Las condiciones en esta época del año son, desde el punto de vista climático, favorables para la podredumbre gris (Botrytis cinérea) en fruto. La mayor o menor incidencia dependerá de varios factores, entre ellos: meteorología acontecida, variedades, densidad de plantación y estado de la cubierta del invernadero. Así, por ejemplo, el caso más desfavorable para una parcela sería aquel en el que coincidiera un periodo de frecuentes lluvias, elevada humedad relativa, temperaturas suaves, vientos poco frecuentes y el uso de variedades sensibles a la enfermedad, es decir, factores directos que favorecen el inicio y desarrollo de la enfermedad; además, de manera indirecta, el empleo de altas densidades de plantación y cubierta de plástico con una mala gestión de la luz, factores que no facilitan la aireación y que fomentan el crecimiento vegetativo de las plantas.
En esta campaña, las condiciones meteorológicas registradas durante el otoño e inicio del invierno están siendo atípicas al batirse records de temperaturas máximas, siendo las medias cálidas para la época actual. Este hecho ha propiciado una pronta entrada en producción del cultivo de la fresa, así como que cada planta produzca un mayor número de frutos para lo que se considera un inicio de campaña normal, aumentando por tanto, el número de frutos susceptibles de ser afectados por botritis.
Hasta ahora, las lluvias están siendo poco frecuentes y escasas, sin embargo, la humedad relativa registra valores elevados junto a temperaturas, como se ha dicho anteriormente, muy suaves, propiciando, especialmente en el tipo de parcelas con alguna/s de las condiciones o características antes descritas, daños moderados o graves por podredumbre gris. La parte positiva está siendo la ausencia de precipitaciones importantes, lo que facilita los continuos pases de recolección y la retirada de frutos afectados de la finca, disminuyendo, por tanto, el riesgo de ataque e inóculo.
Matizar que, en esta época del año, con una maduración del fruto algo más lenta que las propias de marzo o abril, y por iniciarse esta enfermedad principalmente en la zona de contacto entre el cáliz y el fruto, es muy fácil no advertir síntomas en los frutos, debiéndose prestar especial atención durante la recolección.
En resumen, esta campaña, debido, entre otros, a las condiciones meteorológicas registradas, el abanico de parcelas afectadas por botritis está siendo muy amplio respecto al nivel de intensidad de ataque. En todo caso, destacar que la incidencia está siendo mayor que la registrada hace un año, cuando las temperaturas fueron significativamente más frescas, registrándose entonces un menor número de flores y/o frutos con daños, así como un menor porcentaje de parcelas con síntomas.
Fuente: RAIF