En los últimos años ha crecido la sensibilidad de la población hacia los productos biológicos a todos los niveles. El cuidado del jardín tampoco está fuera de esta tendencia aunque a menudo no se conoce muy bien a qué se refiere este término. Así, circulan nociones equivocadas y muchas empresas utilizan el término ‘bio’ de forma confusa amparándose en la falta de legislación al respecto.
Algunas ideas falsas
Un abono químico contamina siempre
No, un abono químico no contamina necesariamente si se adapta a las necesidades de la planta y si sus cantidades se respetan. En efecto, ¡todo es una cuestión de dosis! A partir del momento que respetamos las dosis y las precauciones de empleo la planta consume los elementos que se le ponen a su disposición y se alimenta correctamente.
Existe un riesgo en el momento en que la cantidad de producto es superior a lo que la planta asimila ya que el excedente de producto puede lixiviarse hacia las capas freáticas y/o puede quemar las raíces de la planta. Para evitar estos problemas se recomienda utilizar abonos de liberación lenta que liberan progresivamente los elementos nutritivos en función de las necesidades de las plantas.
Los nitratos contaminan
No, hay que tener en cuenta que los nitratos son las sales del ácido nítrico, compuestos químicos del nitrógeno y del oxígeno, que están presenten de forma común en el medioambiente. Son el alimento indispensable y preferido de las plantas, que los toman del suelo para asegurar su crecimiento.
En la medida que la cantidad de nitratos corresponde a las necesidades de las plantas, no hay riesgo de contaminación. El problema aparece cuando este aporte es superior a la capacidad de absorción de las planta. En efecto, muy solubles en agua, los nitratos pueden lixiviarse, es decir, ser arrastrados por el agua de lluvia hacia las capas freáticas del suelo (la cantidad máxima de nitratos en el agua es de 50 mg. por litro).
Todo abono natural es necesariamente bueno para el medioambiente
Los abonos naturales tienen en el caso de unas buenas condiciones de utilización unos efectos beneficiosos sobre el medioambiente en la medida que su origen es natural, aportan los elementos nutritivos que serán seguidamente degradados por los microorganismos del suelo permitiendo de esta forma alimentar a la planta y estimular la vida bacteriana del suelo.
Sin embargo, ¡incluso un producto natural puede ser peligroso para el medioambiente! Basta con tomar el triste ejemplo de la contaminación de las aguas en tantas zonas españolas debida a los lixiviados procedentes de los residuos de la ganadería, el fertilizante natural más utilizado. Una vez más todo es una cuestión de dosificación, porque utilizando un abono orgánico también podemos equivocarnos con la dosis. Siempre y cuando el aporte de nutrientes (sean de origen mineral u orgánico) responda a las necesidades de la planta este es asimilado por ella para su crecimiento y se limitan los riesgos de pérdidas en el medioambiente.
Los productos fitosanitarios ‘bio’ son respetuosos con los insectos no nocivos
No necesariamente. Como no existe una noción clara del término ‘bio’ hoy en día se están vendiendo productos fitosanitarios ‘bio’ que respetan a muchos depredadores naturales junto a otros que no los respetan.
Para hacer una jardinería sostenible hay que utilizar productos ‘bio’
No, porque el término ‘jardinero sostenible’ consiste en mucho más que los productos ‘bio’. Consiste en ajardinar respondiendo a las necesidades de las generaciones actuales sin comprometer la capacidad de las futuras a responder a las suyas. Esta noción incluye una parte ambiental, social y económica.