suelos ni el entorno de los cultivos.
El objeto del presente proyecto de emplear microorganismos aislados del suelo o “rizosfera” (‘zona biológicamente activa alrededor de las raíces de las plantas, que contiene bacterias y hongos’) asociados al cultivo de maíz es porque así se asegura que éstos estarán mejor adaptados al cultivo, por lo que podrán proveer un mejor control de enfermedades en él; además, como son nativos de Sinaloa estarán adecuados a las condiciones climatológicas y del suelo de nuestro estado, por lo que su eficacia será mayor.
Esquema del proyecto
Actualmente, en su segunda etapa de desarrollo (de junio de 2009 a mayo de 2010) el proyecto evalúa los 10 mil microorganismos que durante la primera etapa de la investigación (2008-2009) se recolectaron de suelos establecidos con maíz en Sinaloa.
En esta segunda etapa se identifica a nivel molecular a los 10 mil microorganismos para localizar a los posibles antagonistas de Fusarium en maíz. Posteriormente a esta evaluación, para mayo de 2010 se prevé contar con una lista de los especimenes que en ensayos de laboratorio hayan resultado con control sobre el crecimiento del hongo-patógeno.
A partir de junio de 2010 y hasta mayo de 2011 se elaborará un producto biológico (mezcla de microorganismos que hayan inhibido el crecimiento de Fusarium en laboratorio) para aplicarse en maíces de invernadero que presenten síntomas de fusariosis (plantas enanas y con raíces débiles).
Por último, el antagonista o antagonistas que hayan resultado con control sobre fusariosis en invernadero se aplicarán en campo para evaluar resultados.
Aislados de Fusarium (cortesía del Dr. Miguel A. Apodaca).