La Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos se une a la denuncia del sector del ajo sobre el aumento de la cuota de importaciones a la Unión Europea desde China, que ha pasado de 29.000 a 41.375 toneladas para este año, con el consiguiente perjuicio para los agricultores españoles, que al inicio de la campaña, ya están viendo como los precios se han desplomado desde los 1 ó 2 euros por kilo del 2013 a los 60 ó 70 céntimos que se están ofreciendo en la actualidad.
La organización recuerda que no es este, ni mucho menos el primer episodio que el sector ajero ha sufrido de crisis de precios como consecuencia de las importaciones procedentes de china. Lo que diferencia esta nueva agresión es que con anterioridad se debía sobre todo a una falta de control de operaciones triangulares que facilitaban la entrada de ajo chino en el mercado interior procedente de países intermediarios incluso no productores y también a la importación camuflada con códigos arancelarios que correspondían a otros productos derivados.
La Unión de Uniones considera incomprensible que las autoridades de la Unión Europea, en lugar de perseguir y sancionar con rigurosidad este tipo de prácticas que tantos perjuicios han ocasionado en el pasado a los productores de ajo españoles, las “premie” incrementando los contingentes de importación chinos. En el actual contexto normativo nada garantiza, además, que no se acuda en el futuro a prácticas como las descritas para superar los volúmenes autorizados de ajo chino a colocar en nuestros mercados.
Por todo ello, la Unión de Uniones en el documento que hizo llegar en campaña electoral a los que serán eurodiputados en esta próxima legislatura del Parlamento Europeo, la necesidad de modificar la normativa de la UE –y hacerla cumplir- reforzando los controles en frontera tanto en medios materiales como humanos, velando por el respeto de los precios de entrada y controlando las condiciones fitosanitarias, los requisitos mínimos de calidad y los niveles de residuos de los productos importados procedentes de países terceros, algo, esto último, que se ha demostrado en el pasado que no siempre cumplen los productos importados.
Igualmente la Unión estima que el sector necesita de una adaptación de la reglamentación actual para fomentar la organización del sector introduciendo medidas que flexibilicen los requisitos del reconocimiento de las organizaciones de productores, además de revisar los mecanismos de gestión de crisis para que sean útiles.
En estas demandas la Unión de Uniones coinciden con las peticiones formuladas estos días por la Mesa Nacional del Ajo para proteger los intereses del sector del ajo, que es un cultivo de significado carácter social y del que depende buena parte de la economía de las comarcas principales productoras en Castilla-La Mancha, Andalucía y Castilla y León. Sólo en Cuenca y Albacete se siembran al año alrededor de 11.000 ha al año, lo que mantiene a más de 5.000 familias.