Desde hace ya tiempo nuestra organización viene denunciando la escandalosa diferencia entre los precios en origen del arándano frente al precio en el punto de venta. En las últimas semanas desde UPA Huelva hemos denunciado que el precio para el agricultor está a 2,69 €/Kg (datos de la semana 20 del observatorio de precios de la Junta de
Andalucía) mientras que en el punto de venta al consumidor se sitúa en torno a los 16 a 18 €/kg. Esto supone un incremento de hasta un 500% por Kg para el consumidor final.
Esta situación está generando una saturación del producto en los puntos de venta. Dicha saturación es ficticia, pues no se debe a que exista excedente de producto, sino que el elevado precio de venta hace que este no resulte asequible para el bolsillo del consumidor medio.
Esto se debe a la especulación de precios que las grandes cadenas de supermercados están haciendo con el arándano. Así, mientras en el punto de venta los consumidores lo pagan a precio de “producto gourmet” los agricultores están dejando de recolectar porque
el precio que reciben no compensa los costes ni el esfuerzo de la producción.
La solución es simple: si estas cadenas hubiesen bajado los precios de venta se hubiese equilibrado la oferta y la demanda. Así, tendríamos mejores precios y aumentaría el consumo. Así, desde UPA Huelva afirmamos con rotundidad que no sobran arándanos, sobran especuladores que quieren hacer su agosto a costa del trabajo y del esfuerzo de los agricultores y agricultoras provocando la ruina y desesperación en el sector.
Desde UPA Huelva seguimos trabajando en la nueva ley de agricultura para que, entre otros aspectos, se proteja al agricultor y al ganadero dentro del mercado, dado que es uno de los eslabones más débiles de la cadena. De hecho, desde UPA-Huelva queremos impulsar una especial protección a los agricultores y ganaderos y añadir herramientas de
transparencia en el mercado para que este tipo de casos estén regulados y no se caiga en una especulación de precios cuyos afectados son el sector agrícola y ganadero y los consumidores.