La Red Estatal del castaño tacha de negligentes las recientes declaraciones a Efe de José Luis Nieves Aldrey, investigador del CSIC, y ve peligrar por ello los castañares ibéricos.
El retraso en la aplicación masiva del Torymus sinensis no puede tener justificación en los argumentos esgrimidos por dicho investigador, y ve objeto de irresponsabilidad en el retraso en las autorizaciones pertinentes, por los siguientes motivos:
- Tenemos y exigimos la responsabilidad en la conservación del hábitat de interés comunitario de los bosques de castaño, cuya pérdida supondrá una incidencia irrecuperable en la conservación de la biodiversidad de nuestro país.
- Las hipotéticas incidencias de la suelta de Torymus sinensis sobre la entomofauna autóctona, no dejan de ser hipótesis e incertidumbres, todavía no probadas y que no se han dado en ningún país de nuestro entorno.
- Con independencia de lo anterior, el Torymus está ya presente, bien por las sueltas experimentales, bien porque los países vecinos ya lo han soltado y va a terminar llegando igualmente.
- Si existiera la más remota posibilidad de su incidencia sobre el medio, esta existe igualmente y llegaría de la misma manera que la propia avispilla.
- Si esperamos y retrasamos la aplicación, nos quedamos sin castaños.
Por ello, desde la Red Estatal del Castaño le emplaza a responder las siguientes preguntas:
- ¿han evaluado la pérdida de biodiversidad que supone la avispilla para la conservación del hábitat del castaño?
- ¿es mayor la “hipotética incidencia” del Torymus sobre el resto de fauna que la está provocando al avispilla?
- ¿no es cierto que el “hipotético daño” del Torymus, de darse, se va a dar igualmente?
- ¿podemos permitirnos el lujo de perder el castaño?
Y finalmente: ¿Quién es el responsable de la autorización y de la fecha de la misma? ¿La Dirección General de Evaluación Ambiental al servicio del ciudadano o al científico?
La respuesta es clara:
Los bosques de castaño representan un valor natural inigualable, protegido por la propia legislación comunitaria y definida por la propia directiva d hábitats y especies de interés comunitario.
Miles de familias en riesgo y ayudas al sector
Además, decenas de miles de familias viven de esta actividad en España, productores, viveristas, empresas de servicios, industrias comercializadoras y de transformación que hace una aportación neta al PIB nacional, están en serio peligro. ¿Podemos permitirnos perder una oportunidad de desarrollo para el medio rural que representa el castaño por unas incertidumbres que de producirse se darán igualmente?
Desde la propia Red se esgrime que cuanto más se tarde en actuar, el coste del control será exponencialmente mayor, ¿Por qué tenemos que ir por detrás de los problemas y pagar siempre las facturas más caras?
Ayudas
Por otro lado, desde el sector barajan la posibilidad de solicitar ayudas a las administraciones que compensen el daño económico a productores y sectores afectados, así como recabar el apoyo institucional a vías de financiación que solucionen los problemas del mismo, hasta ahora denegadas a favor de otras menos urgentes. Inversión en investigación si pero también en implementación, si no aplicamos la investigación, ésta no sirve de nada.
Convivir con la avispilla
La avispilla ha llegado para quedarse y habrá que convivir con ella, pero la fauna local mediterránea ha demostrado que no es capaz de combatirla, únicamente de reducir muy ligeramente su intensidad. Desde el sector se apunta que en el futuro habrá que continuar con las sueltas en épocas de repunte de la plaga, y es en eso, donde todos estamos de acuerdo.