Las sucesivas crisis económicas de los últimos dos años y medio, provocados por la pandemia, en primer lugar, y por el conflicto armado entre Ucrania y Rusia, en segundo lugar, con la consiguiente falta de suministros de componentes electrónicos, metálicos y plásticos; la inflación y el incremento de los costes de producción derivados de la subida, entre otras cosas, de los precios de la energía, que ralentizan el sistema comercial y aumentan el coste logístico y de transporte, no han detenido el proceso de desarrollo de la industria de la maquinaria agrícola a nivel mundial, y es que en 2020, pese a las grandes restricciones por la pandemia que se dieron a nivel mundial, la venta de tractores creció un 7,7% con respecto al año anterior, un aumento que se multiplicó hasta el 13% en 2021, configurándose como un año récord de ventas, registrando incrementos del 10% en Estados Unidos, del 13% en La India y del 16% en Europa. Por su parte, 2002, en sus primeros nueve meses, teniendo en cuenta la grave crisis geopolítica y económica, ha registrado caídas del 2,3% en La India, del 14,3% en EEUU y del 7,6% en Europa, pero manteniendo volúmenes de ventas superiores a los previos a la pandemia, especialmente en países punteros como EEUU, Alemania y Francia, mientras se han registrado importantes incrementos en países como República Checa, Hungría, Serbia y Croacia.
Unos datos que demuestran la tendencia general del mercado hacia la mecanización agrícola debido a la capacidad de la maquinaria y de las soluciones de agricultura de precisión aplicadas a las máquinas, de reducir costes de producción de hasta el 60% por hectárea; con el fin de aumentar los rendimientos agrícolas en un mundo en constante crecimiento de la población, con el consecuente incremento de la demanda de alimentos. Una tecnología que propiciará en los próximos años un aumento de la producción por parte de países emergentes, y el impulso de la innovación tecnológica en países más avanzados, como los de Europa, por lo que se espera que el sector de la maquinaria agrícola crezca en torno a un 5,7% hasta 2026, especialmente si mejora la situación económica.
Un contexto en el que la industria de la maquinaria agrícola italiana muestra músculo estos días, haciendo gala de su liderazgo internacional en el sector, en la feria internacional EIMA, que se inauguró este miércoles en la ciudad italiana de Bolonia y que se celebrará hasta el próximo 13 de noviembre. Una muestra en la que más de mil de los 1500 fabricantes de maquinaria agrícola que exponen estos días en EIMA, son italianos, conscientes de la importancia de esta feria (la única que continuó llevándose a cabo presencialmente en 2021 en Europa pese a las duras restricciones sanitarias) para la industria agromecánica italiana, cuyas exportaciones crecieron en valor, en los siete primeros meses de 2022, un 10,4%, reduciéndose en volumen tan sólo un 2,5% pese al pésimo contexto socioeconómico, siendo sus principales mercados EEUU, Francia y Alemania, y obteniendo notables aumentos de las ventas en Polonia, Rumanía y Hungría.
De esta manera, los fabricantes de maquinaria agrícola italianos comparten estos días los 128.000 metros cuadrados de la feria de Bolonia con 480 fabricantes internacionales que representan a 40 países y que, en conjunto, atraerán a visitantes de 160 nacionalidades, consolidando EIMA como uno de los encuentros más importantes de la maquinaria agrícola del panorama internacional, cuyo objetivo es el impulso de los negocios del sector de la agromecánica, dedicando un pabellón de tres mil metros cuadrados exclusivamente a la realización de reuniones de negocios entre empresas expositoras y delegaciones extranjeras formadas por 480 operadores económicos procedentes de 80 países.
Redacción Infoagro: Lydia Medero