Higiene rural, Europa y los 300 euros de la Junta

De nuevo las disputas en materia de higiene rural y la responsabilidad de asumir unas competencias necesarias y urgentes te lleva a pensar el por qué unos y otros se lanzan acusaciones pero sin dar un golpe sobre la mesa e intentar llegar a un acuerdo que solucione el entuerto.

Por ejemplo, en los últimos días hemos visto cómo desde el grupo socialista de Adra se acusa a la alcaldesa del municipio de hacer perder a los agricultores 900.000 euros en higiene rural, y por otro lado esta corporación sale en su apoyo pidiendo los 300 euros/ha prometidos por el entonces Consejero de Agricultura Martín Soler. El grupo socialista pide un plan de higiene rural municipal que incluya una tasa impuesta por el consistorio para cada agricultor y para cada hectárea, que según datos a los que ASAJA ha tenido acceso sería alrededor de 1.500 euros/ha, lo que para esta organización supone una subida de costes totalmente inasumible para los agricultores abderitanos y que supondría un coste total de 3 millones de euros para el campo del municipio. Lo que desconocemos es el interés en poner en marcha esta tasa o si existe algún grupo empresarial interesado que podría beneficiarse de la misma.

Y es que el problema de los costes de la higiene rural va más allá de una tasa o un canon; si mal no recuerdo ASAJA en su día ya denunció el perjuicio que tendría para los agricultores la decisión de la Comisión Europea de retirar el programa destinado a la higiene rural que se incluía dentro de los fondos operativos. Antes esta actividad estaba subvencionada y no conllevaba más quebraderos de cabeza, pero ahora, al considerar Europa que esta ayuda es una ayuda directa que haría a los agricultores españoles más competitivos, la ha eliminado y ha dejado la higiene rural del campo de Almería a su aire. Y es más, si esta actividad se incluyera dentro de los fondos para Desarrollo Rural Europa podría obligar a los agricultores a devolverla, por lo que el resultado es el mismo, ¿por qué no nos dejamos de demagogia con la higiene rural?

Llamemos las cosas por su nombre: la Junta va a tener difícil el poder subvencionar a los agricultores por eliminar sus residuos.

Desde luego quienes no deben ser puestos en el punto de mira son los agricultores, tampoco en este asunto deben ser quienes soporten económicamente estas actuaciones, puesto que no se puede olvidar que los agricultores sólo están obligados a reciclar el material vegetal de su explotación, ya que cuando adquieren otros productos (como pueden ser los fitosanitarios) en el precio ya se incluye una parte destinada a la eliminación y reciclaje de los mismos, por lo que el agricultor sólo tiene que llevarlos a esos “puntos limpios” o de reciclaje. Eso es todo.

Y en esta misma línea quisiera destacar que cada vez son más los agricultores (tanto de lucha integrada como de producción ecológica) que utilizan sus residuos vegetales para realizar su propio compost y abonar su explotación, reutilizando estos residuos y reduciendo además costes. Es la denominada “agricultura limpia”, unas acciones culturales que son cada vez más valoradas por la disminución del impacto en el medio ambiente de la actividad agraria.

El mantener en buen estado nuestro campo es una obligación y responsabilidad de todos, el agricultor ya cumple su parte, ahora le toca a quienes gobiernan en nuestras administraciones que dejen de un lado los intereses partidistas y las rencillas personales para sentarse de una vez por todas en una mesa y hablar claro, anteponiendo la buena imagen de nuestro campo por encima de otras cosas.

Llegó la hora de dejar de pasarse la patata caliente a la espera de que le reviente al otro.
Pedimos a aquellos que critican a los ediles de los municipios que sean sensatos y lo hagan en aquellos temas que tienen razón de ser, pero que no jueguen con los agricultores lanzando informaciones que contribuyen a la crispación pero que no aportan ninguna solución a los problemas.