La Evega, la primera estación de viticultura de España en reducir su huella de carbono

La Estación de Viticultura y Enología de Galicia (Evega), centro dependiente de la Agencia Gallega de la Calidad Alimentaria (Agacal) de la Consellería de Medio Rural, viene de reducir su huella de carbono tal y como acredita la comunicación oficial de la Oficina Española de él Cambio Climático (OECC), organismo adscrito al Ministerio para la Transición Ecológica. Así lo anunció ayer el titular de Medio Rural, José González, durante la inauguración de la III Semana Vitivinícola de Ourense que organiza la consellería desde ayer y hasta el viernes en Orense. En esta presentación también participaron el director de la Agacal, Manuel Rodríguez, y su homólogo en la Evega, Juan Casares.

En esta línea, el conselleiro señaló que la Evega es el primer centro enológico estatal que consigue este certificado, convirtiéndose así en pionero en materia de compromiso con el medio ambiente y siguiendo la línea de la Consellería de Medio Rural, que tiene como prioridad el desarrollo sostenible del rural gallego.

Así, José González recordó que la Estación Vitivinícola de Galicia ya había sido el primer centro español de sus características en calcular y registrar la huella de carbono derivada de su funcionamiento cotidiano y en elaborar un plan de reducción de sus emisiones. Luego, la Evega se había comprometido a implementar todas las medidas encaminadas a disminuir sus emisiones de CO2 con un plan que contemplaba la reducción en un 3% en tres años. Al hilo de esto, el conselleiro explicó que la concesión de este segundo sello por el Ministerio acredita el cumplimiento de este compromiso adquirido con el medio ambiente y se convierte, una vez más, en un organismo de referencia para la viticultura gallega.

Como una muestra más de su compromiso ambiental, trasladó el titular de Medio Rural, el centro también calcula todos los años a huella de carbono del vino institucional que elabora, tanto blanco como tinto, y del que este año será la cuarta cosecha. En este caso, recordó que las huellas de carbono obtenidas son bajas y van consignadas en la contraetiqueta de las botellas. Esto es debido a las especiales características del proceso productivo: producción muy controlada, bodega cerca del viñedo y maquinaria eficiente.

La huella de carbono es un indicador medioambiental que expresa la cantidad de gases con efecto invernadero emitidos a la atmósfera a causa de la fabricación de un producto o derivado del funcionamiento de una organización. Por lo tanto, muestra la contribución de la Consellería de Medio Rural en la lucha contra el cambio climático a través de las emisiones derivadas de los procesos que desarrollan sus centros.

Además, yendo un paso más allá en el compromiso ambiental de la Consellería de Medio Rural con nuestra tierra, el conselleiro trasladó que la Evega ha proyectado desarrollar un plan de actuación ambiental basado en dos pilares, uno para seguir optimizando los recursos de manera sostenible para poder reducir aun más el valor de esa huella de carbono y otro para intentar conseguir el tercer sello de la OECC que acredite una compensación de sus emisiones.

A mayores, durante su intervención, el conselleiro del Meido Rural definió el sector del vino como “uno de los grandes coexionadores del rural gallego”, ya que es un elemento dinamizador para el interior de nuestra comunidad. En este aspecto, José Gonzalez recordó que en Galicia hay 9.000 hectáreas de viñedo que producen unos 60 millones de kilo de uva anuales, gracias a los casi 15.000 viticultores y 400 bodegas que hay en el territorio.

Además, el titular de Medio Rural recordó que el mundo del vino conecta con otros sectores como es el del turismo o incluso lo del patrimonio natural y cultural para hacer que grandes áreas del interior gallego sean un motor de empleo y emprendimiento, de ahí que vayamos a poner en marcha el Plan estratégico de dinamización territorial de las cinco denominaciones de origen del vino de Galicia, dijo.

Después del éxito conseguido en las dos primeras ediciones, con más de 600 asistentes en dos años, la Agencia Gallega de la Calidad Alimentaria organizó la III Semana Vitivinícola de Galicia, junto a la Diputación de Ourense, que además es la sede de las jornadas.

Este evento consiste en tres días de actividades múltiples con el objetivo de acercar un poco más el sector del vino a la sociedad gallega. Así, se combinan jornadas de carácter más técnico que requieren de inscripción previa con otras de carácter divulgativo de interés para el público en general y con entrada gratuita como pueden ser mesas tertulia sobre las mujeres en el mundo del vino, sobre los espumosos gallegos o sobre el tostado del Ribeiro.