Recopilatorio de los aportes a la innovación agropecuaria

El apoyo a proyectos en sectores como el aceite de oliva, arándanos y flores, permitió diversificar la oferta productiva del país. Los casos fueron recogidos en “Impacto en Innovación Agraria. Diez rubros exitosos”, que abarca iniciativas entre 1998-2008.

Los efectos económicos y productivos que han generado las líneas de trabajo desarrolladas por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), y su impacto en la creación de nuevas alternativas productivas, principalmente para los pequeños y medianos productores agrícolas, se detallan en el libro “Impacto en Innovación Agraria. Diez rubros exitosos”.

El texto recopila el aporte —durante el período 1998-2008— realizado por FIA en Aceite de Oliva, Flores (proteáceas y peonías), Berries (arándanos), Ovinos de Carne, Frutales de Nuez, Camélidos, Agricultura de Precisión en vides y viñas, Caprinos de Leche, Carozos y Gestión.

Entre los sectores con mayor repercusión económica para el sector agrícola, se encuentra la agroindustria del aceite de oliva extra virgen de alta calidad. Ésta pasó de ser una actividad incipiente a un rubro que elevó su producción de 200 a 5 mil toneladas anuales en el período 1995-2007.

Todo lo anterior gracias al Programa Nacional de Desarrollo Olivícola que puso en marcha en 1995 el Ministerio de Agricultura, y en el que FIA colaboró activamente. Su objetivo fue impulsar el desarrollo competitivo de la producción olivícola en Chile, reduciendo los factores que impedían la innovación en el rubro.

En el negocio del arándano —donde el país se posiciona como el quinto productor mundial— FIA impulsó acciones destinadas a ampliar las zonas de cultivo. Así, se ejecutaron proyectos que permitieron introducirlo en la Región de Coquimbo y en el secano costero de la Región de O´Higgins.

Flores y Ovinos de Carne

En el período 1998-2008, FIA aportó fondos para 42 iniciativas orientadas a las flores de corte, variedades nativas y de bulbo; follaje; plantas ornamentales; la introducción de nuevas especies para diversificar la oferta, aprovechando las ventajas climáticas y la contraestación. Entre ellas destacan las peonías y proteáceas.

En una década la peonía, especie de origen asiático, se convirtió en el boom de la floricultura nacional. De acuerdo a los antecedentes del documento, hoy se ubica entre las más exportadas, habiendo crecido un 47% sus envíos al exterior en el período 2006-2008.

Además, y debido a los buenos resultados comerciales, la Fundación aprobó un Programa de Innovación Territorial (PIT) para la Región de la Araucanía, que beneficiará a los productores de peonías.

En forma paralela, FIA apoyó trabajos para introducir las proteáceas. Esta especie tuvo buena adaptación en el secano costero entre las regiones de Valparaíso y del Maule. Por lo tanto, se elaboró un protocolo de reproducción y la creación de dos centros reproductores de esta especie para abastecer plantaciones.

Para el rubro Ovinos de Carne, FIA respaldó —entre1998 y 2008— 34 iniciativas cuyo objetivo común era permitir el ingreso de la carne de cordero como un producto de alta calidad a diferentes mercados, aprovechando el creciente déficit mundial de esta carne que, para el 2012, se estima que superará las 300 mil toneladas.

Las líneas de trabajo prioritarias fueron, por ejemplo, la introducción de genotipos ovinos de alto rendimiento carnicero (razas Texel y Polled Dorset), donde la biotecnología ha jugado un rol importante para su multiplicación.

Finalmente, la Estrategia de Innovación Ovina de la Región de Magallanes y el Consorcio Ovino fueron cofinanciadas por FIA para —entre otros propósitos—incentivar el consumo de cordero a nivel nacional, aplicar normas de calidad e impulsar la asociatividad y la capacidad de gestión entre los ganaderos.