Imagen de archivo de la visita de la exconsejera de Medio Rural, Ángeles Vázquez, a las zonas de viña afectadas por las heladas en 2017 en Galicia.
En el Reino de España, como acostumbrados a mirar al ombligo, descuidando siempre la periferia, estamos asistiendo a una mutación estos días en los que parece que todos los medios se han regionalizado para marcar su agenda como si todos fueran Tele Madrid. Parece que solo Madrid es la gran víctima porque nieva en invierno, y el gran debate estatal que tenemos ahora es decidir si declarar la capital del Reino como zona catastrófica o no, como si todos los males hubieran y se hayan concentrado en ese punto concreto de la meseta castellana.
En Galicia llevamos toda la vida viendo cómo se nos ignora cuando nos afectan los desastres naturales, como fuertes nevadas, heladas intempestivas en el campo, granizo en las épocas más sensibles de los cultivos o inundaciones justo cuando sembramos. Nuestras serranías ya están acostumbradas a estar incomunicadas durante días o semanas en el invierno sin que nadie las recuerde, sin abrir la noticia, sin reclamar nada porque saben que nada va a ser lo que reciben.
La exconsejera de Medio Rural, Ángeles Vázquez, dejó para la posteridad una frase que en la Sindicato Labrego Galego queremos rescatar para incluirla en el debate sobre si Madrid debe ser declarada zona catastrófica o no: "Si me piden ayudas directas, creo que soy muy clara. Lo dije desde el primer día, lo asegurable no es subvencionable. Estas palabras se hicieron realidad debido a las heladas y el granizo que devastaron cultivos enteros en Galicia en 2017, especialmente en el sector vitivinícola. Según afirmó la consejera, las familias afectadas acabaron sin cobrar ni un céntimo porque, cómo no, el seguro agrario está diseñado en Madrid especialmente para proteger la agricultura del sur y levantina, siendo muchas veces inviable en una región como Galicia.
Nos gustaría en Madrid aplicar esta frase de Ángeles Vázquez en el debate porque, realmente, todo lo que arruinó la nevada probablemente era asegurable. En caso contrario, desde el Sindicato Labrego Galego reclamamos que si Madrid es declarada zona catastrófica, todos los territorios del Estado que han sufrido daños por las nevadas y heladas de la última semana llegarán a esta categoría. Además, también pedimos -porque sería justo evitar agravios comparativos- que, a partir de la hipotética declaración de Madrid como zona catastrófica, todo aquel territorio del Estado que sufre daños por las inclemencias del tiempo, a partir de ahora, sea declarado zona catastrófica y por tanto las arcas del estado afrontan todas las pérdidas con los gastos necesarios para remediar los daños ocasionados y restablecer la normalidad. Lo contrario sería una discriminación territorial flagrante que, desde el Sindicato Labrego Galego, no estamos dispuestos a tolerar.