La gran distribución detrás de acuerdos con países terceros

Esta semana se ha vuelto a producir un intercambio de valoraciones sobre el nuevo Acuerdo UE-Marruecos en la Comisión de Comercio Internacional, que como sabemos tiene la responsabilidad de emitir un dictamen de opinión sobre el Acuerdo que será votado por el Parlamento Europeo. En esta ocasión hemos vuelto a asistir a la exposición favorable al Acuerdo por parte del funcionario de la Comisión Europea, Jonh Clarke, que hace meses llegó a afirmar que los productos españoles ocasionaban más alertas que los de Marruecos. Su argumentación a favor del “sí” fue acompañada por otra de las ponentes del Informe final que presentará José Bové y del que ya se conoce su postura contraria a la ratificación del Acuerdo, se trata en este caso de una representante socialista española, Josefa Andrés Barea, que también se mostró favorable al “sí”.

ASAJA no entiende cómo representantes de la Comisión Europea, y del Parlamento, que en numerosas ocasiones se erigen en defensores de la calidad y la seguridad alimentaria de las producciones europeas puedan, en cambio, realizar una defensa de producciones que entran a Europa sin las mismas garantías de seguridad que ofrecen los productos europeos.

Si tenemos en cuenta que hace poco la propia Consejera andaluza de agricultura afirmaba que el 80% de las alertas sanitarias producidas en este año proceden de productos de Terceros Países con los que la Unión Europea tiene acuerdos de asociación, y son varios los informes que señalan esta cuestión, no podemos comprender estos posicionamientos favorables ante estos acuerdos comerciales.

¿Quiénes son los verdaderos beneficiados de esta apertura comercial? ASAJA señala directamente a las grandes cadenas comerciales y de distribución europeas, que serán las grandes beneficiadas de esta mayor entrada de producto de Marruecos, pudiendo tirar aún más los precios de nuestras hortalizas a la baja.

La organización reclama actuaciones urgentes para forzar a la UE a que mejore el sistema de control, ya que los productores de frutas y hortalizas se muestran indefensos tras grandes intereses comerciales y presiones al sector político para abrir nuestras fronteras a costa de la viabilidad de nuestras explotaciones para conseguir mejores márgenes.

Hasta principios de 2012 previsiblemente no conoceremos la postura que finalmente trasladará la Comisión de Comercio Internacional al Parlamento Europeo, si bien los agricultores cuentan con el apoyo de su ponente, José Bové, que ha defendido las tesis manejadas desde el sector hortofrutícola español, convirtiéndose en nuestro principal aliado.