La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, Carmen Crespo, ha apostado en el Parlamento andaluz por la modernización, la reducción de la dependencia energética y el uso agrícola de las aguas regeneradas “para impulsar un regadío eficiente y sostenible” en Andalucía.
La consejera, quien ha subrayado que el riego genera 6.657 millones de euros y más de 183.000 empleos en la comunidad, ha destacado el acuerdo alcanzado en el Consejo de Ministros de Medio Ambiente de la Unión Europea, celebrado el pasado viernes en Luxemburgo, para la reutilización de las aguas regeneradas en la agricultura y su inclusión en la directiva comunitaria que marcará el modelo de economía circular en Europa.
Crespo, quien representó a las comunidades autónomas españolas en este consejo, ha remarcado la relevancia de esta medida “que es una apuesta real por la economía circular y una alternativa para aliviar el déficit y el estrés hídrico en las zonas más secas de España”. “El uso agrícola de las aguas regeneradas garantiza el futuro de un sector clave para la economía y empleo de Andalucía, además de contribuir a frenar la desertificación en las regiones más afectadas por el cambio climático”, ha añadido, antes de recordar que, además, se ha solicitado a la UE una regulación específica “que evite cualquier duda del consumidor”.
En su comparecencia, la consejera ha asegurado que el Pacto Andaluz por el Agua situará la gestión de los recursos hídricos “en primera línea política como un asunto de Estado que requiere de consenso y participación”. A este respecto, ha apuntado que en breve arrancarán las reuniones con los sectores sociales y económicos ligados al consumo de agua, una vez que ya se ha celebrado el tercer encuentro de los grupos políticos del arco parlamentario.
Crespo ha incidido en el compromiso del Gobierno de Juanma Moreno por un regadío “más eficiente”, a través de un plan de mejoras y modernización dotado con 50 millones de euros, al tiempo que ha resaltado que, fruto de un consumo más responsable y localizado, “el agua que se destina a la agricultura ha descendido en los últimos años del 85% al 70%”.
Sequía e inundaciones
Equilibrio ha sido una de las palabras más repetidas por la consejera en la Cámara autonómica, como base de una política de aguas “con mayúsculas” que responda a situaciones tan antagónicas como son la sequía y las inundaciones registradas por la DANA a mediados de septiembre.
“Ya están en tramitación los planes de sequía que el anterior Ejecutivo no había elaborado, pese a estar contemplados en la Ley de Aguas de 2010 y, por otro lado, hemos destinado 48 millones de euros para un plan de restauración agrícola y ambiental, que dará respuesta a la limpieza de cauces que nos reclaman los agricultores tras el paso de la gota fría”, ha remarcado.
Asimismo, Crespo ha hecho hincapié en el “desaguisado” que dejó de herencia el anterior Gobierno socialista con planes hidrológicos anulados por el Tribunal Supremo “y una situación de bloqueo que estamos tratando de solucionar para dotar a Andalucía de una verdadera gestión en materia de agua”.
Depuración y abastecimiento
La consejera ha puesto el acento, en su intervención, en el plan de choque para la reactivación de obras de depuración de aguas declaradas de interés de la comunidad autónoma, lo que permitirá movilizar 400 millones de euros a lo largo del próximo trienio con cargo al canon del agua. “La depuración es una prioridad para este Gobierno y vamos a invertir el dinero que han pagado los andaluces en sus recibos del agua para ejecutar estas infraestructuras fundamentales para nuestro medio ambiente, para una mejor calidad de vida de los ciudadanos y, también, para evitar las sanciones de Europa”.