El virus rugoso del tomate, ToBRFV, está causando estragos en la agricultura marroquí. Tanto es así que está causando importantes pérdidas financieras entre los productores afectados, según informa el medio agrícola marroquí Agrimaroc.
El rugoso del tomate, virus de gran peligrosidad por su gran virulencia, contagiosidad y persistencia, genera daños tanto en la planta, donde se aprecia moteado y clorosis en las hojas, que tienden a deformarse, a la vez que necrosa otras partes de la planta como pedúnculos, cálices o peciolos; como en los frutos, que maduran de manera irregular y pierden su valor comercial al presentar manchas amarillentas o marrones, e incluso estrías verdes en algunas variedades, deformando el fruto y produciendo rugosidades en la piel. Síntomas que llevan a los agricultores marroquíes cuyas tomateras han resultado infectadas a hablar, aún sin cifras oficiales, de pérdidas que rondan entre el 15 y el 20% de la producción habitual, lo que podría significar que en realidad, el daño sea mucho mayor.
Unos daños con un gran valor económico para las más de 10.000 hectáreas de superficie de tomates con que cuenta el país alauí principalmente en las regiones de El Jadida, Oualidia, Casablanca y Souss Massa; a los que se suman las pérdidas por la depreciación de las ventas y el veto de mercados nacionales e internacionales a los tomates afectados, así como al tomate marroquí en general, por miedo al contagio de los cultivos locales.
Si a esta situación, se le suman los costes complementarios de la compra de nuevas variedades resistentes, procedentes de semillas comerciales certificadas, lo cual supone una gran inversión, más la compra de productos fitosanitarios, y aquellas inversiones derivadas de la adopción de medidas de prevención y control de la enfermedad, como la adopción de nuevas prácticas de higiene de herramientas y equipos, así como el establecimiento de curentenas para las áreas afectadas, resulta en un panorama dantesco para un país que tiene en el tomate una de sus principales bazas de exportación a mercados internacionales como el europeo.
Tal es la pérdida de rentabilidad en el tomate, que algunos productores marroquíes ya han comenzado a dedicarse a otros cultivos con el fin de mantener la rentabilidad de sus explotaciones y hacer uso del conocimiento científico para estar al tanto de las últimas novedades sobre el control de la enfermedad.
Debilidad de unos, oportunidad de otros
En esta grave situación en la que se encuentra el sector agrícola marroquí, los productores españoles tienen una gran oportunidad para reforzar su apuesta por el tomate, que en los últimos años han visto considerablemente mermada la rentabilidad del cultivo debido a la competencia de países terceros, principalmente de Marruecos.
En este sentido, los productores de tomates españoles deben aprovechar la coyuntura en los mercados nacional e internacionales, garantizando la calidad y sanidad de sus frutos, y logrando mejores precios de venta.
Redacción Infoagro: Lydia Medero
Tweet | ||||
¿Estar informado? Suscripción gratis |
Empresas
» Noticias
© Copyright Infoagro Systems, S.L.