Hoy, 22 de marzo, es el Día Mundial del Agua. Con este motivo, FERAL y Cajamar organizaron ayer en el Centro de Cultura de la entidad financiera la jornada técnica ‘Gestión sostenible de los recursos hídricos en la provincia de Almería’. Una jornada que, como aseguró José Antonio Fernández, presidente de FERAL, se celebrará cada año previamente al Día Mundial del Agua, ya que, aseguró, “el agua es muy importante en la provincia de Almería, y no vamos a permitir que nos pongan puertas al campo. Cuando una masa de agua está sobreexplotada, o se deja de crecer o se aporta agua, y desde las Juntas Centrales de Regantes pretendemos aportar agua con sistemas de trasvases, desalación y con energías renovables, que ya pueden competir con las energías tradicionales”. Por tanto, esta jornada pretendió dar luz a las posibilidades existentes en la provincia almeriense de aportar agua al regadío.
A modo de introducción, María López Fernández, directora territorial de Cajamar en Almería, hizo una reflexión citando al profesor de la Universidad de la Laguna, Federico Aguilera, quien considera que “el agua tiene características propias de recurso natural, de bien económico y sobre todo bien social”, características, decía López, a las que se suman cuestiones que complican el panorama, como el aumento de las temperaturas por el cambio climático y la reducción de las precipitaciones, con las consecuentes sequías, aunque por otra parte vaya en aumento la concienciación ecológica de los consumidores, de manera que variables como la huella hídrica pueda considerarse próximamente en un indicador para la gran distribución a la hora de adquirir alimentos para la cesta de la compra de los consumidores. La directora territorial destacó que del 30 al 40% del PIB de la provincia tiene una relación directa con el agua o con alguna de sus variables relacionadas, “por lo que sin ella no podría explicarse el desarrollo del modelo almeriense” y subrayó que conocedora del aprovechamiento y el rendimiento en el uso del agua, Cajamar “es la entidad financiera que más apoyo ha dado a la modernización de los sistemas de riego y a fórmulas que permitan economizar el uso del agua de riego en los diferentes cultivos”, con el aporte de 54 millones de euros a las comunidades de regantes sólo en la provincia de Almería y con la financiación de infraestructuras hidrológicas por valor de 258 millones de euros, a lo que habría que sumar la inversión realizada por los agricultores. Además, López quiso “ofrecer el apoyo de la entidad a proyectos para el desarrollo socioeconómico del sector, especialmente los vinculados con el agua”.
Por su parte, Elías Fereres, presidente de la Real Academia de Ingeniaría de España, expuso el modelo hidrológico de California, que cuenta con una climatología y unas condiciones hídricas similares a Almería, así como como con una importante industria agrícola, tal que California es el primer estado en producción agrícola de EEUU, produce un tercio de las hortalizas y un dos tercios de las frutas de todo el país. Fereres desentrañó la historia de la gestión del agua en el estado americano, en el que ya hace un siglo se construyó un primer trasvase, y tras la II Guerra Mundial, el gobierno estatal y el federal se pusieron de acuerdo para realizar sendos planes hidrológicos complementarios a base de trasvases y canales, así como un gran acueducto que lleva el agua desde el delta del río Sacramento en la bahía de San Francisco hasta el valle de San Joaquín, la zona de regadío. Todo esto intrincado con una serie de conflictos por los derechos del agua y la generación de un sistema de venta del recurso por parte de las zonas con reservas, hasta sobreexplotación de los acuíferos en el valle de San Joaquín debido a la sequía al punto de alcanzar una situación de extracción crítica, por lo que en 2014 se desarrollaron tres leyes sobre la gestión sostenible de las aguas subterráneas, cuyo objetivo es que en 20 años no se extraiga más agua de la que se recarga, cuestión que se gestiona mediante el diagnóstico de los acuíferos y dando prioridad a los que se encuentran en peor estado. Fereres aseguraba que “no hay soluciones milagrosas, sino mucho trabajo ahora de recarga de acuíferos y de buscar soluciones alternativas como el llenado de agua de los propios huertos en los años de exceso de lluvias”, aunque advirtió que, como sucede en la provincia de Almería, “en periodo de sequía, se ha alcanzado el mayor valor de la producción, incluso pese a la caída en superficie regada”.
