Reglas de oro del comercio moderno de frutas y hortalizas
La riqueza hortofrutícola que tiene España con una variada oferta de frutas y hortalizas ha permitido que nuestro sector hortofrutícola se haya posicionado en los últimos veinte años en los primeros escalones de la distribución
El comercio moderno de frutas y hortalizas se caracteriza por su carácter global y competitivo, por lo que el sector hortofrutícola español y, particularmente, el de la Región de Murcia ha aplicado como reglas de oro apostar por la calidad y continuar con la profesionalización de los canales de distribución.
La riqueza hortofrutícola que tiene España con una variada oferta de frutas y hortalizas ha permitido que nuestro sector hortofrutícola se haya posicionado en los últimos veinte años en los primeros escalones de la distribución de productos hortofrutícolas en fresco en los mercados más prestigiosos de todo el mundo. Como consecuencia de la profesionalización de nuestras empresas, hemos ido ganando paulatinamente cuota de mercado especialmente con la gran distribución. Ese ha sido uno de los éxitos de nuestro sector durante los últimos años unido, especialmente, a la apuesta que hemos realizado por la calidad que es una herramienta fundamental para poder hacer frente a la dura competencia de producciones de terceros países.
En estos momentos, el verdadero valor añadido de nuestras producciones hortofrutícola reside en la concentración de la oferta, que es un elemento fundamental para poder reducir los costes de producción, así como tener mayor capacidad de negociación con los principales interlocutores en el ámbito comercial que son las grandes cadenas de distribución.
Otro de nuestros retos más inmediatos, a mi juicio, es seguir fortaleciendo capítulos indispensables en el negocio hortofrutícola como son la promoción y la comunicación. Es un hecho conocido por todos, que el sector de los lácteos ha invertido en los últimos años muchísimo dinero en campañas publicitarias a través de los medios de comunicación, especialmente televisión, lo que sin duda ha fortalecido de forma intensa el consumo de estos productos.
Por todo esto, creo que es de suma importancia establecer líneas de actuación que favorezcan especialmente la inversión en estrategias de comunicación que den a conocer las bondades de nuestros productos, y permitan diferenciarlos del resto de países productores que no tienen la misma calidad en sus productos hortofrutícolas en fresco.
Pero además de todo esto, sigue haciendo mucha falta ordenar y concentrar la oferta, posicionarnos mejor en mercados lejanos como es el caso de Asia y afianzar nuestro liderazgo en mercados tradicionales mediante la alta calidad y, especialmente, la seguridad alimentaria.