A pesar de las protestas históricas del sector agrario solicitando reciprocidad respecto a los Terceros Países, Europa concede 70 millones de euros para el agro marroquí
ASAJA-Almería denuncia el trato desigual que reciben los agricultores europeos por parte de la Comisión Europea, ya que mientras que a este lado de la orilla los agricultores llevamos meses con debates que se centran en la PAC post-2013 y según trasciende la tendencia general es la de recortar las ayudas al sector agrario, en el día se ayer se aprobaron nuevas ayudas financieras para Marruecos por valor de 135 millones de euros y con el objetivo de mejorar la política agrícola, la integración de las poblaciones que viven en zonas remotas y la alfabetización.
Como no podía ser de otro modo, el capítulo agrícola de este programa, que se desarrolla desde 2007 y que ha contado con una partida total de 654 millones de euros, es de unos 70 millones de euros para fomentar cultivos como aceite de oliva, dátiles, carne roja y productos regionales y permitirá fortalecer al sector ganadero. El objeto de las ayudas es incrementar la comercialización y la calidad de la producción, y en consecuencia, aumentar los ingresos de los productores y la creación de empleo. Desde ASAJA aún estamos esperando medidas desde Europa tendentes a mejorar la comercialización y la renta de los productores, que recordemos cayó en Europa el año pasado un 11%.
De este modo, mientras el sector agrario almeriense lleva años movilizándose por la competencia desleal que se ejerce desde estos países mediterráneos y sectores como el hortofrutícola sobreviven sin ayudas externas, desde Europa se premia a nuestros competidores, que además se “saltan” los acuerdos comerciales a su antojo para que aumenten la comercialización de sus producciones con destino a nuestros mercados.
ASAJA aclara que es partidaria de las ayudas a las zonas más desfavorecidas, sobre todo en momentos como el actual, pero lo que verdaderamente lamenta es la falta de protección a los miles de agricultores y ganaderos que generan empleo, que dan vida a las zonas rurales y crean alimentos de calidad.
Para el programa de integración de las poblaciones que viven en zonas remotas, la CE concede 55 millones de euros y para el fomento de la alfabetización los 10 millones de euros restantes.
