Buen año y facturación de 627 m€

Como cada año por estas fechas, toca hacer balance del ejercicio agrario que dejamos atrás. Los tres grandes pilares que sirven para hacer una radiografía lo más exacta posible del transcurrir del ejercicio son -según los datos recopilados por los técnicos de Asaja Málaga- tres: la producción agrícola se cierra con 498 millones de euros; la producción ganadera alcanza los 129 millones de euros; y la producción agraria (que resulta de la suma de los pilares anteriores) asciende a 627 millones de euros. 

Para Asaja Málaga, al margen de las consideraciones específicas que analizaremos en cada sector, el año ha sido bueno. El campo malagueño se moderniza, estudia nuevos mercados y oportunidades y se está perfilando como un sector de referencia. El campo genera empleo y riqueza, innova, se promociona, explora y se profesionaliza cada día más. La calidad de nuestras producciones ya es un hecho incuestionable que los mercados nacionales y extranjeros reconocen y valoran. Y aunque queda un largo camino por recorrer, la senda es la adecuada.

Hablar del campo en su generalidad es una cuestión complicada. Cada sector tiene sus propias peculiaridades, con sombras y luces específicas. Así, este año, la mayoría de los sectores agrícolas han crecido. Sin embargo, la producción agraria cae un 4%. Este dato, explican los técnicos de Asaja Málaga, visto de manera aislada, puede llevar a confusión. El dato cae por la propia vecería del olivar, que este año ha facturado 123 millones de euros, un 33% menos que el año anterior, en el que se produjo una cosecha record. Pero como se sabe, este hecho es ajeno al buen hacer de nuestros 22.000 olivareros, ya que el olivar carga años alternos. Si obviamos el dato del olivar y comparamos el resto de producciones, el incremento de nuestras producciones con respecto al año pasado es de un 8%, un porcentaje muy significativo.

Así, según Asaja Málaga, crecen muchos sectores con respecto al anterior. Los agucates, por ejemplo, viven un buen año y el sector factura 66 millones de euros, lo que supone un incremento del 10% con respecto a 2012. El mango, en cambio, ha tenido una menor producción pero gracias a la ley de la oferta y la demanda ha conseguido buenos precios en el mercado y ha facturado 12 millones de euros. 

La castaña ha vivido uno de sus mejores años. Ha crecido un 364% y ha facturado 9,5 millones de euros, lo que ha beneficiado enormemente a la población rural de la Serranía de Ronda. Los frutos secos en general dejan atrás un buen año, ya que la almendra (en Málaga hay 16.000 hectáreas) sube también un 23% con respecto al año pasado.

Los cultivos hortícolas facturan en nuestra provincia 171 millones de euros. Unas producciones compensan otras: se incrementa la facturación en el ajo, la cebolla, el melón, la sandía y baja el espárrago, el pepino o las judías. Resaltar también la importancia del cultivo de tomate en Málaga, que factura 41 millones de euros. Los tubérculos suben, especialmente la patata, que crece un 58% con respecto al año anterior y factura 19 millones de euros. 

Buen año también para nuestros citricultores, que se concentran fundamentalmente en el Valle del Guadalhorce. A pesar de las dificultades con las que se encuentran cada año por el estado tan obsoleto de las canalizaciones y los constantes problemas con el riego, las casi 10.000 hectáreas de cítricos que hay en la provincia han facturado en 2013 un total de 44 millones de euros. El limón factura 26 millones de euros; la naranja 13,5 millones de euros; y la mandarina 4,5 millones de euros. 

Buenos datos también para los cultivos herbáceos, que crecen un 14% con respecto al año pasado. Las 62.000 hectáreas que hay en Málaga de cereales, leguminosas, oleaginosas, proteaginosas y forrajeros facturan 33,4 millones de euros. 

Y otro dato importante, la uva para vinificación crece un 114% con respecto al ejercicio anterior y factura 3,25 millones de euros. En cambio, la uva para pasa cae un 10% y cierra con 1,19 millones de euros.