De otro lado, Manuel Vizcaíno, ex presidente de la Confereración Hidrógráfica del Guadalquivir, apuntó que ayer por la mañana, el Ebro se encontraba tirando al mar 700 m3/s de agua, mientras que el trasvase del Ebro, derogado en 2004, planteaba la derivación del agua hacia el sur a partir de los 100 m3/s. No obstante, ofreció su visión de cómo, con las obras oportunas, el Guadalquivir podría llevar agua a la provincia de Almería, y contribuir a solucionar, de esta manera, su déficit hídrico de 100 Hm3 de agua al año.
De la mano de las alternativas renovables a este déficit hídrico, Juan Manuel Cantón, ingeniero de la empresa Ingenia Solar Energy, mostró el proyecto que la compañía está realizando con comunidades de regantes en la provincia de Almería mediante la implantación de plantas de bombeo de agua desde pozos a través de un sistema solar fotovoltaico de alta potencia.
También se planteó la desalación como alternativa, de la mano de Jaime del Barrio, del Grupo Tempero-ADES, que ha patentado un sistema para la extracción de agua desalada por osmosis inversa a partir de la consecución de la presión necesaria por perforaciones en profundidad. Del Barrio explicó que el procedimiento de desalación de agua por osmosis inversa funciona al comunicar presión a un flujo de agua salada que atraviesa un conjunto de membranas, obteniendo como consecuencia, dos flujos: uno sin sal (permeado) y otro más concentrado (salmuera), y que los principales retos de la desalación del agua son el impacto ambiental que tiene la salmuera resultante y el consumo energético necesario para desalar. Ambos, retos que el sistema patentado por la compañía consigue superar. Por un lado, el sistema limita la cantidad de agua que se puede conseguir en cada extracción, de manera que se reduzca la tasa de recuperación por debajo del 36%, con lo que la salmuera que se devolvería al mar, sería equivalente a la del Mar Rojo, donde, como aseguraba Del Barrio, “la vida marina es perfectamente posible”. Por otro lado, explicó que el diseño y la tecnología desarrollada por ADES consigue la presión necesaria para la osmosis inversa de manera natural al situar la planta con membranas en el fondo de un pozo lleno de agua o en el fondo del mar, permitiendo obtener ratios de consumo de menos de 1,7 KW hora por metro cúbico; ratios inigualables que se consiguen al aprovechar la presión natural debida a la profundidad. Además, se utilizan energías renovables como apoyo, como es la solar y/o la eólica hasta el 100% de su demanda energética, por lo que mejora los costes energéticos y garantiza su sostenibilidad. Para conseguir esa presión natural, ADES ha desarrollado diferentes alternativas de desalación en profundidad susceptibles de aplicación en función del enrono, la geomorfología, y las necesidades de suministro, entre otras variables. Del Barrio aseguró que la forma más natural de conseguir presión en profundidad es con perforaciones estancas y llenas de agua, mediante balsas elevadas o aprovechando el fondo marino, y que será la orografía, la batimetría de la zona y el conjunto de permisos que se requieren para realizar el proyecto, determinarán cuál es la alternativa óptima. Para el caso de Almería, Del Barrio comentó que hay tres posibilidades: una primera onshore (en la costa sobre el nivel del mar) consistente en una perforación profunda con apoyo de bombeo solar, lo que se tardaría en construir cuatro meses tras los permisos pertinentes; una segunda onshore con bombeo solar a una balsa en altura aprovechando la orografía, que es óptima para el caso en Almería; y una tercera ‘near shore’, con una perforación en el mar a 4 millas náuticas de la costa, aprovechando la batimetría existente en Almería, que estaría produciendo agua desalada en apenas dos meses.
Todas éstas, alternativas que dieron un poco de luz a los regantes de la provincia, cuyos principales representantes estuvieron presentes en esta jornada técnica para solventar la situación hídrica de la principal zona de producción hortofrutícola de Europa.
Elaboración propia: Redacción Infoagro