ESPAÑA 01/02/2012
Las exportaciones de terceros países que no cumplen los mismos requisitos de calidad y los desequilibrios en la cadena de valor son dos de las cuestiones planteadas por la Interprofesional del Limón y el Pomelo (Ailimpo) al ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete.
Así lo ha detallado el presidente de Ailimpo, Rafael Sánchez, quien ha recordado, además, que el sector atraviesa una situación difícil por la caída de precios que ha calificado como ''brutal''.
Ha insistido en que el sector del limón y el pomelo ''se ha quedado sin precios'' y ya no hay beneficio para el agricultor, cuyos ingresos no alcanzan a cubrir los costes de producción.
A su juicio, la causa principal del descenso de las cotizaciones es la competencia de terceros países que exportan a España, a los que no se les exigen las mismas condiciones de seguridad alimentaria y los mismos estándares de calidad que al producto interior.
Según ha precisado, Turquía se ha convertido en el principal competidor de España en el mercado del limón y el pomelo, y además recibe unas subvenciones a la exportación de su Gobierno.
En opinión de Ailimpo, dichas subvenciones no cumplen con la legislación vigente, ya que la Organización Mundial del Comercio (OMC) permitió estas ayudas hasta 2001, con posibilidad prolongar hasta 2005, por lo que ''en todo caso son irregulares a día de hoy''.
''No pedimos que se cierre el mercado a terceros países o que se les exijan requisitos adicionales a los nuestros, pero sí que cumplan con la normativa europea'', ha destacado.
Sánchez ha apuntado que el otro gran problema que afecta al sector del limón y el pomelo es la ''absoluta situación de dominio'' de los supermercados que compran el producto de la Interprofesional, ya que con la crisis han desarrollado ''una capacidad brutal para imponer precios''.
La economía sumergida que se ha desarrollado en el sector agrícola a causa de la crisis ha dado lugar a la hora de colocar el producto a una ''subasta diaria'' en la que siempre habrá almacenes que, sin cumplir los estándares de calidad y seguridad alimentaria, vendan a la distribución a ''precios por los suelos'', ha explicado.
En ese sentido, ha considerado que los supermercados ya no respetan ''la cultura de la calidad'', que dominaba las relaciones entre productores y distribuidores desde hace más de una década, y con la excusa de la crisis ''se venden al mejor postor''.
Desde Ailimpo, han planteado que para solventar esta situación se apoyen las relaciones de la cadena de valor en contratos, de manera que se permita al comprador disponer de tantos proveedores que quieran y negociar los precios con ellos, pero que una vez firmados dan al agricultor mucha más estabilidad porque aseguran una demanda a medio plazo.
Sánchez ha subrayado que casi todos los problemas que han expuesto al ministro tienen una solución rápida, ya que porque ''los estándares de calidad a terceros países se pueden exigir por parte de la Unión Europea (UE) mañana mismo, declarar ilegales la subvenciones a la exportación de Turquía también y la economía sumergida sólo hay que perseguirla con la ley en la mano''.
Ha reconocido, sin embargo, que mejorar el equilibrio en la cadena de valor tiene una solución un poco más complicada.