Una nueva discriminación a los agricultores de almendro de ecológico del interior de Almería y Granada, así como al Altiplano granadino y a la provincia de Málaga. Y, encima, con una explicación surrealista para argumentar lo injustificable. Los siete millones de euros aprobados por el Gobierno andaluz como nueva ayuda por la sequía son “ridículos e insuficientes”, además de significar un “perjuicio absoluto” y una “nueva discriminación, como las de desarrollo rural”. Encima, la Consejería argumenta a “otras ayudas que pueden cobrar los agricultores” para desviar la atención del hecho de que los más vulnerables y perjudicados por la sequía se quedan fuera de este presupuesto. De ahí que UPA Andalucía anuncie nuevas movilizaciones contra un dinero que no mitiga “ni mucho menos” la crítica situación que sufren agricultores de las comarcas más orientales de Andalucía por la pertinaz sequía que persiste desde hace tres años.
“Los 7 millones aprobados por la Administración son ridículos en comparación con los 38 que serían necesarios y que le hemos solicitado desde UPA Andalucía. Consideramos que la decisión de dejar fuera a los agricultores de almendro ecológico de Almería y Granada, a los productores del Altiplano granadino y a los de la provincia de Málaga es completamente discriminatoria, porque son zonas que ya teníamos delimitadas como principales perjudicadas por la sequía y que, desde el pasado mes de abril, se las hemos venido planteando a la Consejería en todas las mesas de interlocución celebradas. ¿Qué en Málaga no existe sequía? ¿Qué en el interior de Almería o Granada no existe sequía?. Pues que se lo digan a los agricultores del Valle del Guadalhorce y a los que producen aceituna aloreña, que han perdido el 80% de su cosecha por la falta de agua, o a los de cítricos, que han visto cómo el limón se ha perdido prácticamente en el árbol porque no lo han podido regar y, encima, los precios en origen son ruinosos y no les compensa el gasto de la recolección”, explica el vicesecretario general de Agricultura de UPA Andalucía, Francisco Moscoso.
UPA Andalucía insiste en su malestar. “Se trata de agricultores, sobre todo de almendro y ecológico, que sufren una doble discriminación, porque a los daños causados por la pertinaz sequía desde hace tres años, se suma el hecho de que la Administración los deja fuera cuando representan el 80% del total de los perjudicados, al ser ésta la única alternativa para generar empleo, riqueza y vida en sus municipios, que por desgracia son las comarcas más afectadas por las adversidades climatológicas. Además, se escudan en que ya reciben otras ayudas como las de desarrollo rural. ¿Qué tienen que ver, cuando son cuestiones diferentes y, encima, no se han cobrado aún esas ayudas al desarrollo rural? Estos siete millones de euros no solucionan el problema ni palían los efectos tan terribles y las pérdidas económicas que estamos sufriendo. Y, como una vuelta de guion esperpéntica, ahora mandan un nuevo listado de posibles beneficiarios en el que incluyen a los productores de cereales dentro de estas ayudas por sequía, mientras que a los de almendro siguen dejándolos fuera. Es alucinante”, resalta la secretaria general de UPA Almería, Francisca Iglesias.
Este nuevo presupuesto, insiste Iglesias, “nos demuestra que en la Consejería siguen creyendo que la sequía no existe. Estamos en una situación de abandono. Nos dejan una vez más tirados en la cuneta. No tiene ninguna justificación discriminar a los agricultores ecológicos porque sufren la misma falta de producción o de cosecha que el resto de agricultores. ¿O es que a ellos no les afecta la sequía? En UPA no entendemos que persistan situaciones diferentes y discriminatorias”, expone Francisca Iglesias, que insiste en que el ecológico, que es “la única alternativa en las zonas más orientales de Almería y Granada”, era un sector rentable hace unos años por el valor añadido de los precios de las producciones. “Pero ahora, ni siquiera es rentable vía precio”, apunta la secretaria general almeriense, para denunciar que “la Junta de Andalucía ya castigó a la mayoría de los agricultores ecológicos al dejarlos fuera de las ayudas al desarrollo rural y ahora vuelven a dar otra vuelta de tuerca al dejarlos fuera de estas ayudas por la sequía”, concluye.