Por su parte, la ganadería parece que tras varios años muy complicados recupera un poco. En 2013 ha facturado 129,29 millones de euros, un 3% más que el año anterior. Esta leve pero apreciable recuperación viene de la mano sobre todo de dos sectores: el porcino y el caprino. Así, el porcino blanco deja en Málaga 53,15 millones de euros, un 3,3% más que en 2012. Y el porcino ibérico crece un 15,89%, con una facturación de 1,75 millones.

La recuperación del precio de la leche de cabra y la promoción que se está haciendo del sector caprino también comienza a dar sus frutos. El sector crece este año un 14% y factura 38 millones de euros. 

En el balance del año agrario es obligado hacer mención a los robos. Tras años muy complicados en los que los ladrones han robado de todo en todas las comarcas y de manera impune, Asaja Málaga quiere agradecer que Málaga haya sido incluida en el Plan Roca contra los robos. Los resultados comienzan a notarse.

Asaja Málaga considera que aún es preciso superar algunos retos para continuar en la mejora de los rendimientos de nuestros agricultores. Estos, grosso modo, pueden resumirse de la siguiente manera:

-Olivar: Es preciso comercializar toda la cosecha, consolidando los mercados tradicionales y buscando nuevas oportunidades. Todo ello sin olvidar el mercado nacional. Es necesario poner en marcha nuevas campañas de promoción para aumentar el consumo en España. Según los últimos datos, el año pasado el consumo cayó en 90.000 toneladas. 

-Tropicales: El sector tropical demuestra una gran fortaleza. En el aguacate, en concreto sería deseable aumentar la producción por hectárea para poder seguir atendiendo la creciente demanda. En cuanto al mango, sería interesante conseguir un calendario de recolección más amplio que el actual. Si se incluyesen más variedades, se evitaría que el periodo de recolección se concentrara en mes y medio, con lo que los riesgos de la cosecha también se repartirían en el tiempo y se podrían atender las demandas del mercado más meses al año. 

-Cítricos: Habría que pensar en reconvertir los naranjos y ampliar variedades. En la actualidad, las variedades más tardías se colocan muy bien en el mercado, pero el sector tiene que hacer un esfuerzo de gigante para seguir modernizándose.

Como se sabe, la mayoría de las hectáreas dedicadas a la citricultura malagueña se concentran en el Valle del Guadalhorce. El principal reto en este caso tendría que venir de la mano de la Administración. Es absolutamente necesario que la Administración se comprometa de una vez por todas con los regantes de la zona y acometa una modernización integral de las canalizaciones. Hoy día, los agricultores cuentan con una canales antediluvianos y están a expensas de constantes cortes de agua con el tremendo daño que ello ocasiones para las producciones y las enormes pérdidas económicas que ello ocasiona.

-Ganadería: Los sacrificios han caído en los últimos años, es decir, cada vez se consume menos carne y es preciso incrementarlo de nuevo. En este sentido, Asaja Málaga considera que hay que potenciar el consumo nacional, ya que está entrando carne de terceros países que compite en condiciones de desigualdad con nuestros ganaderos.

El sector lácteo parece que se recupera, ya que China está aumentando la demanda. En ese sector, un reto muy importante es el de conseguir  dar un paso y obtener un valor añadido: ese paso es la transformación y la agroindustria ya que la leche líquida es menos rentable.

-PAC: El año 2014 será definitivo para los agricultores y ganaderos malagueños, ya que será cuando se decida cómo quedan finalmente las ayudas que los agricultores reciben de Bruselas. Málaga viene recibiendo unos 90 millones de euros y Asaja Málaga espera que la cifra se mantenga ya que, en la actualidad, estos ingresos suponen hasta un 40% de la renta del agricultor.

Los agricultores quieren vivir del valor de sus productos y no de ayudas, pero dada la situación actual del mercado, tanto de costes de producción como de precios de venta por la presión de intermediarios, estos ingresos se hacen fundamentales para el mantenimiento de la actividad. Estas ayudas no sólo repercuten en el agricultor, sino también ayudan a generar riqueza y empleo en zonas rurales. No hay que olvidar que el sector primario se ha convertido en un salvavidas para muchas zonas rurales en esta dura crisis económica que soportamos desde hace años.