ESPAÑA 30/08/2010
Por lo visto, en Rusia han sufrido una importante sequía y se les han asurado 10 millones de hectáreas de trigo. El Sr. Putin ha optado por cortar las exportaciones con el fin de que sus ciudadanos rusos tengan abastecimiento de pan.
La noticia se ha publicado unos días después de que todos los intermediarios internacionales y almacenistas importantes españoles conociesen desde hace tiempo la situación rusa y hubiesen tomado las oportunas medidas de precaución: Esto es, ponerse en aptitud especuladora.
Debido a esta circunstancia, y una vez comprado bastante cebada en las eras a 19 pesetas, las cotizaciones se han disparado con la subida del maíz ( de 25 a 36 pesetas kilo en destino), la cebada ( de 19 a 30 pesetas en 20 días), la soja ( de 48 a 53 pesetas kil en puerto), el cacao, el café , los abonos, la semilla de algodón y, ahora, la alfalfa ( 2 pesetas el kilo, sin otra razón que “esta vez, porque sí”)
Este nivel de especulación, justificado esta vez por una supuesta sequía en Rusia ( la anterior fue por no se qué demanda del bioetanol) demuestra dos cosas: Que los agricultores y ganaderos españoles no tenemos ni el mas mínimo control de nuestras producciones; y que no se ha creado en todos estos años, desde que Carlos Romero quitó el SENPA, ningún instrumento estatal de control de las materias primas. Tenemos, eso sí, un Banco de España y uno Europeo, para controlar y dirigir la orquesta de la Banca y las Cajas. Tenemos, eso sí, un Ministerio para controlar la fabricación, compra y venta de las armas. Tenemos un Ministerio para controlar las energías; tenemos otro para fijar precios de las comunicaciones, otro para no pasarse en las autopistas….controles de todo tipo; pero no de lo de comer.
La impresentable multitud de “profesionales” de lo virtual que rellena los bancos de nuestros parlamentos y de nuestras administraciones, pegaditos todos a sus ordenadores, y creyendo que todo es como la Bolsa, que se compra y se vende por Internet, y que
“ eso de las patatas, la leche, la cebada, la tierra o los animales” son cosas pasadas de moda, antiguas, sucias, y poco adecuadas para un abogado o un político fino y moderno de lo virtual.
Los ganaderos de leche de vaca a igual que toda la ganadería española, no hemos sido capaces de organizar nuestro sector. Representados en Bruselas por funcionarios sin criterio y huérfanos de unas administraciones sin escenarios de futuro para la agroalimentación española que no sean los de traducir a todos los idiomas del Estado los reglamentos comunitarios que nos elaboran quienes sí tienen criterio al respecto en Europa, tenemos un feo panorama por delante. Esta carencia de criterio permite vaivenes imprevisibles en los costes de los productos, en su futuro y lo que es peor, en el de todo el campo español.
El juguete de la especulación en la construcción, que amamantó a tanta fiera, ha sido el juguete perfecto para un sistema económico más abocado al cuento de la cigarra que al de la hormiga. Hoy, nos encontramos de frente con nuestra realidad; pero aún no hay reacciones, solo se habla de otra solución virtual: El I+d que es otro globo virtual cómodo de vender, sin apenas realidades; mientras que las que realmente tenemos, acrisoladas durante años, se dejan perder entupidamente.
Incomprensible.
¿ como vamos a convencer a todos estos místicos de lo virtual, que debe volverse a lo real? Ni saben, ni entienden, ni pueden admitirlo. No nos valen para lo que viene. No sirven.