Mientras las playas continúan repletas, en el otro extremo de la provincia, los agricultores se afanan por cosechar los primeros kilos de castaña de la temporada. Son de la variedad portuguesa y se cultivan en Cartajima, Jubrique e Igualeja. Las primeras castañas de la temporada tienen buena calidad y buen calibre. Sin embargo, las altas temperaturas afectarán de maneara negativa a la cantidad de kilos cosechados.
Así lo manifiesta el técnico de Asaja Ronda, Jose Carlos Ruiz, quien augura una “campaña dura y escasa” si el termómetro no da una tregua: “La floración ha sido buena, porque aunque este año haya llovido poco, ha llovido bien. El verano ha tenido unas temperaturas muy agradables y cuando parecía que las condiciones eran perfectas para un buen desarrollo de la campaña, surge el problema: temperaturas demasiado elevadas a finales de agosto y primeros de septiembre, momento de vital importancia para una cosecha abundante, debido a la formación y engorde del fruto. Estas circunstancias han provocado que un elevado número de erizos estén malucos, es decir, vacíos”, comenta el técnico de Asaja.
Cuando las temperaturas son tan elevadas, explica, el árbol se resiente, sufre, y no puede engordar el fruto. Además, los erizos se secan de tal manera que resulta muy complicado y trabajoso abrirlos para extraer el fruto. No obstante, aún estaríamos a tiempo de conseguir una campaña mejor si las temperaturas cayeran algunos grados en los próximos días.
En apenas diez días, se comenzarán a recoger las castañas de la variedad bravía temprana de Jubrique, y aún habrá que esperar para cosechar la variedad estrella de la provincia, la pilonga.