ESPAÑA 01/07/2010
Agrodan, una de las compañías líderes del sector de sanidad vegetal en España, ha cambiado su denominación por la de Cheminova Agro S.A., adoptando el nombre de su compañía matriz, una de las grandes empresas internacionales del sector a nivel mundial. Con este cambio de nombre se pretende fortalecer la imagen de marca de la empresa, ya que la multinacional danesa Cheminova es una referencia a nivel global tanto por la calidad de sus productos y la apuesta continua por la I+d+i, como por el altísimo perfil medioambiental de sus fábricas de síntesis y formulación.
Agrodan es una de las referencias claves para el sector agrícola español a la hora de hablar de sanidad vegetal. Creada como tal en 1993, Agrodan es el fruto de uniones y alianzas de varias empresas españolas como Medem, Macaya, Benavent, Primma, Agrocros, ERT Fitos y algunas otras compañías que, desde 1921, han estado dando respuesta a la problemática de las diversas plagas y enfermedades de los muy variados cultivos con los que cuenta nuestra agricultura mediterránea.
Agrodan, que es la filial en España del grupo danés Cheminova, había conservado hasta ahora su nombre en el mercado español, pero ha pasado a denominarse Cheminova Agro S.A., haciendo suyo el nombre de su casa matriz. La razón es sencilla: en un mundo globalizado es necesario reforzar la imagen de marca que tiene Cheminova a nivel mundial, una compañía pionera en el sector de la sanidad vegetal, que pertenece a la Fundación para la Investigación de la Universidad de Aarhus y que basa toda su estrategia de crecimiento en la Investigación y el Desarrollo, en el cuidado del medio ambiente y en la búsqueda de soluciones eficaces y medioambientalmente sostenibles para la protección de las plantas, a la vez que útiles y rentables para el agricultor.
Este cambio de nombre no afectará ni a la filosofía, ni a la estructura, ni al catálogo de productos que comercializaba hasta ahora Agrodan. Cheminova Agro S.A. continuará con su compromiso de contribuir a la protección de los cultivos específicos de cada una de las regiones españolas con toda clase de productos (insecticidas, herbicidas, fungicidas y nutricionales), necesarios para combatir plagas, enfermedades y malas hierbas. El único cambio para mejorar la coordinación general de la compañía en España es la sede central, que se tralada a unas nuevas y modernas oficinas en Madrid (Paseo de la Castellana 257), donde se ubicarán todos los departamentos de la compañía. Además, también se lanzará una nueva página Web (www.cheminova.es), más dinámica, completa y sencilla a la hora de buscar información sobre el catálogo de la empresa.
La multinacional danesa Cheminova, perteneciente al grupo Auriga Industries A/S (que cotiza en la Bolsa de Copenhague), es una de las grandes compañías de sanidad vegetal en el mundo, con una facturación anual de más de 750 millones de euros, más de 2.000 empleados, una inversión anual en I+D+i y registro del 5% de su facturación (más del 10% de sus empleados se dedican a estos temas),más de 20 filiales en países agrícolas de referencia y distribución comercial a nivel mundial. La empresa cuenta con dos grandes plantas de fabricación, una en el oeste de Dinamarca en Harbore y otra en la India, que aplican los más altos estándares medioambientales y de seguridad para la salud y el trabajo (anualmente se auditan bajo los certificados ISO 14001 y OHSAS 18001). Cheminova, aparte de desarrollar su catálogo de productos, está especializada también en la producción y formulación de materias activas genéricas para otras compañías, siendo la 3ª empresa de la Unión Europea en el mercado de sanidad vegetal.
Cheminova es una compañía diferente, no solo por los altos estándares de calidad, cuidado de la salud y del medioambiente que exige la sociedad danesa desde siempre, sino por su particular unión al mundo universitario. En 1944 el fundador de la compañía, Gunnar Andreasen, donó la misma a la Universidad de Aarhus con el fin de asegurarse el apoyo continuo de la investigación más avanzada. Así, Cheminova ha desarrollado siempre sus productos partiendo de fuertes inversiones en I+D+i, desarrollando insecticidas, herbicidas y fungicidas que van por delante del mercado y responden no solo a las exigencias de los agricultores para luchar contra las plagas y enfermedades (mejorando así la rentabilidad de las explotaciones), sino también a las exigencias de las grandes cadenas de distribución y de los consumidores.