COAG Andalucía denuncia que la decisión del Ministerio de Agricultura de no autorizar la aplicación del tidiazurón como defoliante para el algodón va a provocar pérdidas para el sector de más de 12 millones de euros, por la merma de producción y de calidad que han provocado las últimas lluvias.
Con una previsión de cosecha de unas 240.000 toneladas, a 9 de octubre se había entregado prácticamente la mitad. Las lluvias que se han producido en los últimos días traen como consecuencia una merma de producción cercana al 20%, es decir, que se recolectarán unas 25.000 toneladas menos (debido a la caída al suelo o porque la fibra se descuelga de la cápsula y eso reduce la eficacia de la cosecha), a lo que hay que sumar el descenso en el precio que percibirán los algodoneros por la pérdida de calidad de la fibra.
Esta organización agraria recuerda que en campañas anteriores la autorización de uso del tidiazurón, por su alta efectividad y su rápida acción defoliante, permitió adelantar entre 10 y 15 días el inicio de las recolecciones, lográndose una mejora de la calidad de la fibra, al reducirse las impurezas y las hojas verdes que producen calentamiento y afectan al color, todo ello sin provocar merma en la producción. Esto permitió mejorar notablemente la valoración de la fibra de algodón española en los mercados internacionales, lo que facilitó su exportación a mercados altamente exigentes, con el consecuente incremento del valor añadido.
Actualmente, el tidiazurón está excluido del listado autorizado por la UE, pero no por motivos de seguridad sino económicos: al terminar el periodo de patente se ha convertido en un genérico, de ahí que ninguna empresa apueste por él, al no ver nicho de negocio, y, en consecuencia, nadie solicita que sea incluido de nuevo en ese listado.
En este contexto, cada año el sector se ve obligado a solicitar autorización excepcional para utilizar un producto seguro y eficaz, que se emplea en los países que cultivan algodón. Agricultores, industria desmotadora y fabricantes de semillas unen sus voces, cada año, para solicitar al Ministerio que permita usar este producto, beneficioso para todos.
Sin embargo, el Ministerio este año ha vuelto a hacer oídos sordos a la petición, y justifica su negativa en que ya existen sustancias autorizadas para la defoliación del algodón, como son DESAL de Cheminova Agro y el RIVET de FMC Foret. Estas opciones plantean inconvenientes importantes: queman la planta reduciendo la producción y desecan las hojas sin que éstas lleguen a caer, por lo que se incrementa de forma considerable el porcentaje de impurezas, depreciándose la calidad de la fibra obtenida.
En definitiva, no existen alternativas reales al tidiazurón, y el empecinamiento en negar su utilización sólo se entiende si se anteponen los intereses de las grandes industrias químicas a la defensa del interés general y del sector.
Si el Ministerio hubiera dado respuesta a la petición conjunta de agricultores, industrias desmotadoras y productores de semillas, el adelanto de la cosecha hubiera permitido esquivar los daños provocados por las lluvias, porque a una media de 10.000 toneladas entregadas por día en 10-15 días la campaña se hubiera cerrado. Ahora, el sector sufrirá una pérdida de renta provocada por una merma en producción y de calidad que era fácilmente evitable, y que coincide además con un año de precios bajos (en torno a 50 pesetas/kg), a niveles inferiores a los registrados hace cuatro décadas.
Los productores de algodón llevan años trabajando para mejorar las condiciones del cultivo, y han logrado grandes avances: la producción integrada andaluza es un referente en calidad del producto y también desde el punto de vista de la sostenibilidad medioambiental, con importantes inversiones en modernización y una drástica reducción del uso de insumos y plásticos (60% menos de tratamientos fitosanitarios, 40% menos de fertilizantes, 40% menos de uso de agua). Ese esfuerzo se ve truncado por la falta de sensibilidad del Ministerio, que mira hacia otro lado y no da respuesta a las necesidades del sector.
En esta campaña se han sembrado en Andalucía más de 74.000 ha repartidas por 123 pueblos y en más de 6.000 explotaciones (el 92% de ellas con menos de 20 hectáreas, lo que da una idea del marcado carácter social del cultivo) que generan más de 850.000 jornales.
* Los ensayos evidencian la efectividad del tidiazurón
En esta campaña se ha realizado una serie de ensayos con tidiazurón en explotaciones de algodón en Andalucía, con la participación del IFAPA, las organizaciones agrarias y las desmotadoras. La conclusión es palmaria: las parcelas en las que se aplicó tidiazurón cuando sólo había un 20% de cápsulas abiertas pudieron recolectarse mientras otras parcelas que fueron tratadas con las “alternativas”, incluso en estadios más avanzados (con cápsulas abiertas al 65%) aún no se habían podido cosechar.