A pesar de contener elementos coincidentes con los del sindicato, el documento también incluye aspectos que resultan muy negativos para la agricultura y ganadería.
La Unión de Uniones rechaza la postura común española sobre la reforma de la Política Agraria Común (PAC) que consensuaron el pasado 15 de junio el ministro y los consejeros autonómicos de Agricultura en un documento. A pesar de contener elementos coincidentes con los del sindicato, el documento también incluye aspectos que resultan muy negativos para la agricultura y ganadería, tanto española como europea, además de omisiones importantes para establecer una nueva PAC que se dote de forma adecuada de una red de seguridad y unas reglas equitativas para el desarrollo del sector.
El documento, Postura común para la Reforma de la PAC Horizonte 2020, fue aprobado por unanimidad en el marco de la Conferencia Sectorial de Agricultura (órgano de coordinación y consulta entre el Estado y las comunidades autónomas). Entre los aspectos que la Unión de Uniones considera más negativos destacan:
a) La aceptación de congelar el presupuesto, que hace inviable una red de seguridad sin discriminaciones entre los sectores que ya disponían de ella y los que nunca han dispuesto de ninguna medida o los que se las han eliminado en las últimas reformas.
b) La limitación para el nuevo sistema de ayudas a la superficie al admisible por el Régimen de Pago Único (RPU) de 2009 (no incluía sectores de producción relevantes), en lugar de ajustarla a la superficie realmente usada como factor de producción, ya que en el nuevo sistema no se puede discriminar el acceso a las ayudas a ninguna tipología de producciones.
c) Defender que al final del periodo de convergencia queden valores vinculados a los pagos históricos del RPU. Si prospera esta opción se impedirá un trato equitativo en las explotaciones que tienen ayudas del RPU importantes por hectárea (ganadería sin tierra o con poca tierra, arroz, olivos con rendimientos altos...). Prevalece en la postura común española mantener privilegios de los antiguos perceptores antes de resolver el problema más grave que plantea la reforma de la PAC para la agricultura y ganadería más productivas.
d) La incorporación de más obligaciones medioambientales a las normas de producción europeas que las planteadas por la Comisión Europea, lo que haría más inviable la competitividad de la agricultura y la ganadería, puesto que actualmente la producción europea ya cuenta con una gran competencia desleal frente a las importaciones de productos originarios de países terceros que no deben cumplir las estrictas normativas europeas de producción. A la vez, incorpora elementos de competencia desleal en el mercado único al tener que hacer frente a mayores obligaciones medioambientales y de lucha contra el cambio climático en el sector agropecuario mediterráneo que en las de los sectores del norte de Europa con un reparto prácticamente intacto de los fondos europeos.
e) Propone continuar con el resultado de lo que el sindicato considera una mala negociación del año 2006 en el reparto de los fondos europeos para el desarrollo rural del FEADER en España.
Entre los aspectos no recogidos en el documento y que la Unión de Uniones considera importantes destacan los siguientes:
a) El establecimiento de reservas alimentarias estratégicas dentro de las medidas de la red de seguridad ante la gran volatilidad de precios.
b) El establecimiento sin competencias desleales con otros estados miembros de la herramienta de estabilización de ingresos.
c) Una ayuda asociada a la producción para los agricultores profesionales europeos.
d) Un reparto europeo de los fondos para el desarrollo rural del FEADER basado en criterios objetivos y que tengan en cuenta la nueva herramienta de estabilización de ingresos.
La Unión de Uniones pedirá al ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, que revise el análisis realizado por el Ministerio al plantear propuestas tan poco fundamentadas y alejadas de los objetivos que el propio ministro asegura defender. Además, el sindicato trasladará a todas las fuerzas políticas con representación en el Congreso y en el Parlamento Europeo su preocupación por los graves peligros para el futuro del sector agrario en general si apoyan un documento que incluye aspectos negativos y olvidos importantes para la reforma de la PAC.
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