El consejero de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, Guillermo Blanco, ha confiado este jueves en que la nueva ley de la cadena alimentaria garantice la viabilidad futura del sector agroalimentario, “clave en el desarrollo y la supervivencia del medio rural de Cantabria”.
Asimismo, ha abogado por impulsar la realización de contratos más justos entre los diferentes agentes implicados en la cadena porque, en su opinión, “se trata de una asignatura pendiente que debemos corregir si queremos ser fuertes y defendernos en las transacciones comerciales de nuestros productos”.
“Los contratos deben contemplar que los precios estén por encima de los costes y que haya un margen que permita la viabilidad de las producciones”, ha considerado Blanco, durante la inauguración de la jornada informativa sobre la Ley de las Cadena Alimentaria que la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA), dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, ha organizado en Santander, con el apoyo del Gobierno de Cantabria, a través de la Consejería de Desarrollo Rural, Ganadería, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente.
Durante su intervención, el consejero ha asegurado que su departamento va a trabajar de la mano de la AICA para que la nueva Ley de medidas para mejorar el funcionamiento de la Cadena Alimentaria mejore su funcionamiento y vertebración, de manera que aumente la eficacia y la competitividad del sector agroalimentario cántabro y se reduzca el desequilibrio en las relaciones comerciales entre los diferentes operadores de la cadena de valor.
Ha confiado en que la última modificación a la que se ha sometido esta Ley recientemente para incorporarla y adaptarla a la normativa europea sirva para conseguir un mayor equilibrio y transparencia en las relaciones comerciales de la cadena alimentaria, especialmente en materia de prácticas comerciales desleales en las relaciones entre empresas en la cadena de suministro agrícola y alimentario.
En este sentido, ha indicado que Cantabria utilizará las herramientas que el Ministerio, a través de la AICA, ha articulado para dar solución a los problemas de desequilibrio que afectan a los diferentes eslabones de la cadena alimentaria, problemas que, en opinión de Blanco, “son la causa de muchos de los problemas en el sector, especialmente, en la parte de los primeros operadores del sector primario, y que, por lo tanto, necesitan mayor asistencia para corregirlo”.
“El primer eslabón de la cadena, nuestros ganaderos, pescadores y agricultores, es el más sensible de toda la cadena, ya que es en este punto donde los márgenes son más ajustados y se produce mayor debilidad”, ha opinado Blanco, quien se ha mostrado partidario de “trabajar todos unidos, agentes y operadores de toda la cadena, para lograr que se produzca el cambio”.
En su opinión, “la nueva Ley de la Cadena Alimentaria ha venido a procurarnos una herramienta que nos dé sustento en las negociaciones entre los diferentes eslabones de la cadena, que la haga justa y que permita la viabilidad futura de un sector, el agroalimentario, que es clave para nuestro desarrollo y nuestra supervivencia”.
El consejero ha tenido palabras de agradecimiento para la AICA por la labor informativa que viene haciendo a lo largo de estos años y por acercarse a Cantabria para “contarnos de primera mano qué y cómo debemos hacer las cosas para esto funcione y todos nosotros podamos seguir estando aquí”.
De igual modo, ha reconocido el trabajo de los técnicos de la Dirección General de Pesca y Alimentación por el importante esfuerzo que están realizando para tratar de dar forma a la nueva competencia que se les ha asignado como autoridades de control de la cadena alimentaria a nivel autonómico.
En la jornada, que se ha celebrado en el salón de actos de Sodercán, también han participado, entre otros, la directora general de Pesca y Alimentación, Marta López, y la directora de la AICA, Gema Hernández, quien ha estado acompañado por dos técnicos del organismo del Ministerio.